Capítulo 1

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Iba en un taxi de camino a mi trabajo. Mi nuevo trabajo. Llevo tan solo dos semanas en Nueva York y he tenido una suerte enorme de haber encontrado un trabajo tan rápido.

Tras acabar mis estudios decidí comenzar una nueva vida, en una nueva ciudad lejos de Europa. Os preguntareis por qué. Decidí comenzar de cero debido a que ahí no me quedaba nada. A mi padre nunca le llegue a conocer debido a que se separó de mi madre antes de que yo naciera. Y mi madre bueno...al principio se preocupaba de mí, al cumplir los 18 dejó de hacerlo porque según ella ya me podía valer por mí misma. Y tenía razón.

Todo lo que llevaba conseguido hasta ahora lo he conseguido por mí misma. Sin ayuda de nadie. Reconozco que fue duro, pero como suelen decir, el esfuerzo da sus frutos, ¿no?

Cuando le di la noticia de que me iba a vivir fuera debido a que quería buscar trabajo se alegró, pero no como yo esperaba. Me sonrió y me dijo "estoy muy orgullosa de ti pequeña, sabía que podías valerte por ti misma y seguro que todo te irá aún mejor ahí." Me abrazó y me dio un beso en la frente. Después ya no volvió a decirme nada más sobre el tema, ni me pregunto nada ni vino a despedirse de mí al aeropuerto.

No me molestó ya que dejó de preocuparse por mí hace años. Puede que no haya recibido todo el amor de una madre como los demás, puede que por eso mi forma de ser sea algo fría.

Como dijo mi madre, ya tengo la edad suficiente para valerme por mi misma y cuidar de mí. Ya tengo 22 años y aquí comienza mi nueva vida.

Salí del taxi y me quedé mirando el gran edificio que se levantaba ante mí. En lo alto se veía unas letras enormes con el nombre de la empresa, "Carter Corp". Empecé a caminar hacia la puerta y un portero con un traje elegante me abrió las puertas con una sonrisa en su cara para que pudiera entrar.

Me quede asombrada por el gran recibidor que se extendía delante de mí. Había varios sillones y sofás para que le gente pudiera sentarse mientras esperaba para que les atendieran.

Me dirigí hacia una chica rubia que estaba detrás del recibidor. Me miró y sonrió-

-Buenos días, ¿qué desea?- pregunto amablemente aun con la sonrisa en la cara.

-Soy Kassandra Hataway

La chica tecleó cosas en el ordenador hasta que se levantó y me ofreció sentarme en unos de los sillones.

-El señor Simons está en una reunión en estos momentos. ¿Desea tomar algo mientras le espera?

-Un café si no es mucha molestia- respondí sonriéndola

La chica se dio la vuelta y se fue a por el café que le había pedido. Mientras esperaba a que volviera me di cuenta que la mayoría de las chicas que trabajaban ahí iban bien vestidas, bien peinadas, todas tenían buen cuerpo y ninguna era fea.

La chica rubia volvió con mi café y me lo dio aun con esa sonrisa en la cara. Volvió a irse debido a que había sonado el teléfono y tenía que cogerlo.

Di unos sorbos al café e intenté relajarme un poco. No estaba acostumbrada a trabajar en un sitio que tiene tanto prestigio. Ayer por la noche investigue un poco sobre la empresa que la fundó el famoso y misterioso Ryan Carter. Misterioso debido a que casi nadie de los que trabajan en la empresa le han conocido. Solo han oído hablar de él pero nada más. Los únicos que lo conocen son las personas que trabajan en los puestos más altos de la empresa.

Mientras seguía pensando la chica rubia volvió y me dijo que la acompañara. Me levanté del sillón y fui detrás de ella.

-Puede estar tranquila Srta Hataway, seguro que le ira genial el primer día- dijo mientras nos dirigíamos a uno de los ascensores que había.

-Eso espero...-respondí algo nerviosa

-¿Es nueva en la ciudad?

-Sí, llegue hace dos semanas de Europa- la dije sonriendo

-Le gustará la ciudad, es muy viva y siempre hay cosas que hacer

Me sonrió y le devolví la sonrisa mientras salíamos del ascensor que daba lugar a una enorme planta llena de mesas con varias personas trabajando. Me dijo que la siguiera para enseñarme un poco lo que había, me enseñó donde estaba la zona de descanso, me explicó a lo que se dedicaban en esta planta las personas que trabajan en ella y volvió a decirme que esperara a mi jefe mientras ella volvía al ascensor.

"Seguro que es un viejo" pensé mientras esperaba. De repente vi que se acercaba un hombre joven hacia mí. Era rubio con los ojos azules y se podía ver que tenía un cuerpo atlético. "Pues me equivoqué" me dije a mi misma en ese momento.

-Buenos días Srta Hataway. – me tendió la mano para saludarme y le salude mirándolo a los ojos. – Espero que no le haya importado esperar tanto.

-No se preocupe, no me ha importado-respondí mientras seguía mirándolo.

Me di cuenta que en su mano derecha llevaba un anillo. "Debe de estar casado" pensé. Me sentía algo incómoda debido a que me miraba fijamente, pero al momento se dio la vuelta y me dijo que le siguiera.

-¿Ha podido visitar la empresa? – preguntó mientras le seguía

-Sí, un poco por encima

-Bueno, ya la ira conociendo mejor con el tiempo – dijo mientras me sonreía con una sonrisa pícara – Pase, esta será su mesa de trabajo. Espero que se sienta a gusto aquí y con su compañero de trabajo.

-Seguro que sí- respondí con una sonrisa

-Bien, tengo una reunión en unos minutos, pero volveré a pasarme para verla

-De acuerdo- dije mientras se marchaba

Miré mi mesa, no era muy grande pero tenía el tamaña suficiente para poder trabajar. En cambio la de mi compañero era un desastre. Estaba llena de papeles por todas partes. "Espero que no sea un chico aburrido, sino los días se me harán eternos" dije mientras me sentaba en mi mesa.

Pasaron como cinco minutos cuando un chico entró por la puerta. Era alto, con el pelo negro y unos ojos bastante bonitos. También se veía que tenía un cuerpo atlético y que tenía una moto por el casco que traía consigo. Me miró y sonrió.

-Tú debes de ser la nueva. Soy Matt y perdona por el desorden pero así trabajo mejor- dijo sonriendo

-No te preocupes yo soy igual. Me llamo Kassanda-dije mirando su sonrisa y acercándome para saludarle con dos besos.

¿Por qué he hecho eso? Me dije a mi misma extrañada.

-Que espabilada la chica nueva-dijo riéndose mientras ponía un portátil sobre mi mesa.-Este va a ser tu nuevo amigo.

-Genial, me encanta la tecnología-dije mientras pasaba mi mano sobre el portátil

Matt se rió y me di cuenta de que era un chico alegre, al que le gustaba pasárselo bien. Me alegré de que fuese así ya que mis días no serían aburridos trabajando con él. Matt se sentó en su silla y se acercó a mí.

-Tranquila te ayudare a instalar todo lo necesario, tienes al mejor delante

-¿A sí? ¿Al mejor?-pregunte mirándolo

-Las otras no se quejaron-dijo riéndose

Puse los ojos en blanco y volví la mirada hacia el ordenador.

-Muy bien Don Juan, explícame lo que haga falta.

Cambiamos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora