Mi primer encuentro.

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"Sin amor, la verdad no puede ser vista"- Murmuro en voz alta sin motivo alguno-
-Esa es una frase que ha sido grabada en mi mente, incluso hasta hoy en día... Oh es cierto he sido bastante grosera hasta ahora, perdona mi indiscreción y mi falta de modales. Es un gusto conocerte personalmente, Yugi Mouto.
Mie llamo, bueno... mi nombre no tiene ninguna importancia pero puedes llamarme "Nieve"
Por favor, toma haciendo –señala una silla, frente a Yugi aparece una mesa decorada con una tela bordada con hilo de oro y con algunos patrones de animales. Una taza de té estaba encima del mantel junto con algunos chocolates.
La habitación era oscuro y con solo una lámpara alumbrando desde arriba como en las películas donde hay un policía interrogando al sospechoso-
-Puedes tomar cuantos chocolates y té quieras, después de todo pasaremos un buen rato hablando-.

Nieve sonríe, esta chica es algo extraña aunque tiene la apariencia de una persona de 18 o 19 años se expresa de forma muy formal y se viste muy recatadamente.
Viste algo parecido a una Abaya sobre la cual tiene dos velos, más grueso que cubre su cabeza, otro más delgado y grande semi transparente. También tiene una mirada vacía, extraña para una chica de 18 o 19 años... Era una persona inquietante a los ojos de Yugi para ser una adolecente pero bueno, después de toda la aventura que había pasado antes ya no le extrañaba encontrar a personas así.

-¿Cómo deberíamos comenzar? Aunque... creo que sea lo que se lo cuente aqui no me creerá, así que tome lo como más le convenga, mentira o verdad a mi realmente no me importa.-

Giro la cabeza, se sentó frente a Yugi y apoyo sus codos sobre la mesa recargando su barbilla en sus manos.

-¿Cómo es qué... conociste a Atem? –Dijo Yugi mientras tomaba un poco del té.

-Es cierto, para ustedes ha de haber sido extraño aparecer así como así en sus vidas. A veces lo olvido debes perdonarme.

-No hay nada que perdonar- Al menos eso creo...

-Hace mucho tiempo, existía un gran reino llamado "Asiria", más bien un imperio pero como todos sabemos los imperios no duran para siempre.
Asiria era un gran imperio pero eso cambio cuando Babilonia empezó a ganar fuerza... Se hicieron tan grandes que un pueblo sometido por los asirios se convirtió en el sometedor, Asiria poco a poco perdía poder y rey tras rey caía en desgracia.
El rey de Asiria, mi padre, busco ayuda en el Faraón a cambio de su ayuda me daba en mano para su hijo. Los Asirios eran buenos comerciantes y tenían muchas rutas comerciales secretas después de todo ellos habían introducido el algodón desde la India.
El faraón no se lo pensó mucho, ya que incluso si perdían la guerra y Asiria desaparecía los Asirios se negarían a ser parte de Babilonia y correrían por refugio a Egipto.-

-¿Así que odias a Atem?- Pregunto Yugi inclinando levemente la cabeza

-No, claro que no. Eran otras épocas, "casarse por amor" era algo raro incluso entre las clases altas, nunca sentí rencor hacia mi padre por darme en matrimonio a un completo desconocido en un reino desconocido.
Como decía, de cualquier manera el Faraón ganaba ya que los asirios tendrían a una princesa a quien jurar lealtad y contribuir al estado al menos de forma económica. Pero como usted bien sabe.... Era un suicidio ir a la guerra sin armas, así que aquí entran los artículos del milenio de nuevo.
Esa parte de la historia ya la conoces, Egipto los utilizo para mantener su fortaleza frente a Babilonia y ayudar a Asiria pero para los asirios era muy tarde, solo quedaba una pequeña fortaleza, asi que los egipcios se limitaron a proteger a todos quienes huyeron de Babilonia a petición de mi padre. Él deseo luchar como el último gran monarca de Asiria, solo por la gloria de una honorable muerte en el campo de batalla... Eso fue lo que me dijo.-

-Parece que era un hombre bastante decidido-

-No tiene ni idea, mi padre era "tan terco como una mula" aunque eso sí, trato de proteger a su pueblo y a lo que más amaba hasta el final.
Así marche a Egipto a la edad de ocho años junto con mi madre pero ella murió en el viaje, me dijeron que mi madre murió de tristeza.
Cuando llegue a Egipto me recibieron como si hubiera sido otra princesa más de Egipto, como si hubiese sido la hija del faraón junto con él me recibieron otros funcionarios, Mahad, Mana y por supuesto mi próximo marido Atem.-

-No puedo imaginarme a Atem comprometido-

-No te culpo, es el tipo de persona que nunca verías enamorado, de hecho si no hubiera sido por "ese incidente" nos hubiéramos casado después de seis meses del funeral. Incluso si no hubiese sido mi prometido se hubiera casado con otra mujer de Egipto, alguna noble o más probablemente alguna de sus primas.-

Yugi hizo una cara extraña mientras escupía un poco de té

-¿Lo ha olvidado señorito Egiptólogo? Los faraones se casaban entre familiares. Tutankamon se casó con su propia hermana además que después de la muerte del rey ella se casó con su abuelo.

Sea como fuere, me recibieron muy bien con un gran banquete, música y baile junto con la bienvenida fui presentada ante Atem como prometida, éramos de la misma edad así que no sabíamos que quería decir "matrimonio" para mí fue solo ganar un amigo.
Ese mismo día conocí a Mahad y Mana, Mahad realmente fue amable conmigo mientras que Mana se mostraba muy curiosa conmigo, después de todo era una extranjera y vestíamos muy diferente.
Ese día no entendí ni una palabra de lo que decían ellos tres sólo entendía las palabras del Faraón junto con algunas otras personas. Tan pronto como llegue puso a una chica a mi cargo quien me enseñaría a hablar egipcio y esas cosas propias de realeza.
Al día siguiente cuando el ambiente de fiesta se había terminado fue cuando por primera vez sentí a mi corta edad lo mucho que el mundo había cambiado, la comida, el idioma e incluso la simple decoración era tan diferente de mi hogar.... La gota que derramo el vaso fue cunado una de las institutrices intento quitarme mi ropa para que empezara a vestir como toda una egipcia. Me negué y salí corriendo por el palacio sin saber dónde iba... Me escondí cerca de los jardines y lloré a escondidas pero Mana me encontró junto con Atem.
Por supuesto, no nos entendíamos pero se quedaron ahí intentando consolarme hasta que me encontraron las sirvientas, al parecer entendieron lo que sucedía porque después de que patalear y gritar Atem dijo algo y me dejaron en paz.
Éramos niños así que tan pronto olvide el asunto empezamos a jugar sin que entendiéramos nada, es bastante irónico porque aprendí a hablar Egipcio con Atem, Mana y Mahad mientras que ellos aprendían un poco de Asirio conmigo.... Me quede impresionada porque Mahad sabía hablar mi idioma perfectamente así que cuando no entendía algo iba más con él que con las personas que debían educarme.

-Parece que esos días fueron felices, pero no puedo creerte yo estuve en Egipto durante la memorias de Atem y nunca te mencionan en ningún lado. Así que no puedo creeré, dudo que Atem haya olvidado a alguien tan importante como su prometida y aún más Mahad o Mana.-

-No negare eso, por el momento escúcheme... Después de que termine entonces decidirá si creerme o no-.

-Los días siguieron, a mí me educaban en las tradiciones egipcias, en escribir y leer mientras seguía vistiendo como toda una Asiria a pesar de ser educada en otra cultura y tradición yo seguía teniendo costumbres Asirias. Esto molesto a algunos sacerdotes y gente de alto rango.
En mis tiempos libres iba junto con Atem, Mahad y Mana a jugar cuando éramos niños pero conforme fuimos creciendo pase menos tiempo con Mahad y luego con Atem pues Simón era muy estricto con él aunque a veces se escapaba.
As que Mana y yo nos volvimos mejores amigas, observaba a Mana practicar una y otra vez magia-

Dio una leve pausa, acompañada de un suspiro y otro sorbo de té

-Nada dura para siempre, aunque no veía al padre de Atem mucho puedo decir que fue un buen hombre, siempre se preocupaba con Atem aunque no lo demostrara abiertamente. El día que él murió ha sido la única vez que le vi llorar a Atem... Se hicieron los ritos correspondientes y después de una semana coronaron a Atem como Faraón.
En unos seis meses debíamos de casarnos, cuando era época de recoger la cosecha como un símbolo de buena fortuna.

-Atem a lo mucho estuvo dos semanas en el trono, así qué-

-¡Le he dicho que primero me escuchara!- Alzo la voz, de un golpe e inclino hacia abajo la cara- Como has de saber, cuando era un boda real se tenían que cumplir ciertos requisitos, la primera cosa fue que los novios deben intercambiar regalos o al menos la familia.
Atem me regalo una diadema con un zafiro incrustado, muy hermosa y yo le regale algo propio de mi cultura... Hice una alfombra anudada para él.
Después la novia debe hacer una peregrinación para pedir por hijos, pureza y felicidad en el matrimonio... Supongo que yo no rece lo suficiente o fue porque nunca creí en los dioses de Atem por lo cual nunca paso ninguna de las tres cosas por las que se supone que tenía que pedir.
Tan pronto supe de lo que sucedió regrese al palacio... Mi pesar fue muy grande cuando ni siquiera tuve un cuerpo al que velar o llorar, fue como si se esfumara además de él tampoco pude llorarle a Mahad.
El cinismo fue grande... cuando los sacerdotes dijeron que mi intención de desposarme con el Faraón había sido un pecado y por lo tanto debía ser repudiada del palacio, Seth no abogo por mí ni una vez sólo Mana y a ella se le ignoro por solo ser una aprendiz.... Mahad ya no estaba tampoco.
Mana me explico lo que paso, lo de Bakura, la aldea de los ladrones y los artículos de milenio así como lo que hizo Atem.
No pude soportarlo.... Quizá sea por la manera tan sencilla en lo que lo cuento o inclusive fría pero yo le amaba a Atem...
Aunque fue despojada del palacio se me dio una propiedad, dinero y un titulo con el cual podía tener algunos privilegios... No perdi el tiempo tan pronto como pude contacte con mi gente para empezar a tener un negocio, sabía que en toda sociedad hay dos cosas que se pueden obtener con algunos cuantos trucos pero los más importantes eran el dinero y el poder, así que tan pronto como pude trabajé para obtener dinero, con el dinero y comercio obtienes poder. Me tomo alrededor de dos años ser lo suficientemente influyente y rica para sobornar a los escribas y sacerdotes para poder leer todo acerca de los artículos del milenio, magia y otros documentos que se tenían respecto a los dioses.-

Yugi estaba sorprendido, era de esas cosas que veías en las películas, una persona sacrificando tanto tiempo por una razón de ser.

-Estaba realmente obsesionada, para saber él ¿porque era necesario sacrificar a tanta gente por poder? Atem ni sabía cómo se habían creado esas cosas ¿Cómo iba a ser el culpable de algo? ¿Por qué un rey tan bueno como el padre de Atem accedió? La alianza con Asiria... ¿Realmente influyo tanto como para que se crearan esas cosas o había una razón más oculta? En búsqueda de mis respuestas encontré a los llamados especialistas, aunque su mundo era muy receloso... Siempre hay un hombre lo bastante borracho o ingenuo para revelar sus secretos.- Nieve dejo de mirar hacia abajo y miro hacia el frente con aún una mirada más vacía- Es cuando supe "la verdad" y lo fáciles que habíamos sido los humanos de manipular.
Entonces recordé, una tontería que había leído en uno de los templos principales, una formula alquímica, un encantamiento... Si habían podido crear artículos mágicos ¿Por qué no este hechizo funcionaria?-

-¿Qué hechizo?-

-Es mejor no decirlo, ese tipo de cosas son los que se deben enterrar, tirar al mar o quemar tan pronto lo tienes en las manos. No entraré en detalles pero es lo que me permite hablar contigo, a cambio de un precio realmente alto.-

-¿Qué tan alto?- Dijo en tono de duda.

-Darlo todo por el todo, "una eternidad concedida para cumplir un deseo" así que di todo lo que tenía mi existencia, mi nombre y todo lo que conlleva... Yo no soy más que una "invitada" en este mundo, he perdido todo derecho de existir aquí yo solo "soy". Todo recuerdo sobre mí, todo registro histórico, toda cosa que yo use o hice, fue borrada junto con mi existencia. Aun así los artículos del milenio fueron creados.
Por lo tanto, "yo no existo".

-¡Es imposible! ¿como es que hablas aquí conmigo si no existes?!

-Un hechizo muy especial, "Todo por el todo", "Una eternidad concedida para cumplir un deseo" Perdí mi derecho a existir pero gane ciertos privilegios.
Ahora no puedo morir sin importar cuanto lo intente, no puedo morir de hambre, veneno, asesinada o por suicidio. Mi eternidad me ha servido para investigar todo lo que quiera, he visto como Egipto caía, como surgió Persia, como cayó Persia, Roma... y otras tantas naciones a la vez que esperaban y trataba de hacer realidad mi deseo.

-¿Cuál es tu deseo?

Nieve rio un poco, en voz baja como burlándose de sí misma- Matar a todos los dioses que se burlaron de nosotros y humillaron-

Yugi se le quedo viendo sin entender muy bien lo que pasaba, era sencillamente absurdo e imposible. Como un mal chiste.

-Oh vamos, no me mire asa señorito Egiptólogo... Lo malo de ser mortal es lo pasional que uno es, estaba muy enojada así que realmente no pensé en mi deseo. –Volvió a reír- He vivido tanto tiempo, que ya no siento casi nada, me aferro desesperadamente a un recuerdo.-

-¿Por qué no te acercaste a Atem tan pronto despertó? Si sabías todo, todo hubiera sido más fácil.

-Yo no tengo derecho a existir, tan pronto como obtuve esto me vi en la necesidad de buscar un cuerpo... El alma es inmortal pero el recipiente no... así que he estado saltando en cuerpo en cuerpo tan pronto y como se vuelven inservibles. ¿Por qué crees que tus especialistas se han tardado tanto en ubicarme? A ellos, a ninguno de los dos bandos les conviene un tercero en discordia en su pelea.
Lo conveniente de ser un alma es que puedes saltar a otros cuerpos que no son de humanos, así que ahí tienes tu respuesta.
Además... El cuerpo que estoy usando ahora mismo para hablar contigo obviamente no es mío.

-¿De quién es ese cuerpo? –Dijo Yugi más serio mientras miraba a Nieve, ella sonrió, una sonrisa pequeña-

-Señorito, diga me.... ¿Tiene alguna idea de porque tu amiga Anzu es tan sensible a la oscuridad? ¿Tanto que un fragmento de alma pudo poseerla?.

Yugi entendió a qué se refería a lo sucedido con Marik

-No...-

-La verdadera pregunta es... ¿Desde cuándo es que este cuerpo no tiene alma propia?

Yugi se horrorizo –Pero... has dicho-

-Sí, saltaba en cuerpo en cuerpo pero no voy por ahí robándolos, las personas tienen que fallecer y en función de cuanta magia use sirven los cuerpos humanos o de animales. Con los años vi que era mucho más fácil hacer "un intercambio" o "un contrato" en vez de buscar cuerpos moribundos que se pudren más rápido.
En estos contratos cumplo un deseo simple a cambio del "derecho a existir", es un buen trato, claro no puedo resucitar a alguien o cosas así, puedo hacer muchas cosas pero no soy un dios.

-¿Qué... le hiciste? ¡¿Qué le hiciste a mi amiga?! –Yugi se paró exaltado haciendo que las tazas de té derramaran el líquido-

-Sienta te, has manchado el mantel y si sigue así la oscuridad le absorberá.- Puso su mano sobre su pecho- Este cuerpo, tiene mucho desde que perdió a su dueño original... Dime señorito Yugi ¿Recuerdas como conociste a Anzu?

-Ella es mi amiga de la infancia

-Pregunte el "como" no desde "cuando"-

Yugi bajo la cabeza, sin saber cómo contestar.

-Ah... Osiris... Eres el más noble pero a la vez el más ingenuo.-

Yugi imiro furioso a Nieve mientras ella sostenía la mirada con ojos vacíos

-Es hora de despertar, llegas tarde-

-
el sonido de una alarma se escucho en la habitación, estaba amaneciendo y el chico que estaba sobre su cama mientras estaba medio tapado con la cobija despertó de una forma algo brusca mientras se sentaba en la cama algo confundido.

-¿qué?.... No puedo recordar qué soñé.


^U-

Inexistencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora