Hoy, Ruben cumplía cinco años encerrado. Durante ese tiempo de sufrimiento una pequeña pista llego a la comisaria de Miguel; él había trabajado muy duro para resolver las desapariciones de cientos de personas en los últimos años.
La información exacta no tenía, pero dentro de los registros y grabaciones de cámaras de seguridad siempre las víctimas siempre se las llevaban en autos negros; las placas o matriculas de los vehículos no existía en los registros del país.
Pocas y tenues explicaciones tenía Miguel, pero un punto importante de la investigación era que siempre se registanran los secuestros entre las diez y once de la mañana, por lo que hoy decidió intervenir en todas las llamadas locales.
-Señor, hemos encontrado algo-dijo agitadamente Alejandro, el asistente de Miguel entrando a la oficina de éste.
Ambos corriendo hacia el lugar donde estaba trabajando el grupo de policías en aquella misión.
-Es a las afueras de la ciudad y en el centro, al parecer en la vieja mansión abandonada de la carrera Hiddleston. Los números pertenecen a Norah y a Patrick Smith.
-Reproducela por favor- dijo Miguel entendiendo todo y formulando un plan.
«Patrick, ya es tiempo. El chico no aguanta más y las infecciones de sus heridas ya dan asco. Trae una nueva pala para enterrarlo. Ven pronto»
-Samuel ve a la zona con tu escuadrón y otras patrullas, Alejandro trae los registros de los desaparecidos y ven conmigo.- dijo rápidamente y todos empezaron a movilizarse- Ana diles a todos que vuelvan a trabajar en emergencias y manda a una ambulancia al lugar.
Y así fue, Miguel se subió a su auto acompañado de Alex, la carretera se cerro dando ventaja a los policías y cada auto que quería ir por ahí tenía que ser registrado. Media hora después atraparon a Patrick y lo llevaron a la comisaria para encerrarlo hasta que llegue Miguel.
El pelinegro se adentro en el lugar rápidamente con su arma en mano y con un escuadrón cubriéndole las espaldas.
-¡Revisen el lugar! Si encuentran algo me avisan enseguida, ¿entendido?
-¡Si señor!-gritaron todos al unísono y empezaron a repartirse por la mansión que por dentro no lucía para nada abandonada.
Miguel buscaba por cada rincón del pasillo principal hasta que en un paso la madera del suelo rechino, éste se agacho y levanto el tablón dejando a la vista un botón y al presionarlo una puerta secreta se abre a su lado izquierdo mas bien un ascensor.
-Escuadrón A vijila fuera, Escuadrón B Vijila la casa y Samuel con su Escuadrón C me acompaña.
Todos se subieron al ascensor y Samuel toco el único botón que había.
Al bajar todo estaba oscuro, habían varias habitaciones todo era de metal y acero. Se escuchaban llantos por todo el lugar que hacían ecos y aterraban a los oficiales.
-De dos en dos vayan a las habitaciones y lleven a las víctimas al hospital más cercano- dijo Miguel y se dirigió a la ultima puerta que dirigía al pasillo. Al abrirla todo estaba oscuro, busco algún interruptor pero no había ninguno así que con su linterna buscaba algún cuerpo ya sea vivo o muerto.-¿estás bien?
-Ayudame por favor- musitó el castaño arrastrándose donde provenía la voz, no podía ver tenía cubiertos sus ojos.
-Lo haré, pero también pondrás de tu parte.
-Sacame de aquí, por favor- no resistía más el dolor de las cadenas en sus muñecas y tobillos.
Miguel se acercó lentamente hasta el chico y con las llaves que había tomado de la puerta desato las cadenas que tenía en sus manos y tobillos, cogió al chico en brazos y subió en el ascensor para luego encontrarse con Norah que lo miraba aterrada, nadie se había percatado de la presencia de la mujer.
-Sera mejor que te quedes donde estas- dijo Miguel depositando lentamente a Ruben en el suelo, sin embargo Norah empezó a correr fuera de la casa.
Un oficial le disparo en la pierna para que ya no pudiera escapar.
El hermoso y romántico encuentro de Ruben y Miguel, ahre no :v
Shavas/os no se como estoy siendo puntual :v
Las y los amo con todo mi heart
Bai ✌
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