Te lo prometo

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Después de despertarme bajo para desayunar junto a los demás, no me paro de sonar la nariz creo que estoy resfriada, ¡normal! Si te caes al agua congelada en pleno invierno.

-¿Que vamos a hacer hoy?- Pregunto mientras me preparo una tostada.

-Nosotros iremos a la montaña a pasear.-Responde Máx.-Vosotros no se donde iréis.

Como que se van solos a la montaña.

-Iremos a comer al campo.-Dice Jack.

¿Al campo a comer? A mi nadie me consulta si me gusta la idea de ir.

Máx y Willy no tardan mucho en irse, dejándonos a Jack y a mi solos.

-¿A que hora vamos?-Pregunto.

-¿Enserio creías que íbamos a ir al campo a comer?.-dice Jack riendo.

-Si, porque a mi nadie me dice nada del plan del día.

-Voy a empezar a quitarte el miedo.

¡QUEEEEEEE! no me voy a meter en ese lago otra vez, suficiente con un ataque de pánico y un resfriado.

-¡No me voy a meter otra vez en el lago!.

-Tranquila no te vas a meter en lago.-Responde mirándome a los ojos.-Estuve pensando y creo que no tienes miedo al agua creo que tienes miedo a los peces.

Nunca me había parado a pensar que puede ser tengo miedo a los peces, pero el agua también me da miedo, me da miedo unirme y que no pueda salir.

-Creo que puede ser tengo miedo a los peces, pero estoy segura de que me da miedo el agua.

Me coje la mano y la aprieta, ¡porque hace eso!

-Te prometo que te voy a ayudar a quitarte el miedo al agua, porque el agua es preciosa no sabes cuanto.

No me combence con lo de "preciosa", el agua es oscura y no puedes respirar con ella yyyyy ¡muchas cosas más!

-No se si lo conseguirás.-Digo con voz poco animada.

-Te he prometido que lo conseguiré.-Dice con voz decidida mientras se levanta.

-Vale, tengo ganas de ver como lo haces.- río y el también.

-¿Quieres que encienda el fuego?.-Pregunta cambiando de tema.

Menos mal se a olvidado de que íbamos a empezar a quitarte el miedo hoy.

-No me iría mal para el resfriado.

El resto del día hace mucho frío así que nos quedamos en la casa viendo películas y jugando a juegos de mesa.

Máx y Willy vuelven por la noche congelados, se calientan en la chimenea un rato y volvemos a casa.

Hasta que Llegó EL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora