La Boda

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Había llegado el gran día. Los invitados habían llegado y el lugar estaba hermoso. David esperaba con ansias, no podría estar más feliz.
La novia, radiante y bella, se miraba al espejo y pensaba en su promesa, sabia que nadie ni nada impediría que no lo cumpliese...¡Cuanto lo amaba!
La hora se acercaba y ella se subió al coche que la llevaría a su destino. Pero... ¿cual destino?
Hasta el día más perfecto, puede tornarse oscuro.
De repente. En un abrir y cerrar de ojos. Ambulancias. Paramedicos. ¿La vida es así de fugaz?
Había chocado. Ella lo último que pudo ver fue como David corría hacia ella. Luego todo oscureció.
Por lo noche, en un ataúd, ya estaba la novia con su vestido blanco. Las rosas de la boda sirvieron para adornar aquel triste escenario. David sumergido en la angustia y tristeza, junto al cadáver , solo podía ver su mundo derrumbandose, cada sueño que quería vivir junto a ella , ahora truncado. Se puso a llorar y abrazando aquel cajón , entre sollozos le decia:
-Cielo, prometiste nunca dejarme, dijiste que seria un para siempre juntos, ¡no me dejes por favor, no me dejes!

Lo que el no sabia era que ella jamás olvido su promesa, su cuerpo estaba en el ataud, más su espíritu estába con él... apegado a él.
-Aquí estoy amor, nunca me iré
Pero el no podía escucharla.

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