Evan

Tercero

-¿Entonces qué? -Me preguntó,no alcé mi vista del computador y seguí tecleando- ¡Cara de luna! 

-¿Entonces qué de qué?-Respondí entre murmullos

Me voltee a contemplarlo,el torso desnudo como siempre,con aquellos abdominales que provocarían suspiros,los brazos fuertes,los pantalones negros que tanto me gustaban en su cuerpo,el cabello desordenado y un cigarro en una mano,la otra en su pelo,recostado en mi cama mirando como yo trabajaba en el proyecto de Humanidades del semestre.

-¿Te falta mucho? -Pregunta nuevamente.

No respondo,continúo tecleando.

Es así como el ser humano podría por fin alcanzar el límite de sus sentimientos,explorar las distintas actividades contenidas en el capítulo anterior es una forma clara de analizar las causas y consecuencias que ....

Toma la silla en la que estoy sentada y la eleva por encima de sus hombros.

-¡Carajo Evan! ¡Me harás daño!

-Quizás,pero no de esta forma.

-¡Bájame ya bicho!

-Pues este bicho quiere que le respondas si te falta mucho.

-¿Y qué vamos a hacer en mi habitación un aburrido domingo?

-No quieres,créeme que no quieres poner mi imaginación a volar,hay doscientas mil ideas nadando en mi mente en este mismo instante.

Me baja y me quedo mirando el computador,por el reflejo puedo verlo mirar a techo,se le forma un tan precioso ángulo en el cuello,bien,he perdido.Cierro la laptop y giro en mi silla.

-¿Terminaste?-Pregunta ansioso.

-No,pero tampoco terminaré si te tengo aquí.

-¿Quieres que me vaya?

-Quiero que me digas que tienes planeado para hoy.

-¿A parte de destruirte los labios a mordiscos?

-A parte de eso,claro.

-Ponte una blusa azul,te espero abajo o pensándolo bien,te ayudaré a escoger esa blusa.

-Pervertido.

-Hombre-Sentencia.

Me río y comienzo a rebuscar en el clóset.