|TEEN WOLF| Un Nuevo Lobo

Capítulo 11

{STILES}

Cuando llegamos al loft Leo y yo corrimos a nuestros cuartos a ponermos el pijama, y es que con cuatro palabras Scott nos había arruinado el día de hoy, el de mañana y el de pasado mañana, AQUÍ DOS HORAS ANTES, eran las 9, y Leo y yo nos tendríamos que levantar a las 4:30 para llegar al campo a las 5, entrenar hasta las 7 y como eso no es nada jugar el partido qie duraría al menos 1 hora y media

-¡Auch!-Leo gritó desde la otra habitación

-¿Qué has hecho ya?-gritamos Derek y yo a la vez

-¡Nada grave! ¡Me he dado con la cabeza en la estantería!

-¡Torpe!-gritó Derek

-¡Patoso!-dije yo, y me puse mi pijama, porque está vez había sido lo suficientemente inteligente como para coger uno de Batman, me tumbé en la cama, necesitaba dormir si mañana quería mantenerme en pie, Derek entró con el pijama ya puesto y se metió en la cama

-Umpfff-me quejé, cuando me destapó para echarse

-Lo siento Sti-¿Sti? ¿Desde cuando Hale me llamaba así?

-Gruñí al girarme para mirar a Derek-¿Sti?

-Yo también quería ponerte un mote

-Jum-bostezé

-Buenas noches Sti-dijo Derek y me dio un beso en la frente, ¿Derek me había... Ni siquiera me dio tiempo a acabar de pensar, me moría de sueño

{DEREK}

Aunque yo tardé más en dormirme que Stiles no tenía sueño cuando me desperté a las 4 de la madrugada para despertar a Stiles y al torpe de mi hermano a las 4 y media, me duché, me vestí y salí del baño, encendí la luz del cuarto por un acto reflejo, mala idea, Stiles se revolvió en la cama se echó las manos a los ojos y se los restregó

-¿Sti?

-Jummm-era un quejido, pero sonó como una pregunta

-Aún te quedan 20 minutos pero...¿quieres ayudarme a despertar a Leo?-Stiles se levantó de un salto

-¿Podemos ser creativos?-sonreí

-Puedes ser creativo

{STILES}

Creatividad, esa preciosa palabra que dejaba a un Leo dormido a mi merced, pensé en cómo quería despertarlo, ruido, un clásico, era un hombre lobo así que aunque fuera un sonido bajo él lo oíria altisimo, empecé a rebuscar en mis bolsillos intentando encontrar el arma ideal

-Silbato para perros-susurré

Tenía el silbato desde hace bastante tiempo, más o menos desde que me enteré de que los hombres lobo existían, quiero decir, era la mejor arma que un humano como yo podría tener para enfrentarse a ese tipo de criaturas, Lydia también tenía uno, aunque cuando descubrimos que era un banshee el silbato ya no le hizo falta, de todas formas ella gritaba aún más alto. Con el silbato en mi mano bajé las escaleras y le dije a Derek que se tapara los oídos, la broma era para Leo no para el lobo amargado, al menos no esta vez. Volví a subir y entré lo más despacio que pude a la habitación de Leo, yo ya no tenía sueño, y menos mal porque no podía permitir quedarme dormirdo en el partido, me acerqué a Leo y pusé el silbato junto a su oreja

-Buena suerte con esto Leo-susurré con una sonrisa antes de soplar el silbato, un fuerte ¡PIIIIII! Sonó por todo el edificio

-¡Ahhhhh! ¿¡QUÉ PASA!? ¡FUEGO! ¡AHHHHH!

Bajó corriendo las escaleras sin darse cuenta de que yo estaba allí y yo bajé tras él

-¿Derek? ¿A dónde a ido Leo?