Estaba en mi habitación recostada en mi cama con un libro en mano.
Chris, un amigo mío alto de piel canela ojos castaños y muy alto entro.
Me mira tierno y se hacer a a mi.-¿Qué haces?- Me pregunta curioso, arrimándome un poco de la cama para que el pueda recostarse conmigo.
- Leo un libro, baboso- Respondía mientras me acomodaba en sus brazos.
De repente me empezó a besar, yo le seguía el el beso. Mientras su tacto se sentía tan bien y sus labios no se despegaban de los míos. Se formaban sonrisas, sus manos se deslizaban en mis pechos bajando así a mi cintura no paraba de gemir su nombre.
Nos separamos por falta de aire.
- No sabes cuánto te deseo...- Me susurraba al oído
- Calla...- me derretía con cada palabra que me decía.
- Sabes que ella ya no me importa.- Paro de besarme para verme a los ojos.
- Chris, no quiero hablar de ella ahora.- respondí molesta.
- Lo sé lo sé... Ella se comportó como una maldita perra.- dijo separándose de mí y sentándose al borde de la gran cama.
- Se que te engaño, pero yo no soy así...- me acerqué para besarlo y el me devolvió el gesto.
- Lo sé...- me tuvo en sus brazos cálidos y fuertes.
Cuando estábamos recostados uno encima del otro escuchamos un fuerte golpe. Como si hubiera roto algo, pero no fue un vidrio sonó más como un muro tumbándose.
-Que demonios fue eso...- dije asustada
-No tengo ni idea. No te separes de mí...- se puso delante mío para protegerme.
-DONDE ESTÁS!- gritó la vos de una chica. Pero había algo que no estaba bien en su voz. Era pesada dura de oír. Daba miedo escucharla. Su respiración era pesada y se sentía como un hielo frío que penetraba en tu cuerpo quemándote o o a poco.
-Quien es esa? Y que hace en mi maldita casa!-dije desesperada.
Se habría la puerta de mi habitación bruscamente terminando en el suelo. Yo me tire al piso agarrando mi cabeza y mirando para otro lado.
-AQUÍ ESTÁ TU MALDITA PERRA- dijo en un tono horrible.
Ella emitió unos sonidos espantosos y empezó a acercares a toda velocidad hacia nosotros.
Yo solo gritaba y sentía unos dedos fríos y largos en mi cabeza como si estuviera escarbando en mi.Me desperté de golpe.
Fui a mi baño a lavarme la cara. Cuando me seque las manos con mi toalla vi unos rasguños en mi brazo de color rojo. Como si recién me hubiese arañado con algo...Fin.
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Sueños
Short StoryPesadillas... Mis miedos más grandes... Mi gran temor es que todos mis malos sueños se vuelvan realidad.