Se hizo habitual

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- Cada día después... me visitaba... según mis padres a "estudiar" pero en realidad hacíamos OTRAS cosas...

No quise tocar el tema de lo que había pasado, seria incomodo, aunque no hicimos exactamente "eso"... me apena recordarlo... y mas porque yo estaba ebrio.

En la mañana siguiente, amanecí casi vestido y cubierto con una manta, con las cortinas de mi cuarto abiertas de par en par, no me lo pude explicar, ninguna moza entraba sin mi consentimiento a hacer tal cosa, porque aparte odio que la habitación se vea demasiado iluminada, no sabia lo que me esperaba al bajar.

Pero, antes de eso, recuerdo restregarme por las sabanas, en señal de que aun tenia sueño, moví un poco la almohada en la que repose mi cabeza, y me halle con... ¿un regalo?... era una caja cuadrada, no tan pequeña, tapizada con una ligera tela color azul marino, y un moño de tono plata. Primero, admire confundido.... "¿De quien era?".... "¿Alex?"... "¿Bryan?".... "¿O acaso... DIMITRIE?"... fueron las incógnitas que vinieron a mi mente, no encontraba la respuesta, pero al final, fue mas claro que el agua: Alex no podía haber sido, el me dio una preciosa camisa verde limón y unos jeans ajustados, Bryan había triado las orejeras que tanto quería junto a un maletín nuevo... el único que faltaba era Dimitrie... llegue a esa conclusión.

En su interior, contenía nada mas y nada menos que un extravagante reloj, de esos como los que utiliza mi padre, de brillante metal reluciente, con incrustaciones por dentro de pequeños fragmentos de diamantes brillantes, rodeado de algún material del mismo tono que la caja... ERA HERMOSO... nunca nadie me había regalado un objeto tan costoso... ni siquiera mis padres, Dimitrie debió gastar una fortuna en el, me sentía tan alagado, quise correr a abrazarlo con todas mis fuerzas, pero mi conciencia me decía que lo devolviera, no me merecía algo así... un mocoso como yo no sabría apreciar algo como esto, y termine diciéndome: "Llámalo, agradécele, y regresado, no puedes aceptar  un obsequio como este".

Aunque no me gustaba tanto la idea, de mala gana baje cabizbajo la escalera, todavía en pijamas, y fui al teléfono principal, lo levante y me dispuse a marcar, solo que... alguien me detuvo antes de hacerlo...

Tomo la muñeca de la mano con la que sostenía el aparato, jalo de ella, haciendo que lo dejara caer, y me acerco a el, me eludió fuertemente y ahí me mantuvo varios minutos, para después decir, lo mas bajo posible, tratando de no perturbar el silencio, me musito al oído: "Feliz cumpleaños Logan", era él, a quien yo pensaba llamar, "¿Que hace aquí?" en mi pecho no cabía la inmensa alegría que sintió al escucharlo, su voz extremadamente ronca. Poco falto para que me soltara, dejándome verle el rostro, inmediatamente le pregunte: "¿Por que estaba tan temprano en la mansión, si era domingo?", el solo sonrió y me dijo: "Quería pasar un día a solas contigo" muy lentamente, se arrimo a mi boca, la abrió poco a poco, y unió la suya, solo rozaban, se limito solo a eso, no se atrevió a lo de siempre, cosa que me agrado.

Cuando quise entregarle el regalo, se negó a recibirlo de vuelta, me explico que el quería que yo lo conservara, porque lo había comprado especialmente para mi: "No sabia que darte, así que pensé en algo caro que merecieras, algo personal que solo tu usaras siempre", peleamos por mucho tiempo discutiendo eso, al final me hizo aceptar, no quería rezongarle, aparte, me dijo que si no me lo quedaba... haría cosas como "esas"... y así fue como termine dándole gusto.

Desde ese día tan peculiar, nada fue igual que antes, cuando se suponía "teníamos clases", siempre aprovechábamos para disfrutar tiempo de calidad juntos, desde salir a comer o al cinema, hasta quedarnos en mi cama besándonos y abrazándonos, o simplemente charlar sobre nuestra semana. Demasiado ha pasado, he convivido mucho con Dimitrie, no me ha pedido que seamos algo mas que solo.... lo que somos ahora.... pero sigue haciendo cosas que nos comprometen mucho... siempre quiere tocarme.... me besa y abraza... no ha vuelto a decir que me ama... pero si no sintiera eso... ¿por que me trata como si  lo sintiera?... esa pregunta llega a fastidiarme.

Mi Sexy Tutor De IdiomasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora