Jus Friends

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El sol salía del horizonte como todas las mañanas y los pájaros cantaban afuera, era un fin de semana perfecto para que todos se fueran al diablo...

-Ashton, debes salir de tu cuarto, hace un hermoso día afuera.-Gritó mi madre desde el otro lado de la puerta.

La misma platica de mierda de todos los días..

-Lo siento, mamá, pero no me importa.-Respondí hundiendo mi cabeza en la almohada.

-Muchacho insolente...-Dijo ella y dio un suspiro antes de marcharse.

Se perfectamente que esta perdiendo las esperanzas, lleva dos años intentando que sea un "adolescente normal" Según lo que ella piensa.

Me levanté de la cama aperezado y me metí al baño, me di un largo baño de burbujas mientras escuchaba "Roger Rabbit" de Sleeping with sirens.

Salí de la bañera, busqué unos boxers y me los coloqué, pensaba quedarme así por el resto del día.

Encendí la consola de vídeo juegos y empecé a jugar Kingdom hearts, uno de mis favoritos.

Pasada una media hora volví a escuchar los gritos de mi madre, vamos de nuevo..

-¡Ashton! Sebastian vino a verte.-La oí gritar desde la planta baja.

Sebastian es la única persona que soporta mi forma de ser, lo conocí hace casi tres años, cuando me transfirieron.

-Dejalo pasar.- Grite desde mi ventana, la cual daba al frente de la casa.

Unos minutos después escuche pasos aproximarse, abrí la puerta de mi habitación dejando ver a un chico blanco de cabellos rubios oscuros y facciones finas, sus ojos son color avellana, grandes y expresivos. Me examinó con la mirada igual que yo a él, no se sorprendió al verme en ropa interior ya que se estaba volviendo una costumbre, además de que ya me ha visto desnudo antes...

-Hola, Ashy.-Dijo dándome un abrazo, no entendí el por qué hasta que sentí su mano en mi trasero.

-Sebas, sueltame ¿si?-

-Que delicado.-Se alejó.

-¿Que haces aquí?-

-Vengo a recogerte.-

-¿Que?-

-Solo ponte algo y alista tus cosas, te quiero listo en cinco minutos.-Dijo relamiendo sus labios.- Luego daré detalles.-

-¿Que? No iré a ningún lado.- Le respondí.

-No me importa, te espero en el auto.- Dijo dando la vuelta para marcharse.

-Espera.-Tomé su muñeca.-¿A donde iremos?

-Solo empaca tu traje de baño y ropa suficiente para toda la semana.-

-¿Mi madre esta de acuerdo con esto?-

-¿Desde cuando te importa lo que ella diga?-

Lo miré divertido y saque la maleta del armario, hace tiempo que no me escapaba así de casa.

Sebas se dio la vuelta y salio de mi habitación rumbo al auto.

Me puse una camiseta gris con el logo de "Panic! At the disco", unos pantalones negros ajustados y unas botas negras con cordones. Peine mi cabello de colores verdeazulados y tomé mi celular.

Empaque mis cosas y bajé las escaleras silenciosamente con mi maleta, abrí la puerta lentamente y cuando estaba por dar el primer paso escuche la voz de mi madre detrás de mi.

-¿Adonde vas con esa maleta?- No ahora, por favor.

-Iré a dormir a la casa de Sebastian esta noche.- Mentí.

-¿No te parece que esa maleta es muy grande para una noche?.-

-Mamá, lo que pasa es...- Vamos ¡piensa en algo!- Que no sabía si llevar mi pijama de Winnie Pooh o la de los Teletubies.-

Me miró algo incrédula y se dio la vuelta en señal de rendición, supongo que no le queda de otra que dejarme hacer lo que quiera, yo nunca la escucho.

Salí rápidamente de mi casa azotando la puerta y me subí al asiento del copiloto lanzando la maleta al asiento trasero.

Sebastian encendió el auto y arrancó a toda velocidad. En el camino se detuvo en un súper mercado a comprar algunas cosas, entre ellas, alcohol, comida chatarra y condones.

Y no, no son para follar con chicas, ya deseara mi culo que fueran para eso, y si, de vez en cuando los amigos se cogen entre ellos, haya interés amoroso o no.

Aunque he de admitir que este tipo folla como un Dios, no importa si el día siguiente necesite muletas, vale la pena por un momento de placer.

Eliminé esos pensamientos de mi cabeza rápidamente y suspiré viendo la carretera, parecía no tener fin y no sabía siquiera a donde íbamos.

-Oye ¿a donde vamos?-

-¿En serio quieres saber?- Asentí. -Pues debes hacer un trabajo para mi primero...-Hizo una cara digna de un pederasta y entendí a lo que se refería.

-Gracias, pero no gracias.- Dije algo molesto.- No soy puta de nadie.-

-¿A si? Ya veremos quien va estar rogando por más cuando te la este metiendo.-

Casual, típica charla entre mejores amigos... En realidad solo me gusta hacerme del rogar, me encanta que me la meta.

-¿No has pensado en invertir los papeles algún día? Ya sabes, ser el pasivo.-

Me miró con una expresión divertida mientras soltaba una carcajada.-No.- Dijo ahora con seriedad.

-Chingue su culo...-

-¿Y si mejor chingo el tuyo?-

-¿Y si mejor comes mierda?- Dije sacando una botella de cerveza.

Sebastian mantuvo silencio y miro en dirección a la carretera, unos kilómetros después aparcó el auto en un mirador y salió a fumar un cigarrillo.

Yo examiné el auto como si fuera la gran cosa, miré el asiento trasero y recordé cuantas noches había pasado con Sebastian ahí, convirtiéndonos en uno solo...

DreamcatcherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora