epílogo

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A mis dieciséis años, no logro comprender este mundo. Mi vida consta de una soledad eterna, de la que no sé cómo deshacerme, me he frustrado mil veces, cuando he intentado encontrar el secreto. ¿qué es lo que debo cambiar?
No entiendo a los adolescentes, preocupados de cómo lucen, o cuántos likes consiguen.
Tampoco entiendo a los adultos, tan sufridos, siempre son las victimas porque ellos " entienden cosas que nosotros no", y yo pienso que deberían dejar de preocuparse por estupideces.
Mi mente siempre ha sido extraña, me hace sentir como un extraterrestre, pienso en cosas que nadie piensa, en momentos inoportunos, me río de mis compañeras de curso que lloran por un hombre, me río de la gente que se llena de estrés en los buses.
Hoy me dí cuenta de que quizá sería mejor ser como los demás , entonces me pintaria los labios bien rojos y me dedicaría el día a preguntar cómo estuvo el fin de semana de mis infinitas amigas. Pero esto es lo que tengo, un gato y una habitación pequeña, sin derecho a privacidad porque aun soy menor, y una angustia que me viene cada vez que la soledad intenta asfixiarme.

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