The Forest of Perdition

Two Demonds and an Innocent Soul

La noche daba corrientes de aire demasiado fuerte para ser una de agosto, Lendrith debería haberme puesto el maldito mensaje del lugar equivocado porque me encontraba cerca de un bosque que no dejaban nada bueno a a la imaginación además de ser un poco tenebroso sin contar la falta de iluminación que tenía esta zona de Vancouver, al momento que decidí regresar por aquel camino que conducía a la carretera central escuche unos murmullos y gemidos provenientes de un lugar en la oscuridad del bosque, mis instintos me pedían que corriera de hay pero el sentido racional no funcionaba mucho en mi así que como la loca y estúpida que soy me dirijo hacia dónde provienen aquellos ruidos, entre más me acercó los gemidos se intensifican y mi excitación aumenta a desniveles inimaginables, la luz que penetra sobre los árboles no es más que la de la luna que brilla intensamente desde la cúspide del cielo azul, iluminando una escena que si no fuera para mí y hubiera sido vista por otras personas la hubieran interpretado como un acto de desagradable y repulsivo para la vista humana, pero simplemente eran dos espécimen, tipo machos alfas todo Músculo y tatuajes por doquier y una chica en medio dándoles placer en sus miembros con la mano mientras introducía uno de los penes en su boca y comenzaba a subir y bajar sobre la erección del chico Rubio tiene demasiados tatuajes pero cada uno pareciera contar una historia su abdomen se tensaba cada vez que la pequeña chica en medio le sopla su pene, pero no dejan de mirarse a los ojos con el chico moreno aquel es un poco más menudo pero demasiado musculoso el tiene un tatuaje que logra llamar demasiado mi atención pareciera que fuera un león con una corona de plumas en su cabeza refleja furia y poder son unos adonis para disfrutar con solo mirarlos, la chica se para abruptamente y deja a los chicos con una sonrisa de suficiencia en sus rostros, ella parece despertar de algún tipo de trance inducido pero no logra llegar a tiempo antes de que el moreno tome su cintura y le rasgue las pequeñas prendas que lleva en ella, dejando la abierta y en disposición para su amigo el rubio que sin consentimiento se desliza un preservativo por su grande erección y arremete contra la chica sin piedad haciendo que el moreno pierda un poco el equilibrio pero sin dejarla caer la agarra con más fuerza y la pobre grita demasiado fuerte para que solo sea placer, sus penetraciones son demasiado demoledoras esa chica va hacer lastimada y no creo que logre poder presenciar esto sin decir o hacer nada, sacándome de mi estado de cordura el moreno la lanza a los brazos del rubio y el la penetra más hondo y fuerte haciendo que la chica quede inconsciente me imagino que del dolor, el otro simplemente desliza un preservativo sobre su bien Dotado miembro y sin preámbulos la penetra por detrás, ¡Dios santo! aquella chica va a terminar desgarrada por estas dos bestias, ella vuelve en sí durante unos segundos pero ya no veo placer en la pobre chica solo dolor y frustración pero que puedo hacer por ella nada, nada puedo, después de que logran saciarse por completo se salen de ella de un tirón y la arrojan al suelo como si fuera un saco de arena, la chica se remueve en el piso sollozando y yo solo quiero que se vallan para poder ayudarla pero eso no va a suceder, me escondo en unos matorrales que hay en el lado izquierdo y me agacho obteniendo una mejor visión de la pobre desgraciada, es hermosa, pequeña y con cara de duendecillo pero con un pecho demasiado grande para su pequeño cuerpo y una cintura de avispa enserio es demasiado bella para ser tratada así, el chico Rubio se impone ante la pequeña chica tomándola de las piernas y pasando un cuchillo, ¡ DE DONDE CARAJOS SACARON UN JODIDO CUCHILLO!, estoy delirando pero dios Santo que van hacer con eso la chica mira con horror y lo que aran a continuación me dejara anonadada...

Vamos que se que los dejo en suspenso pero vamos haber que tal les parece la historia por cierto olvide agradecer a Paula por la portada, quedó como esperábamos muchísimas gracias