No somos cenizas (Minific - 3 Capítulos)

No somos cenizas.

Situado después del abrazo.(Capítulo 6x13).

Tobin no existe.

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Tres días han pasado, aún siento la tormenta emocional en mi interior. El tabaco me ayuda a calmar mis nervios, aunque no demasiado. Llevo de nuevo el cigarro a mis labios para después dejar escapar el humo entre ellos, intentando expulsar el malestar junto a la nube blanca. Una calada, otra, seguida de otra... mientras el pitillo se consume entre mis dedos. Observo como las cenizas cubren terreno al pitillo. Cenizas. Así es como me siento, consumida por los restos de este dolor agonizante.

No somos cenizas.

Quiero creer esa afirmación más que nada en este mundo, pero a medida que pasan los días, es imposible creerlo. La ceniza cae sobre la escalera del porche del hogar en el que habito. El atardecer empieza a teñir de naranja el cielo, mientras vuelvo a encender el fuego de otro cigarro.

Observó el movimiento a lo lejos de cierta persona que se acerca cada vez más a mí. Al llegar a mi altura, se sienta a mi derecha. Desde que volvimos de aquel lugar, le he estado evitando y él es consciente.

-¿Tienes otro?- pregunta haciendo referencia al cigarrillo. Sacó uno de la cajetilla y se lo ofrezco.

Daryl lo enciende llevándolo a sus labios. No existen palabras durante los próximos minutos, solo la mutua compañía, admirando el atardecer de fondo, con el sonido de las caladas y el humo perdiéndose entre el viento. Enciendo mi siguiente cigarrillo y su mirada recae en mí. Me siento observada, pero sigo con mi mirada en el cielo que cada vez está más apagado.

-Hey-, su particular forma de llamarme hace que por primera vez en esos tres días le miré a los ojos. Percibo preocupación e inquietud. Espero un segundo sus siguientes palabras, que parece que no vayan a ser pronunciadas nunca-, ¿estás bien?

La pregunta vuelve a desestabilizarme levemente, e intento mantener mi compostura, mostrando una serenidad que no tengo. Asiento con la cabeza, pero veo en sus ojos que no lo cree. Sé que es inútil intentar engañarle a él. Así que opto por no decir nada más, volver a mirar al frente, con su mirada fija en mí, haciéndome sentir incomoda.

No somos cenizas.

Sus palabras vuelven a aparecer en mi cabeza como si las estuviera pronunciado en ese instante. Pero no, son fruto de mi recuerdo. Mis ojos se llenan de lágrimas. Sigue observándome atentamente como si quisiera leer mi mente y descubrir que estoy pensando. Otra calada. Humo expulsado. Aire renovado. Barreras destruidas. Giró el rostro, entonces mis ojos conectan con los suyos. Sé que está contemplando las lágrimas en ellos.

-Estoy consumida- veo la sorpresa en rostro. No esperaba una respuesta así, ni siquiera una respuesta. Entrecierra los ojos, asimilándolas. No le ha gustado el contenido de éstas. Lo sé.

- No, no lo estás- giro el rostro esquivándolo. Silencio. Dejó caer el cigarro en la escalera antes de aplastarlo. Las lágrimas ruedan por mis mejillas sin control.

-No puedo... matar a nadie más... Me está consumiendo.

No hay palabras por su parte, solo escucha atentamente. Su brazo a mi alrededor me obliga a acércame a él, dejando caer mi rostro contra su hombro. Me abraza fuertemente. Lloro contra su chaleco. No hay reservas. Lagrimas. Llanto. Siento sus labios contra mi frente. Sigo llorando. Me aferro a él fuerte. Me sujeta mientras me derrumbo.

-Shhh, todo va estar bien -susurra contra mi oreja.

Quiero creerlo. Sigo abrazándole. Mi ansiedad ha descendido levemente. Cierro los ojos sintiendo un sentimiento positivo por primera vez en mucho tiempo. Calidez. Amor. Entonces le escucho decir:

-Recuerda. No somos cenizas.