Pocas cosas la hacían sentirse libre como el solo hecho de estar sola. No era ninguna depresiva no, por el contrario le encantaba pasar tiempo con las personas que amaba pero estar sola era el único momento en que sentía que no debía ocultarse.
Una vez conoció a otra chica, y admiraba la manera en que ella se expresaba, así sin más, solo decía lo que pensaba se mostraba tal como era, hacía ver su punto de vista con una convicción digna de admiración, la misma que ella creía tener, que valiente pensaba, porque en este mundo hay que ser valiente para demostrar lo que realmente somos. Y era lo que a ella le faltaba, valentía, ¿Por qué le daba miedo decir lo que quería? no sabía explicárselo realmente pero era imposible que todo lo que pensaba saliera de su boca.
Algún día -pensaba- tendré la valentía de mostrarme al mundo como lo que quiero ser, como lo que soy. Solo espero no tardar demasiado, ya me estoy aburriendo.