Cayendo en la trampa.

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Cayendo en la trampa.

Shizaya (Shizuo x Izaya)

Durarara!

By: Ale Moriarty.

Para: Millenium-Nothing-My Bitch. Este fue uno de los fanfics que le hice a mi amiga por Navidad, espero lo disfruten... es uno de mis fanfics viejos.

Otra noche fría en Ikebukuro, luces rojas y azules brillando en la mayoría de las calles de la ciudad, un sonido familiar inundaba las solitarias avenidas; ese sonido metálico que se arrastraba por el asfalto mientras los gritos graves de esa voz ...

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Otra noche fría en Ikebukuro, luces rojas y azules brillando en la mayoría de las calles de la ciudad, un sonido familiar inundaba las solitarias avenidas; ese sonido metálico que se arrastraba por el asfalto mientras los gritos graves de esa voz resonaban en cada edificio.

--¡Izayaaaaaaaaa!—el grito iba acompañado de la risa del contrario que parecía encantado con la furia del rubio, de nuevo le había robado sus tan preciadas gafas, esa sabandija.

--Shizu chan, ven por ellas antes de que las destroce—se burlaba del rubio mientras las carcajadas resonaban por las calles, esa Noche buena estaba siendo solo buena para el Orihara ya que era el único divirtiéndose por aquello, aunque todo era una trampa para atraer al Heiwajima.

--¡Cuando te atrape no volverás a respirar!—las amenazas habían sido soltadas pero eso no intimidaba para nada al pelinegro quien había doblado en un callejón, era difícil mirar correctamente con aquellos lentes oscuros pero por nada del mundo los soltaría.

--¡Izayaaaaa!—lanzo el letrero metálico que estaba completamente doblado hacia el cuerpo del escurridizo pero este lo logró esquivar por los pelos, agradecía en sus adentros estar acostumbrado a que la bestia le lanzara siempre aquellos señalamientos. Era un experto esquivándolos, podría llegar a conseguir el título si se lo proponía.

La trampa ya estaba puesta, solo tenía que lograr que la bestia cayera... el problema era que no fuera obvio.

Había logrado correr más rápido que el en esa vuelta por lo que era el momento perfecto, doblo unas cuantas cuadras más y llego a la calle donde había puesto su pequeña travesura, se escondió detrás de un enorme basurero y espero tener suerte sino todo el plan se iría al diablo.

El objetivo llego a la calle mientras jadeaba recuperando el aire perdido.

--¡IZAYAAAAAA!—grito de nueva cuenta y esa fue la señal, desde su posición lanzo una pequeña piedra hacia un callejón oscuro para que hiciera un ruido sonoro, una sonrisa se dibujó en Shizuo y apretó los puños con satisfacción--¡Te atrape bastardo!—grito en señal de victoria pero no se imaginó lo que venía después...

Una simple cuerda para hacerlo tropezar y cayó en ese artefacto de madera que se cerró automáticamente atrapando su cabeza y sus manos, una risa se soltó por parte del pelinegro mientras se acercaba con cuidado al rubio quien trataba de idear la forma de escapar.

--Vaya ¿no es interesante? Poder robar una picota del museo de artefactos de tortura sin que nadie este enterado—dijo con burla viendo como su presa lo miraba con odio—Me alegra que tengas cerebro de bestia y caigas tan fácil Shizu chan~--canturreo su nombre con diversión mientras balanceaba las gafas de este de una mano a otra.

--¡Sácame de esta cosa antes de que te desgarre!—amenazo viendo la manera de romper el artefacto con su fuerza sobrehumana

--Esta cosa es una de las más valoradas en el museo así que me la pensaría dos veces antes de romperla, digo, sino quieres volver a la cárcel—tomo una foto con su celular como prueba de que estaba atrapado en aquel instrumento de tortura—es tan encantadora esta imagen, creo que será un excelente fondo de pantalla—las burlas no cesaban y el Heiwajima estaba echando humo por las orejas.

--¡Te matare Izaya!

--Primero sal de allí—le dijo con una risa que no podía controlar mientras sacaba una navaja de su bolsillo—vamos a jugar un juego por Navidad ya que será dentro de cinco minutos exactos—comento debido a que había checado la hora en su móvil al conseguir esa fotografía—Se llama atínale a Shizu chan—se burló mientras el otro apretaba la mandíbula—Si no gano te daré la llave, tengo tres oportunidades

--¡Déjate de estupideces iza...!—no termino la frase porque el sonido de golpe contra la madera resonó en ese callejón, la arma afilada estaba cerca de su cara a unos centímetros mientras la figura del pelinegro se mostraba delicada y con un brillo en los ojos.

--Ups, falle—dijo con un mohín mientras Shizuo sentía como una gota de sudor se resbalaba por su nuca—Necesito estar más cerca ya que no veo—dijo avanzando dos pasos y sacando otra de las navajas del bolsillo de su abrigo—segundo tiro...

Shizuo cerró los ojos por impulso y solo escucho de nuevo el sonido de golpe contras la madera viendo como la navaja había rozado su mejilla, trago duro... ese cabrón sí que estaba jugando con él.

--¡Deja de jugar bastardo!

--Ultimo tiro, espero no fallar Shizu chan, cierra los ojos no creo que quieras ver cómo te parto la cabeza en dos—se burló mientras lanzaba su navaja de una mano a la otra y luego lo apuntaba—1...

--¡Te matare!

--2...

--Ugh...--pronuncio mientras cerraba los ojos y esperaba que su cabeza fuera tan dura como para soportar el afilado objeto aunque en su lugar, una calidez lo recorrió desde sus labios esparciéndose por todo el cuerpo, abrió los ojos y el bastardo lo estaba besando en la boca, resoplo y el Orihara simplemente se alejó con una sonrisa zorruna en sus labios--¡Qué mierda te pasa!

--Es solo un beso por el muérdago Shizu chan—bromeo mientras el otro empezaba a enfadarse de verdad--¡Feliz navidad! Yo gane...--le guiño el ojo mientras lanzaba la llave hacia el basurero que había sido antes su escondite y se marchaba corriendo ya que había conseguido su regalo de Navidad.

--¡IZAYAAAAAAA TE MATARE!

En las frías calles de Ikebukuro, donde estaban adornadas de luces rojas y azules, en una noche de Navidad... Izaya Orihara le había atinado a la bestia.

--Creo que podremos seguir jugando en otra ocasión Shizu chan—dijo mientras guardaba las gafas en sus bolsillos.

Fin.

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