-Hospital.

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No estaba haciendo un gesto amable ni tampoco estaba tratando de quedar bien, no tenía nada por lo cual ir a poner su cara de idiota enfrente del otro y sin embargo ya estaba ahí, de pie contra el muro blanco sosteniendo los presentes contra su cuerpo, se mordió el labio y suavemente se acomodó la camisa... no, no lo había imaginado, en verdad esa mañana había decidido ponerse camisa ¿que estaba pensando? por lo pronto solo pensaba una cosa y eso era que el otro estaba en ese cuarto.

La enfermera le había dicho que tenía que esperar, que Seth finalmente había decidido que quería tomar un baño, él había decidido esperar en el pasillo pero estaba intensamente pensando en pasar a dejar los regalos y después emprender la carrera porque no podía creer que hasta se hubiera peinado hacia atrás... ¿era estúpido acaso? ni para el funeral de su madre se había peinado así.

De pronto escuchó música en el cuarto, solo significaba una cosa: Seth había salido del baño y probablemente se estaba vistiendo con ropa interior y su bata, entonces y sin pensarlo cruzó la puerta. Seth casi se resbala con su propio camino de agua desde el baño hasta su cama

- ay, ay... - se quejó sosteniéndose la pierna tras volver a caer sentado en la silla de ruedas, Dean rodó los ojos y lanzó el oso de felpa y las flores a un lado

- idiota ¿pretendes que te tengan que operar de nuevo? a ver... - le dijo y lo tomó de la pierna sana y la espalda para poderlo subir a la cama

- ¿te peinaste? - preguntó Seth mirando el pelo del otro

- gran observación, genio - le dijo y buscó en los cajones por ropa interior para el otro, le ayudó a pasar la pierna enferma y dejó la prenda ahí

- ¿que haces aquí? - preguntó Seth acomodándose la prenda correctamente aprovechando que Dean se había girado para lanzar la silla de ruedas mojada a un lado

- viniendo a ver tu fea cara, te traje un oso de felpa y flores para decorar tu bonito cuarto blanco - dijo sonriendo antes de pasarle una bata de hospital seca pues la que usaba se había mojado con el agua que le goteaba del pelo

- ¿por qué? - preguntó Seth arqueando la ceja y tomando la bata, lanzó la mojada a un lado y se cubrió con la seca, solo tenía que permanecer ahí por un par de días más y luego tendría que mudarse al hospital de rehabilitación donde ya le esperaban sus cosas y un cuarto con más colores

- blah, blah, blah...¿no harás otra cosa más que preguntar? - preguntó Dean y fue hasta donde estaban las flores - tulipanes... son tus favoritos ¿no? lo dijiste una vez... - dijo Dean mientras se los ofrecía al enfermo


Seth lo miró como si le hubiera salido un tercer ojo pero finalmente negó con la cabeza y tomó las flores, miró los colores, había tulipanes de todos los colores y eran hermosos.

- son bonitos, gracias... y gracias por venir, ayer cuando desperté Miz estuvo por aquí haciéndome reír con sus tonterías... y mi doctor es genial, Hunter también estuvo por aquí ayer en la tarde... no pensé que tu fueras a venir - dijo mientras presionaba el botón para llamar a la enfermera y que ella pusiera sus flores en agua

- ¿ por qué no vendría? - preguntó Dean mientras tomaba el oso y se lo mostraba a Seth, era enorme y portaba la playera de the shield, Seth pareció tragar en seco apenas se dio cuenta de ese detalle

- ya sabes, los sillazos, las patadas, los ataques, tu hombro, que los "traicione" - dijo Seth haciendo comillas con los dedos, incluso Dean había entendido que eso no había sido una traición, con el tiempo y un montón de terapia por parte de Roman

- eso ya no importa... estarás fuera casi un año, con suerte podrás volver para la próxima Westlermania - dijo Dean acomodándose en una silla

- gracias por hacer más obvio lo obvio... pero volveré, recuperaré mi título... gozalo mientras puedas, Ambrose - dijo Seth con una sonrisa y Dean sonrió también


La enfermera entró sin pedir permiso y miró a ambos muchachos con cara de pocos amigos, Seth arqueó la ceja mientras la miraba, después extendió la mano y con su sonrisa más amable le pidió que las pusiera en agua, la enfermera se las arrebató y salió de ahí.

- la próxima vez que vengas recuerda traerle flores a ella también - pidió Seth mirando la puerta por donde la mujer había salido

- solo le doy flores a la gente que me importa, a ella más le va una patada en la cara - dijo Dean con cara de pocos amigos, era muy poco paciente pero eso ya lo sabía Seth bastante bien, sobre todo con las mujeres que le recordaban a su madre


Se formó un silencio respetable, Seth estaba acostumbrado a los silencios que guardaba Dean, era una forma de enfriar las cosas cuando el tema se estaba poniendo escabroso y la situación tensa, ninguno quería hablar del "me importas" implícito o de la madre de Dean, o de la pierna de Seth, ambos se sentían bien solo estando juntos, habían estado solos los dos por mucho tiempo, primero rivales, después aliados, después amigos... algo más y finalmente enemigos de nuevo solo para esconder la gran furia que Dean sentía cada vez que lo defraudaban.

- ¿has estado bebiendo? - preguntó Seth de pronto


Dean pareció ofendido al principio pero después se fijó en la cara de concentración de Seth, parecía estarle leyendo la mente, conocía esa cara y sabía que solo preguntaba por cortesía, que lo sabía bien.

- ¿como supiste? - preguntó avergonzado

- te peinaste, estás usando una camisa que por cierto no te queda nada bien, tienes un calcetín de cada color, gastaste dinero en regalos para mi y además estás bañado en loción para caballero... no me engañas, Ambrose - dijo Seth sonriendo

- bueno... es lo que pasa cuando... - inició Dean pero fue interrumpido

- ¡no lo digas! se que no tengo derecho y que son cosas viejas, pero me prometiste que dejarías de ser un ebrio, un demente y un peligro. Y sigues bebiendo hasta dormirte, haciendo cosas increíblemente estúpidas y además no te alimentas bien... no creas que no me doy cuenta que no te ha sanado el hombro, he tenido cuidado de no lesionarte pero sabes que otros lo usarán en tu contra y entonces mi silla de ruedas y yo iremos con claveles para decorar tu cuarto - le dijo Seth sabiendo bien que a Dean le gustaban los claveles, eran como él...sencillos y poco apreciados pero tenían su encanto.

- no digas tu que es algo viejo, sé que te lo prometí, y que he faltado a mi promesa... pero quiero que sepas que... - la voz del rubio se convirtió en un susurró y con la mirada avergonzada miró al moreno - que tú tampoco has cumplido tus promesas.

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2016 ⏰

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Apesta. (ambrollins)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora