Otro día, el conde Lucanor hablaba con Patronio, su consejero, y le dijo:
-Patronio, un hombre que dice ser mi amigo empezó a dedicarme grandes elogios , dándome a entender que tengo mucho de lo que enorgullecerme: honra, poder y un sinfín de virtudes. Y,tras haberme halagado tanto, me propuso un trato que, a primera vista, parece que me conviene.
El conde explicó lo que le había propuesto su amigo. Y, aunque el trato parecía provechoso, Patronio descubrió el engaño que se escondía bajo la hermosura hechicera de las palabras , así que le dijo al conde:
- Señor Conde Lucanor , lo que pretende el hombre del que me habláis es engañaros , y por eso os da a entender que sois más ricos y honrado de lo que sois en realidad. Y para evitar que os engañe , me gustaría que supierais lo que sucedió al cuervo con el zorro.
El conde preguntó qué le había sucedido al cuervo con el zorro, a lo que Patronio respondió:
Señor Conde Lucanor, en cierta ocasión, el cuervo encontró un gran pedazo de queso y voló a lo alto de un árbol para comérselo muy a su placer sin que nadie lo molestase o se lo pudiera robar. Pero entonces pasó el zorro bajo el árbol y , cuando vio el queso que tenía el cuervo, empezó a cavilar (meditar) pensando en cómo quitárselo . Y al final empezó a decirle:
- Don cuervo, hace mucho que oigo hablar de vos y de vuestra nobleza y hermosura. Pero, aunque os he buscado por todas partes para conoceros, ni Dios ni mi suerte han querido que os encontrase hasta el día de hoy. Ahora compruebo que sois mucho mejor de lo que me habían contado y, para que veáis que no lo digo por lisonjearos ( alabar) , de la misma manera que describiré vuestros encantos y perfecciones , mencionaré aquellas cosas en que, según la gente , no sois tan apuesto.
>> Todo el mundo piensa que el color de vuestras plumas y de vuestros ojos y de vuestros pico y de vuestras patas y uñas es demasiado oscuro. Y como las cosas negras no son tan bonitas como las de otros colores, os llaman feo, pero se equivocan de medio a medio. Porque es verdad que vuestras plumas son negras, pero de un negro tan intenso y brillante que a veces despide reflejos de añil (azul oscuro), como les pasa a las plumas del pavo real, que es la más bella de todas las aves. Y,aunque es verdad que vuestros ojos son negros, son los ojos más hermosos del mundo , pues los ojos están hechos para ver y los ojos negros son los que menos cansan la vista, de ahí que los ojos más alabados sean los de la gacela ( especie de ciervo que habita en áfrica) , que son más negros que los de cualquier otro animal . De la misma manera , vuestro pico y vuestras patas y uñas son más fuertes que los de ninguna otra ave de vuestro tamaño, y vuestro cuerpo es tan ligero que podéis volar contra el viento por muy fuerte que sople, algo que las otras aves no pueden hacer con tanta facilidad como vos. Y, como Dios siempre pone los cinco sentidos en todo lo que crea, estoy seguro de que no habrá consentido que a alguien tan perfecto como vos le falte la gracia de cantar mejor que las otras aves. Y, pues el Señor me hizo la merced de dejarme veros y comprobar que sois mucho mejor de lo que nunca oí decir, si yo pudiese oír vuestro canto, me tendría por afortunado para siempre jamás.
Advertid, señor Conde, que, aunque la intención del zorro era engañar al cuervo, mezcló entre sus palabras algunas verdades. Y tened por cierto que los engaños más peligrosos y las trampas mortales son aquellos en las que el traidor se vale de una verdad engañosa.
El caso es que, cuando el cuervo notó que en los grandes elogios que le dedicaba el zorro había algo de verdad, creyó que el zorro era su amigo y que tenía buenas intenciones , y no sospechó que todo aquello era un ardid para robarle el queso. Como el zorro había sido tan amable y le habría suplicado que cantase, el cuervo se dispuso a cantar. Y, en cuanto abrió el pico, el queso cayó a tierra, de modo que el zorro engañó al cuervo, haciéndole creer que era más bello y perfecto de lo que era en verdad.
-En cuanto a vos, señor conde Lucanor- concluyó Patronio-, aunque Dios os hizo tanta merced en todo, pues veis que aquel hombre os da a entender que tenéis más poder y honra y virtudes de las que vos sabéis que tenéis en verdad, entended que lo que hace para engañaros , así que os conviene guardaros de él si queréis obrar como un hombre juicioso.
Al conde le gustó mucho lo que Patronio le dijo, de modo que siguió su consejo, con lo que se salvó de cometer un grave error.
Y como a don Juan le apreció que este ejemplo era muy bueno, lo mandó a copiar en este libro y escribió estos versos que resumen la moraleja del ejemplo:
Cuando te hacen elogios
que no mereces
es que quieren quitarte
algo que tienes.
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El Conde Lucanor
Historical FictionEn Castilla medieval, un conde llamado Lucanor lleva una vida ajetreada en la que se suceden los problemas. Por suerte, Lucanor tiene a su vera a un sabio llamado Patronio que le brinda los consejos más atinados para evitar el peligro, conservar los...