Inexistencia

La reunión de los tres

Mokuba estaba es esa habitación azul de nuevo, esto se estaba tornando extraño pero no hacia más que recostarse en la cama. De alguna manera este lugar era tranquilo y cálido, sin importar mucho el hecho que parecía estar encerrado ahí.
Se paro de la cama y empezó a acariciar las paredes de la habitación hasta encortar algo, cualquier cosa para salir de ahí.... por alguna razón algo le decía que podía salir de ahí solo tenia que encontrar muy bien lo que buscaba, que esa puerta para salir estaba oculta. Y había tenido razón, la puerta que tanto quería encontrar fue expuesta, sin entender lo bien Mokuba tomo el picaporte y lo giro haciendo que esta abriera.
Un pasillo corto que llevaba a otra habitación por lo que intuía pues había una puerta frente a él, la puerta parecía estar hecha con madera podrida con un símbolo extraño tallado con una gema de color magenta en el centro resplandeciendo, brillando con luz propia. Simplemente miro el simbolo y lo acarició con los dedos.

-Que gema tan extraña, nunca había visto esta clase de joya ni este simbolo... Si no tiene ese ojo grabado que tenían esos artículos egipcios significa que eso no viene de Egipto, si no viene de Egipto entonces ¿Cuál es su origen?- Seto nunca le había dicho en todo detalle en los líos que se había metido "por culpa de Yugi y sus amigos" al principio sólo sabía que tenia que ver con Egipto y los objetos que venían de esa procedencia. 
No fue muy difícil investigar algo de cultura general, incluso fue al museo donde vio una tablilla donde un faraón y un sacerdote similares a Yugi y Seto enfrentando se, poco a poco todo comenzaba a tener sentido en todo lo que se  metieron. Esas investigaciones de cultura general se volvieron más profundas investigando sobre religión, costumbres y los rituales funerarios  hasta encontrar el significado del ojo de Horus*. 
Ambos símbolos eran similares de una forma extraña, si se miraba con atención podía verse un ojo aunque también ese simbolo parecía una rosa de los vientos* era extraño, definitivamente no tenia nada que ver con la cultura egipcia así que seguramente era de otra cultura. Recordando los libros y artículos que leyó en Internet empezaba a recordar las cosas- Piensa... seguro leíste algo sobre esto... Zafiro no es... -Murmuro en voz alta mientras seguía recordado pero fue inútil, no recordaba ninguna mención sobre piedras de color rosa aunque sí rojo como lo era el granate.
La puerta de la habitación se abrió sin previo aviso dando un chirrido, la habitación estaba iluminadas por unas pocas velas pequeñas y tenía un fuerte olor a incenso. la habitación cubierta de telas, algunas podrían estar rotas por lo poco que acababa de ver, dio un paso solo para notar que había una alfombra y ver como un bulto empezaba a moverse.
Nieve se encontraba sentada sobe un viejo colchón, alzo su mirada hacia Mokuba sin importarle que el velo que tenía en la cabeza ya no estaba bien atado y caía de su cabello. Mokuba pudo observar claramente su rostro que sólo se dejaba ver un parte, su cabello hasta los hombros de color café claro hasta los hombros ondulado, su piel morena y unos ojos de color magenta al igual que esa gema de la puerta.

-¿Mokuba? -Dijo con una voz neutra con trazos de emoción-
-Ah... -dijo mientras asentía con la cabeza, dio unos pasos hasta estar a unos pasos de ella aunque el olor lo empezaba marear- ¿Qué haces aquí? Este lugar es oscuro
-Es mi habitación, así como tu tienes la tuya esta es la mía ¿Como entraste?-
-Por la puerta- Respondió rápidamente
-¿Qué puerta? No hay tal cosa-
Mokuba se giro para señalarla pero ya no estaba tal cosa como una puerta, nada detrás de él... ¿acaso se metió en problemas?
-Uh... Bueno... -Se quedo sin palabras mientras observaba la habitación, realmente deplorable... ¿Cómo podía ser esta su habitación? Parecía ser un lugar lleno de abandono y desesperación. Todo sucio y roto- ¿Me llamaste? -Fue lo que se le ocurrió decir-
-¿Llamarte? Puede que sí, ya que fui encerrada -bajo a mirada- No pude controlarme y si exploto podría dañar tu cuerpo... no quiero eso.
Mokuba o comprendía muy bien lo que pasaba, simplemente se limito a observar pero un sentimiento de pena lo inundo así que dio unos pasos hacia ella, le toco la cabeza como una forma de reconfortarla- ¿Quién te ha encerrado?
.La maestra Niel-Ni siquiera se movió. simplemente continuo teniendo su cabeza junto con la mirada hacia abajo-
-¿No son amigas ustedes dos?- Dijo algo extrañado
-"Amigos" quien sabe, a veces pienso que sí y a veces ella me  llama como tal pero y no entiendo nada -Alzo su cabeza y miro hacia los ojos de Mokuba- Mokuba, realmente eres un niño bueno verdad incluso ya no queda rastro de la contaminación de tu hermano
-"Contaminación" -Él la miro un poco confuso ¿A qué se refería ella con tal palabra?
-Seth siempre ha cargado con una energía algo oscura, ignoro cual es su origen, pero a puesto a que tu hermano cuando eran pequeños no era arrogante ni tenia esa sed de ser el mejor ¿No?
Era cierto que su hermano había cambiado muchísimo desde que fueron adoptados por Gozamburo Kaiba. Podía recordar las mínimas veces que su hermano sonrió de genuina felicidad, no importaba cuanto Seto cambiará para bien o mal siempre querría a su hermano,
Instintivamente él puso una mano sobre su colgante en forma de tarjeta, donde tenía una foto de su hermano.
-El poder que Seth tanto ignora puede ser contagioso al menos en parte por eso seguramente estuviste contagiado con esa aura tan molesta -Dio una pausa y le dio una pequeña sonrisa mientras su mirada se afilo un poco- ¿Hiciste  cosas que normalmente no harías verdad?
A Mokuba sintió miedo, entendió a lo que se refería con "haber hecho cosas que normalmente no haría". Para él hablar de eso era un tema vergonzoso y del cual nunca hablaba con nadie ni siquiera con su hermano pues con la vergüenza llevaba un sentimiento de culpa.
-No debes de sentirte avergonzado ni culpable, al final o terminaste matando* a nadie -Las manos de Nieve tocaron ambas mejillas de Mokuba y dejo sus manos ahí- Pero fuiste purificado, en parte por mi faraón y por otra por ti mismo.
-¿Como es que... ? -Él solo la miro sorprendido-
-Ahora vivo en tu mente, sé muchas cosas sobre ti e incluso pude sentir lo mismo que tu. Por eso me alegro mucho de que ahora seas un niño tan bueno Mokuba-
Así que esta chica había visto su vida, él se pregunto si las imágenes que había visto antes se trataba de la vida de ella. Si esto era cierto, está chica realmente era vieja aunque tenía la apariencia de alguien no mayor a 18 años... Está chica había muerto muy joven.
-Tu... ¿Eres lo mismo que Atem? -Soltó si tapujos-
- "Lo mismo" -Ella lo miro con algo de ingenuidad- Supongo que podemos decir que sí no hay gran diferencia.
-¿No estas segura?- Estaba extrañado, está chica tendría recuerdos intactos y seguramente sabía que pasó para terminar así- ¿Qué es lo que te sucedió?
-Eres la segunda persona que me ha preguntado eso- Retiro sus manos de la mejillas de Mokuba-
-Pareces conocer a Atem también-
-Lo conocía muy bien - Se limito a decir.
-Pero tu no eres de Egipto ¿cierto?
-Eres un niño muy listo -Le dedico una sonrisa pequeña algo triste-
-¿De donde eres?
La conversación se interrumpió, lo último que vio fue una fuerte luz emanando de las paredes que lo dejo un poco ciego así que cerro los ojos. Al abrirlos vio la ama del hospital otra vez, a su lado una enfermera que le despertó diciendo que ya había pasado más de una hora, que podía retirarse.
Él solo asintió y bajo de la cama mientras se sentía ligeramente mareado.

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Se escucho un chiflado- Vaya hospital de ricos, como siempre teniendo lo mejor en todo- Dijo mientras se bajaba del transporte y Ayudaba a Niel a salir de ahí- ¿Ya no te duelen las piernas?
.Muy poco -Ella cerro la puerta del auto-  Me suena un poco irónico que digas eso burgués.
-¿Burgués? ¡Deberías ver mi departamento!- Dijo con tono indignado - ¡Este país es muy caro! ¡Muy caro! 
-Si fueras a medio oriente o Europa no tendrías problemas de dinero-
-Eso no tiene ni una pisca de buen gusto- La miro seriamente-