United part

18 3 0
                                    


Minerva, pelirroja de tez blanca, ojos azules, como el mar, debajo de ellos unos constelaciones se esparcían por su pequeña nariz hasta llegar a sus mejillas.

Una tarde de otoño, caminaba por el parque bajo el cálido sol mientras las hojas caían como si fuera nieve, la brisa fresca golpeaba su rostro provocándole un escalofrío en todo el cuerpo. Sin saberlo, estaba caminando hacía su desgracia.

Decidió descansar, sentándose en un banco que había frente a un árbol, aquel banco que tantos recuerdos le traía, aquellos de felicidad y melancolía, mirando a la nada se quedó ensimismada, hasta que alguien inesperado tocó su hombro, llamando su atención, se voltio.

-Hey, Minerva, cuanto tiempo sin verte.- estaba de frente con el amor y la indiferencia.

-Augustus...-quedó paralizada sin poder estimular una palabra.

-¿Cómo has estado?- se sentó junto a ella, con una sonrisa como si nada hubiera pasado antes de ese encuentro inesperado.

-Eh...- las palabras no salían de su boca.- ¿Qué haces aquí?- después de un silencio sepulcral logro hablar.

-Oh, yo solo caminaba por aquí... porque este parque tiene muchos recuerdos que a nuestras mentes unen.- quitó la mirada de los ojos de Minerva.-¿Y tú?

-Solo caminaba.- musito.

-Sabes, te he echado tanto de menos...-escupió sin vacilar.

-Yo...yo, también te echado de menos.-confeso en un susurro.

Un silencio se instaló entre ambos.

-He tratado de olvidarte.- Ella rompió el silencio.-Pero me es imposible... las noches se me han vuelto una tortura desde que tu ausencia abundo por completo mi vida; te veo en todas partes, pero no estás... eres como una sombra, estas ahí, pero no conmigo; te extraño todo el tiempo, todo me recuerda a lo que fuimos, a lo que paso... cuando escucho tu nombre el pecho se me oprime y me impide respirar, cada recuerdo derrama una lágrima... te fuiste sin decirme nada, te fuiste como si jamás te hubiera importado, como si nada hubiera pasado entre nosotros...- hizo una pausa para tragarse el nudo que se formaba en su garganta.- Me hiciste sentir que no era nada para ti, que nunca me quisiste, me rompiste al no regresar, fue como si hubieras tomado mi corazón y lo hubieras tirado al suelo, rompiéndolo por completo y pisando sus partes... me quedé sola en un mundo donde solo tú eras el pilar que me mantenía firme; tantas veces te odie, te deteste por decirme que me amabas, o que yo era todo lo que necesitabas... me hiciste llegar a pensar de que todo fue mentira...

-Jamás te mentí al decirte "te amo", ni siquiera al decir que eras mi todo, porque así era... y así lo es.- dijo con los ojos cristalizados.- Me fui porque estaba confundido, no quería lastimarte.

-Pero al irte me lastimaste aún peor...

-Lo siento.

-No me digas que lo sientes cuando el daño ya esta hecho...-murmuro entre dientes.- Si tanto me amabas, ¿Por qué no luchaste por mí? ¿Por qué no volviste?

-No lo sé... pero me arrepiento tanto de no haber luchado como tanto te lo merecías.- tomo sus manos.- por favor, dame una oportunidad y te juro que todo cambiará... cumpliré todas aquellas promesas que quedaron en la nada, seré la persona que te mereces... te amaré toda la eternidad y no me volveré a ir nunca más.

-Ya no puedo volver a confiar en ti...-se zafo de su agarre.

-Tendrás todo el tiempo que necesites para pensarlo.

-Es que no es tan fácil, tú no entiendes cuanto me has lastimado, las heridas no se curan tan rápido.

-Lo sé... pero intentémoslo una vez más.

Minerva no sabía que responder, muchas veces había esperado ese momento, pero ahora que lo estaba viviendo no sabía que hacer, ni que decir.

A pesar de todo el tiempo que paso, sus sentimientos no habían cambiado, pero no quería volver a sufrir por él.

-Ya es tarde... tuviste mucho tiempo para luchar por mí.- replico secándose las lágrimas.

-Por favor, no me digas eso, déjame demostrarte cuanto te amo.

-Augustus...-respiro.- Es hora que sea feliz, y contigo esa felicidad ya se ha ido hace tiempo... lo siento, pero no dejaré que me vuelvas a romper el corazón.

Se levantó y sin darle tiempo para responder, se marchó, a lo lejos él la llamaba, pero esta vez estaba decidida a no mirar atrás, ya era tiempo de cerrar el libro de su historia y quemarlo, y desde ese momento comenzar a escribir uno distinto.

A pesar de que le dolía, en lo profundo se sentía bien, una vida nueva le sonreía y ella también lo hacía, por fin sonreía, y de verdad.

<<Un nuevo comienzo, pero esta vez sin ti.>> Dijo para sí misma seguido de una genuina sonrisa.

>> Dijo para sí misma seguido de una genuina sonrisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


                                                                                                                                                                     Melisa Nicole.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 20, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

MinervaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora