Jueves por la tarde. Podía sentir como mis piernas dolidas reclamaban la cómoda y caliente cama dónde poder descansar. Mis ojos ardían por culpa del cansancio y no veía la hora de llegar a casa para poder dormir hasta que mi cuerpo no pudiera continuar durmiendo. Tres días trabajando hasta las cuatro de la mañana y ni un día de descanso.
Busqué las llaves de casa en mi bolso sin encontrarlas, mis manos no recibían mis órdenes que mi cerebro les proporcionaba y estaba tan cansado que ni mi mente tenía capacidad para buscarlas. Opté por tocar el timbre y esperar a que me abrieran la puerta. Toqué y sentí una voz aguda gritar en el interior de la casa seguido de unas pisadas rápidas.
-¡Haewon espera cariño! -Exclamó una voz entre risas.
La puerta principal se abrió y al momento pude ver como una pequeña cabeza llena de pelos marrón claro aparecía por la puerta. Sonreí al ver como saltaba y rodeaba mi cuerpo con sus piernas.
Lo único que me hacia feliz después de tanto trabajo era llegar a casa y que las dos personas más importantes de mi vida me estuvieran esperando.
-¡Papá! -Exclamó con su aguda voz mirándome a los ojos y al instante pasó sus brazos por mi cuello para abrazarme. No pude evitar sonreír.
-¿Qué tal estás princesa? -Pregunté y me dio un beso en la mejilla. Aparté la cara y la miré a los ojos esperando su respuesta.
-¡Te he echado mucho de menos papá! -Se quejó ignorando mi pregunta y la abracé mientras reía.
-Yo a ti también mi pequeña princesa -Sonreí y la oí reír. Echaba de menos a mi niña.
-Haewon -ella miró en cuanto escuchó la llamada de su preciosa madre-, ¿no tenías algo para papá? -Le recordó. Haewon se quedó un momento pensativa y al momento gritó.
-¡Es verdad! Bájame, iré a buscarlo -me informó. Le besé la frente y agaché mi cuerpo para dejarla en el piso.
Esta salió corriendo con rapidez al interior en busca de su regalo.
-Oppa -dijo la mujer más importante de mi vida.
-Hola mi reina -bromeé y esta sonrió. Tomó mi bolso y lo dejó en el interior para luego abrazarme.
-Te he echado tanto de menos... -susurró en mi oído con la voz entrecortada. La abracé más fuerte-. La casa no es igual cuando tú no estás.
-Yo también te he echado mucho de menos, ¿sabes lo que es llegar a casa y no poder hablar contigo? -Pregunté con sinceridad. Me miró a los ojos después del abrazo.
-Entonces sabes lo que siento -admitió sonriendo de lado con los ojos brillantes-. Acabamos de merendar, tendrás hambre, ¿verdad? -Asentí haciendo un puchero y esta rió.
-Tengo tanta hambre que me comería todo lo que hay en la despensa -bromeé y ella rió con intensidad. Echaba de menos su risa, echaba de menos oírla reír.
-No cambias Jungkook -dijo ella mientras rodaba los ojos. Aproveché para rodearle con fuerza la cintura y enterrar mi cabeza en el hueco de su cuello.
-De verdad que tengo hambre -admití con seriedad y ella rió. Empezó a acariciarme el pelo con su mano.
-¡Papá, papá! -Levanté la cabeza al oír su llamada y sonreí al ver lo que traía en su mano. Me separé de mi mujer y me agaché para estar a la altura de Haewon.
-¿Eso es para mí? -Ella asintió frenéticamente con la cabeza y los ojos bien abiertos para responder a mi pregunta.
-Lo hicieron en el colegio, era como un día especial que inventaron, era el día de las personas que más querías y tenía que hacer un mural -me explicó Iseul-. Hizo uno para cada uno.
-Toma -me tendió la cartulina roja.
Era un poco más grande que un folio, de color rojo, claro. Estaba pintado con pinceles, las manos los pies... Por un lado tenía un lazo que al abrirlo era plegable y en esas partes plegables habían muchas fotos, aunque, la más que me gustaba, era la de la primera página; una polaroid en la que salíamos los tres sonriendo, un día en el que vimos películas juntos en casa.
-Me encanta -dije mientras lo observaba. En realidad me habían dado ganas de llorar con aquel mural.
Al final había una foto mía con un texto escrito con su letra: "Te amo, papá, eres el mejor padre del mundo, ¿sabes lo feliz que me hace pasar tiempo contigo? Te quiero mucho y espero que pronto tengamos tiempo para dibujar juntos, me gusta cuando me enseñas a dibujar. Descansa y mantente saludable. ¡Dale siempre amor mi mami! A veces está triste porque pasas tiempo lejos de nosotras, aunque piense que no lo sé, me doy cuenta, ¿puedes hacer que ella sonría para siempre? Eres un héroe, el mejor papá. De tu princesa Haewon, pronto seré la reina de la casa"
Leí eso y no pude evitar sonreír. Haewon me abrazó y noté como las lágrimas llegaban a mis ojos, era increíble lo especial que era Haewon, lo especial que eran los niños que con pocas palabras dicen todo.
-Haewon es precioso -admití y me dedico una gran sonrisa.
-¡Cómo tu papá! -Exclamó halagándome y no pudimos evitar reír.
-Venga, vamos que papá tiene hambre -ella sonrió con fuerza. Negó con la cabeza y me quedé confuso.
-Iré a jugar pero, me tienes que prometer que dibujáremos -ella hizo una cara de reproche y reí.
-Te prometo que lo haremos.
-¡Genial! -Alargó la "a" y saltó para abrazarme.
Salió corriendo escaleras arriba mientras su madre le llamaba la atención. Miré la escena con diversión mientras me levantaba quedándome de pie. Tiré del brazo de Iseul para acercarla a mí y le planté un beso en la mejilla. Ella sonrió y comenzamos a caminar.
-¿Qué tal el día de hoy? -Pregunté curioso en cuanto ella dejó sobre la mesa un plato con algunas cosas para picar.
-Agotador la verdad, tuve que ir con mi hermana a arreglar unos papeles para su mudanza, luego fui a hacer la compra y después a buscar a Haewon que estaba hiperactiva aparte de por las clases, porque hoy iba a verte, ayer casi no duerme -me informó con una sonrisa cansada. Llenó el vaso de cristal con una bebida y me lo dejó sobre la mesa-. ¿Tú qué tal, mi amor? -Preguntó tomando asiento en el otro taburete de la isla central de la cocina.
-Uf, han habido muchos ensayos, esperamos que salga pronto y bueno, estoy totalmente acostumbrado al esfuerzo físico pero el mental... ¿sabes lo que son horas y horas ensayando? -Pregunté y ella me miró con preocupación. Puso su mano sobre la mía.
-Pero piensa en positivo, todo ese esfuerzo tendrá su recompensa y pronto todo eso que lleváis practicando será perfecto -me masajeó la mano y la miré a los ojos.
Me encanta volver a estar aquí, con ella. Con cada palabra que me decía me hacia sentir más tranquilo, más seguro, menos cansado. Hacia que todo pareciera fácil hacia que por un momento pensara en positivo y dejara de pensar en lo malo. Por eso amaba estar con ella. Era lo que me faltaba en la vida y, cada vez que lo tenía lejos lo sabía.
-Eso espero, me gustaría que todo saliera como lo tenemos previsto -dije algo preocupado.
-Ya verás que saldrá, deja de preocuparte -soltó una pequeña carcajada y la acompañé. Me robó un poco de mi comida y me quejé haciendo que sonriera.
De verdad que volvía a amar estar de nuevo aquí.
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Family ↣ Jungkook
Fanfiction«De tu princesa Haewon, pronto seré la reina de la casa» ▹ historia corta. (5 capítulos) ▹ heterosexual. ❨no copias ni adaptaciones❩ publicada; 300516.