capítulo 1: el primer semestre

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Llegué a la escuela con mi mamá a matricularme y me dejaron escoger el grupo. Mi mamá me puso en el salón de 9-9. Me pusieron en el 9-9 porque yo y mi mamá queríamos que me tocara un salón que cogiera arte porque a mi me gusta esa clase.

"Quieres ese salón?" Me preguntó mi madre.

"Okey."

Cuando terminamos la matricula, salimos de la biblioteca y empezamos a caminar hacia el portón de la escuela. Cuando yo iba saliendo con mi mamá, mi mamá me dijo que me quedara a conocer la escuela.

"Pero no quiero." Me queje.

"No es que no quieras, es que tienes que hacerlo." Me dijo.

"Pero mamá! No quiero."

"Te vas a quedar a conocer la escuela y los maestros."

"Está bien." Dije a regañadientes.

Me quede en la escuela, pero como era el primer día de clases, yo no sabía para donde ir. Poco tiempo después, yo encontré el orden de las clases y me los aprendí. Yo iba a todas las clases y no cortaba. Siempre me pasaba sola al medio día y siempre estaba en el lobby de la escuela, bregando con el teléfono y si no, al frente de el salón esperando que el maestro abriera.

Algo que nunca fallaba, es que yo siempre estaba usando el teléfono ya que no tenía amigos y no se me hacia fácil tenerlos. Yo pensaba que nunca iba a tener amigos y que siempre iba a estar sola y que la amistad no existe y me sentía triste aunque nadie lo notaba. Yo siempre tenía esos pensamientos ya que yo no tenía a mi mejor amigo y me acostumbre a estar sola y siempre en el teléfono metida. Yo hablaba con dos chicas Luna y Bere en el salón pero no las consideraba mucho amigas. Yo seguí sola hasta que se acabaron las clases.

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