Dolor

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Él a la sala de tortura entró,

te miro,

la mirada de tu cuerpo apartó,

le chillaste,

le rogaste,

pero ni se inmutó,

solamente de brazos se cruzó.

Comenzaste a llorar,

y cuando un señor a la sala entró

vestido como un doctor,

el pánico en tu sistema se instaló,

Angie,

asustada esta,

pues el señor un cuchillo cogio,

sonrió,

y ha cortar su lechosa piel comenzó,

un jadeo de su boca salió,

seguido de un grito desgarrador.

¡Angie!

pequeña loca,

aprieta los dientes,

y no dejes que te tiente,

no dejes que tu mente desvarie,

pues si eso sucede,

a todos matarás,

y el doctor el primero será.

ANGIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora