En esta vida solo te tengo a ti y a nadie más pero después de aquel susurro te empece a ver con otros ojos y quiero saber porque.
¡¡Advertencia!! BL/boyxboy/chicoxchico.
Si te gusta eres bienvenida, si eres homofóbica ni mires la portada y si eres...
Desde muy pequeño al ver a Shiro tirado en el suelo a lado de un bote de basura prometi cuidarlo mucho pero nunca pense que lo llegaria a amar y a pesar de eso no quisiera que esta relación que tenemos desaparezca.
~Narrador.
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Todo empezo cuando Shiro y Murasaki iban en camino al cine pero un hombre empujo a Murasaki a la calle haciendole tropezar pero como el semaforo indicaba luz roja no paso ningún accidente.
--¡¡Bastardo!! Mira por donde vas--grito enojado.
--Estas bien Murasaki Nii-san--el muchacho de cabello albino lo ayudo a levantarse.
--No te preocupes, estoy bien Shiro--Sonrio.
Se levanto pero le costo caminar.
--te ayudare, apoyate en mi--dijo amable Shiro.
Caminaron hasta unos baños publicos y la cabeza de Murasaki empezo a sentirse raro y el pequeño Shiro al percatarse de eso empezo a preocuparse.
--¡¡¡Nii-san, Nii-san, Nii-san!!!
El pequeño Shiro vio a su alrededor que lo miraban desamasiado entonces empezo a susurrarle.
--Nii-san, Nii-san, Nii-san
--¿qué pasa?--miro al pequeño que mostraba un rostro triste.
Al parecer a Murasaki lo habían drogado, se acuerdan del man del semaforo bueno ese fue.
Una mujer un tanto obsena en su forma de vestir salia del baño de damas y al ver el paquete de Murasaki le grito.
--Si tienes problemas con tu amiguito--dijo señalandolo--puedo ayudarte--miro al pequeño Shiro.
Murasaki volvio en si y vio con sorpresa su miembro erecto.
--Shiro llevame al baño.
--Bueno--el pequeño no entendio a la mujer pero hizo lo que su hermano pidio.
Dentro del baño Murasaki entra en uno de los servicios pero noto que no habia papel higienico.
--Shiro buscame papel.
--Ok Nii-san.
Las palabras "Nii-san" resonaban en los timpanos de Murasaki.
Al encontrar papel ayudo a Murasaki a ir hasta alli.
--Nii-san dejame ayudarte--el pequeño comento algo inocente que a los ojos de los hombres que habian alli era incomodo pero lo hizo ya que veia a su hermano sufrir.
--¡Dejame!--grito Murasaki algo agitado ya que estaba muy exitado. Cerro la puerta pero Shiro insistia--Nii-san, Nii-san.
En la mente de Murasaki ese Nii-san lo exitaba más. --Anda a casa no me esperes.
