Rendida a los pies de la cama, esperando que alguien viniera por mi, no había caso. Nadie vendría a salvar a una chica como yo. Me metí en la cueva del lobo y ahora estaba a punto de ser la cena.
Cuatro años... cuatro largos años desde que perdí todo lo que tenía, desde que era presa de estos delincuentes. "Serás una estrella" dijeron "brillarás" dijeron... pero qué sarta de porquería.
Tenía diecinueve años y había sido vendida más veces de los que podía recordar.
'Ten-ni' - llamaron - 'levántate y vístete... me acompañaras al centro de Seúl. Necesitan tu voz para distraer al Yakuza.
'Me siento mal, Kwangsoo-nim. No quiero salir hoy' - era mandadero de mi dueño, a él lo mandaban cuando necesitaban que yo hiciera algo: cantar, bailar, entregarme... lo que fuera mientras ellos les robaban el dinero y luego los asesinaban sin más.
Yo era la propiedad de uno de los grupos más poderosos de Seúl, mafioso dueños de policías, jueces, políticos... quienes quiera que pudiesen usar en sus negocios sucios ellos los manejaban.
'¿Quieres que venga él por ti? Está esperando que te niegues para entrar'
'¿El jefe?'
'No, su hijo.'
El hijo de mi jefe, 23 años: Do Kyungsoo. Era el digno hijo de su padre,al menos lo era para todo el mundo... menos para mi. Muchos le temían, y con razón, podría destrozar tu brazo en un movimiento, sabía disparar a corta y larga distancia, pero prefería la lucha cuerpo a cuerpo. Aunque cuando lo veías, parecía más un chico en edad escolar que un sádico hijo de mafioso.
'Dile que dije que no, quiero verlo, no lo he visto hace ocho meses' - dije mirando mis manos mientras jugaba con ellas, tenía un nudo en la garganta - 'No sigue enojado conmigo, ¿verdad?'
Kwangsoo me regalo una sonrisa torcida y agradable pero solo negó con la cabeza y salió de la habitación... antes de salir le oí decir 'El jamás se enoja contigo'
Kyungsoo entró a la habitación con los ojos fijos en mí, que estaba tirada en el suelo y agarrándome de los pies de la cama, vestida con un pequeño vestido negro que más que vestido parecía babydoll. mi cabellera castaña caía sobre la mitad de mi cara... exacto apenas despertaba de la resaca y quizá aun había droga en mi sistema.
Su voz, profunda pero suave a la vez, me habló por lo bajo cuando se agachó frente a mí - 'Qué ha hecho mi padre contigo estos meses, Ten' - ese tono no era de una simple pregunta... estaba enojado.
'Negocios' - respondí con una leve sonrisa. Sus enormes y tiernos ojos inspeccionaron mi rostro cuando uso su mano para levantar mi barbilla, sus labios en forma de corazón se desfiguraron al ver el moretón que tenía en mi mejilla izquierda (lo sé, soy lamentable) - 'No te preocupes por eso, no es nada comparado a lo que pasé dos años atrás'
Su rostro se contorsionó en una mueca de dolor cuando ambos recordamos ese episodio y las lágrimas colmaron sus ojos - 'Esto es culpa mía, jamás debí traerte a este lugar jamás debí tratar de que mi padre...' - Kyungsoo comenzó a sollozar cuando un golpe vino de la puerta, el clásico "tack-tack, tack-tack de Kwangsoo, el único al servicio de la mafia en quien Kyungsoo confiaba a ojos cerrados.
'Tu padre se acerca, Kyungsoo-ssi'
Rápidamente se secó las lágrimas y se puso de pie - 'Que no te vea en el suelo, haz como que veías vestidos, por favor Ten-ni' - tomó mi mano y me puso de pie y caminamos al ropero, sacó un montón de ropa y la tiro a la cama y al suelo, luego agarró un vestido blanco con tirantes negros estilo imperial y me lo entregó asegurándose que estuviese de cara a espejo y con el vestido sobre el cuerpo como si estuviese viendo qué tanto me venia. La puerta se abrió y el padre de Kyungsoo entró ataviado de ropa italiana color plateada. Un traje a la medida.
'Este me parece mejor que los demás' - soltó Kyungsoo, yo estaba a punto de soltar muchas lagrimas, pero por él me contuve. - 'Padre, creo que Ten se verá mucho mejor con el blanco.'
'A los japoneses les gustan coquetas y tiernas, que se ponga algo rosado' - la mirada severa de ese hombre siempre me ponía los pelos de punta y a veces no me dejaba mover un solo músculo, el padre de Kyungsoo se paró frente a mí apartando a su hijo y tirando una caja a mis pies. - 'ponte eso rápido, te quiero afuera en quince minutos, enviaré a Amber a maquillarte'.
Sacó a Kyungsoo y a su mano derecha de la habitación y metió a Amber. Era mayor que yo y llevaba más tiempo entre esta gente, y había sido muy amable conmigo desde el principio. Las dos sabíamos que no teníamos otra alternativa más que hacer caso de lo que nos dijeran.
'Estuviste leyendo ¿cierto? por eso el golpe que te dio ayer'
'Sí, el libro que me diste.... !perdóname unni el jefe lo tiró por la ventana! Ni siquiera pude terminarlo' - respondí entre lágrimas.
'No te preocupes, yo lo pude salvar' - dijo acariciando mi cabeza como lo haría cualquier hombre, a pesar de su aspecto masculino, era muy tierna y divertida. Además siempre traía libros que encontraba, para que yo pudiera estudiar, aunque fuera un libro preescolar.
Porque yo adoraba leer, siempre lo hice.
Mis padres fueron profesores, mi madre enseñaba en una escuela secundaria, mi papá era maestro de universidad. A veces me dejaba asistir a sus charlas de psicología... pero eso fue antes del accidente, antes de que perdiera todo...
Quizás... si sobrevivo a este día pueda contarles mi historia.
TAN TAN!!!! SI LO SÉ, ALGO CONFUSO... JIN EN LA PORTADA PERO SALE D.O. Y KWANGSOO Y AMBER... NO SE PREOCUPEN, SI ES QUE LLEGO A TERMINAR ESTE FIC TODO SE RESOLVERÁ.
AH, APARECERÁN MUCHAS PERSONAS POR AQUÍ, DRAMALAND Y K-POPWORLD SE UNIRÁN PARA MI PROYECTO (SI LES GUSTA ESTA HISTORIA TAMBIÉN PASEN POR MIS OTRAS HISTORIAS) *o*
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My Assassin
FanfictionAlguna vez escuché acerca de un piloto... volaba boca abajo, directo hacia el profundo mar y a su propia muerte. Aunque todos sus instrumentos le indicaban que iba en picada, no prestó atención por estar embelesado con las "estrellas"... la oscurid...