¡Wowie! || Papyrus×____||

Capítulo 1

POV ______

-VAMOS SANS!!- Grité mientras entrábamos a Snowdin.

-____, tranquilizacion... no puedo ir tan rápido...- Me dijo mientras caminaba sin despreocupación.

-SANSYBOY VAMOS!!!-Me frene en la entrada de la ciudad para esperarlo.

Hacía un frío que te cagas... Ups.. Lo siento Toriel, luego dejo una moneda en el tarro.
Sans prometió llevarme a conocer a sus amigos hoy.
La mayoría rondaba por mi edad... Bueno no... Tal vez.

-Ya, ya. Vamos- Dijo cuando me alcanzó.

En Snowdin todo era hermoso, había casas tan lindas y todo daba una idea de pueblo de cuento.
Pasamos un hotel, una tienda, un bar y una Librebia... No es Librería?

-Aquí es. Esta es mi casa y la de mi hermano...- Dejo el espacio para que respondiera.

-PAPYRUS!!!-Dije emocionada al ver como un esqueleto abría la puerta.

Era tal como Sans lo describió.
El sonrió sin entender y me tire a abrazarlo, el corespondio el abrazo aún sin conocerme. Era una buena persona.

-Papyrus, ella es _____- Dijo mientras me señalaba, supongo...

-WOWIE!! Sans hablo mucho sobre ti ^w^-Dijo mientras nos separábamos.

Sans me empujó para que entrará a la casa. Era bastante ordenada y limpia para que Sans viviera ahí. . Supongo que el hecho de que Papyrus lo hiciera ayudaba.

-EL GRAN PAPYRUS te hizo spaguetti, pero primero, sientense. Hice una nueva salsa especial para nuestra invitada - Dijo Papyrus mientras se quitaba un delantal que tenia puesto.

-Papyrus! No te hubieses molestado... -Dije mientas me sentaba en la silla que me había corrido caballerosamente.

Sans se sentó en la misma posición que en casa y Paps sirvió los platos.
Todo estaba muy rico.
Lo que no entendía era porque el no probó bocado hasta que Sans hablo.

-Muy rico Paps- Dijo mientras se limpiaba su sudadera

En ese momento el esqueleto de los 23 años me miró fijamente esperando mi aprobación.
Asentí con la cabeza y muy felizmente comenzó a comer.

-Dime, _____, conoces a Undyne? Alphys?- Pregunto.

-Quienes? Sans hablo de ellas, pero no-- Dije mientras seguía comiendo

-Genial! Vendrán hoy a la tarde. Dime ____, de donde vienes?-- Preguntó curioso.

Y este es el problema de mi vida.
Ni la más peluda idea.
Osea, desde que tengo memoria vivo con Mama Toriel en las ruinas... Pero por lo que veo, los monstruos no se parecen a mi... Tal vez podría venir de Hotland... Digo, después de ver los dibujos en los libros de mamá, si esos que eran en los estantes de arriba y no debo agarrar, soy bastante parecida a unos monstruos que están en un lugar... como era? Infierno? Algo así...

-No lo sabemos. Nunca supimos bien, Toriel sólo la encontró y la adoptó como hija suya- Sans hablo por mi,supongo que tarde mucho en responder.

-Creo que puedo llegar a venir de Hotland...- Dije lentamente.

El resto de mi estadía paso rápido y divertida. Era bastante gracioso ver lo desesperado que se ponía Papyrus con cada chiste que hacía Sans, para mi ya era doloroso y estaba 2 días a la semana. Pobre Paps.

A la tarde llegaron Alphys y Undyne, las dos se presentaron y me hicieron la misma pregunta.

-TE GUSTA EL ANIME?!- Preguntaron al unísono.

-SI O POR DIOS POR FIN ALGUIEN!!- Grité mientras que nos abrasabamos como las fangirls que somos.

Hubiese deseado que siguiéramos hablando y riendo por toda la tarde, pero fuimos interrumpidos por un gran temblor.
Eso sólo lo producía una cosa...

Sans me miró y los dos corrimos.
El resto nos siguió para ir a ver que fue eso, pero yo sabia exactamente que fue.

Corrí lo más rápido que pude. Atravesé el pueblo y esquive los puzzles que antes me había divirtiendo resolviendo.
Atravesé el bosque y choque contra la puerta.

-MAMÁ!!!- Grité fuertemente. Pero no hubo otra respuesta.

-Toriel...-Sans dijo un poco mas calmado pero sabía que no lo estaba.

-Lo siento... No puedo dejar que se vaya...- Estaba llorando.

Mamá estaba llorando.

-Sans... Promete algo... Si alguna vez un humano cruza esta puerta... tu lo protegerás...- De que habla?!

Por suerte Papyrus no se encontraba aún aquí.

-Toriel...

-Prometemelo!

Sans suspiró, odia hacer promesas.

-Está bie- Finalizó seco.

Escuche como se alejaba de la puerta.

-NO MAMÁ NO!! ESPETA NO TE VAYAS!!- Golpe la puerta con todas las fuerzas que tenia, esta tembló pero no se derrumbó.

Las pisadas fueron corridas y los sollozos se callaron en la lejanía.
Caí al suelo y comencé a llorar.
Mamá se había encerrado.
Otra vez.
Y yo había quedado afuera esta vez.