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Capítulo 9

Miles de sonrisas eran las que me dedicabas, ahora estoy aquí afrontando una batalla, discutiendo con mis demonios, tratando de mostrarme fuerte frente a ellos, pero no puedo, deje de serlo el día que me apuñalaste por la espalda, el día en el que me dejaste botada, sigo preguntándome ¿Cómo fui tan estúpida para no darme cuenta? ¿Cómo no saque mis propias conclusiones?.Tu semblante cambió muy notablemente. Ahora que tengo por hacer, ese maldito video está rodando por ahí, mi condena está ahí.

Yo creí que enserio me amabas, me perdía completamente en tus ojos, los más hermosos que había visto jamás en mi vida.

Tu tacto sigue marcado, lo sigo sintiendo, el último beso que me diste no me gusto, porque fue el último, ¿por qué tuviste que ser tan bueno conmigo? Hubiese sido mejor que me engañaras ,o que me hubieses golpeado. Mi dolor está por dentro.

Sólo deseo que esto quede en tu consciencia.

Todas la murallas que creí tener las destruiste, viniste para enamorarme y luego hacerme sentir la mierda más grande del planeta.

Por dios ni siquiera puedo verme al espejo.

Nadie sabe lo que siento, sólo yo y mi conciencia.

La que no hace más que atormentarme, reproduciendo imágenes donde tu y yo salíamos, donde parecías ser feliz, no lo eras, tampoco era falsa tu risa, no reías conmigo, reías de mi, de lo tonta que fuí, de lo estúpida que me ví, y de lo fácil que fuí.

Nunca te enamores de Michael Clifford Donde viven las historias. Descúbrelo ahora