Su respiración.. Su aliento.. Su voz ahogada.. Sus suspiros.. Sus gemidos.. Sus sollozos.. Sus lamentos.. Sus ruegos.. Sus suplicas.. Su voz...
Todo... todo salia por aquellos labios rojos; rojos e hinchados; rojos, hinchados y adoloridos...
Cada vez lo estaba volviendo mas loco, ya estaba fuera de control y no es como que al cuerpo de abajo le molestara. Al contrario, aquel chico debajo suyo se encontraba en blanco.
Pero el mayor sabia de la traición que estaba cometiendo, sabia que el menor mas lastimado no podía estar y que no iba a soportarlo mucho tiempo mas. Lo estaba destrozando, estaba matando lentamente a la persona que amaba, llevándolo a un abismo sin salida. Había querido tomar su mano y alejarlo de todo aquello por mucho tiempo, pero los ojos del menor lo tenían confundido ¿Que era aquel brillo que surgía cuando le hablaba? ¿Por que era tan diferente cuando Jiwon aparecía? Siempre había querido ser el único que su pequeño amara. Había querido ser perfecto para el. Pero la inseguridad no se lo había permitido.
Luego de que el aire le resultaba asfixiante, se dio cuenta de sus propios sentimientos y ahora estaba cometiendo la locura mas impensable de todas las que el haya cometido en su vida.. Pero no podía evitarlo. Noto los nudillos blancos cerrándose al rededor de la cabecera de la cama, observo como su labio era apresado entre sus labios hasta que se rompían, se fascino al ver como su piel se erizaba ante el placer. Y fue cuando las palabras salieron sin su consentimiento.
-Te amo Chanu- Dijo sin hacer notar que hasta el se había sorprendido de lo fácil que era decirlo, y se abofeteo mentalmente por no haberlo dicho antes, pues sabia tan bien decirlo, tan como probar los labios ajenos.
Rápidamente, se asusto al ver los repentinos ojos llorosos y le tomo de las mejillas reconfortándolo. ¿Acaso su pequeño no sentía lo mismo? Pero cayo aquellos absurdos pensamientos cuando el menor no lo alejo ni lo insulto, en cambio clavo sus dedos en su espalda atrayéndolo y junto ambos belfos sellando así cada innecesaria silaba.
-T-también te amo yoyo- en ese momento Yunhyeong pensó que jamas había visto esa sonrisa en el menor y se sintió contagiado, pues era solo de el, aquel gesto era de 'yoyo', le abrazo con toda la fuerza que le quedaba pues hacia solo unos segundos habían llegado al climax juntos..
Se le quedo mirando toda la noche, como dormía entre sus brazos, las caritas que hacia mientras dormía, sus balbuceos, sus pequeños y casi imperceptibles ronquidos. Y se sintió a gusto, sintió que el tiempo se paraba, sintió que nada malo podía parar si lo miraba. Sintió que cada fibra de su cuerpo quería protegerlo, protegerlo no como un pequeño hermanito, si no como lo que era... el amor de su vida. Sentía que jamas se iba a cansar de su rostro, ni de sus gestos tan únicos, ni de cada detalle de su cuerpo. Aun que el destino los separara por miles de años, Yunhyeong estaba seguro que pasara lo que pasara, aun si dejaban de verse, aun si el menor dejaba de amarlo, él jamas se olvidaría de nada.
Esa noche sintió tantas cosas, que no sintió la pequeña sonrisa de ironía y tristeza que se escapo a la persona que salia de aquella habitación...
-Jung Chanwoo y Song Yunhyeong son el uno para el otro y siempre lo supiste bobby, no interfieras- Se dijo a si mismo mientras caminaba fuera del departamento de su, ahora, ex-novio.