Realidad

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Las primeras líneas de este libro estaban escritas por mi.

Luego dejé que mi verdadera yo escribiese lo que restaba.

En un momento dado que tan sólo sentía que estaba rellenando un espacio innecesariamente. Siempre me sentía como si fuese una molestia en cualquier ambiente, incluso en mi propia casa. Como si tan sólo sirviese para estar solamente.

Nunca tuve muchos amigos, ni tampoco era muy querida por mi familia. Siempre fui una carga para mis padres y ahora después de tener varios años de separados y haber formado sus familias de nuevo, no tienen tiempo ni paciencia para mi.

Yo siempre tenía en cuenta que era mejor guardarme mis opiniones y sentimientos, ya que cada vez que intentaba hablar de mí misma, me cambiaban abruptamente el tema o salían con cosas que no tenían nada que ver. Entonces aprendí a callarme y escuchar.

Aunque por raro que me fuese, siempre me familiaricé con los problemas de mis amigos. Ellos tenían siempre algo negativo que contar, y después de haber hablado todo, parecían diferentes. Como si tan sólo hubiesen descargado basura desagradable de sus mentes a mí, el tacho de basura.

Y ahora que estoy sentada en una típica reunión familiar a la cual por cortesía, me vi a mi misma obligada a participar, me doy cuenta de que soy tan diferente a las demás personas que me rodean.

Todos parecen tener la vida solucionada, parecen ser felices de verdad, cada uno con algo que presumir. Mientras que yo no puedo hacer nada más que ser la única que se sienta en el sofá a tomar agua.

Las voces abundaban y me aturdían un poco, había un fastidioso reproductor de música que repetía la misma colección de música clásica de todos los años y el olor al incienso de vainilla especial de mi madre inundaba mis fosas nasales de una manera desagradable. No me gusta la vainilla.

Con algo de tristeza, me fijo en cada uno de los participantes de la reunión.

Todos están tan inmersos en sus conversaciones, que nadie se fija que la persona que es incapaz de mantener una conversación normal por sí misma está observándolos.

―Hoon, ¿has traído a tu amigo?

La voz de mi madre me llamó la atención a través del mar de gente y me giré a ver de quién más además de mi primo se trataba la nueva llegada, por eso los recibía alegremente... a diferencia de a mi...

Veo a mi primo Hoon sonriendo y abrazando a mi madre, mientras que otro chico está a su lado sonriendo. Mi madre también abraza al chico que no conozco y mientras lo hace, la mirada del chico se cruza con la mía.

Nunca había visto unos ojos tan tristes como los míos.

Pero para todo hay una primera vez.

Me quedo mirándolos mientras que mi madre les cede el paso y empiezan a saludar a todo el mundo.

También me sorprende la facilidad con la cual se mezcla entre las personas y ríe en voz alta. Parece tan feliz, cuando sus ojos dicen otra cosa.

En algún momento, terminan de saludar a todos y están cerca mío.

―¿Y esa chica quién es?

Oigo una voz, que claramente no es el de mi primo. Pero al juzgar por el tono que tiene, parece ser el del chico desconocido.

―Es mi prima.―responde Hoon vagamente. Lo sé, yo también me presentaría así a mi misma. No tengo nada especial. No hay nada que destacar realmente sobre mi.

―Vamos a saludarla―propone amigablemente el chico, y mi primo parece incómodo, por el silencio que dio después de eso.

―No creo que sea buena idea―balbucea, pero aún así, el desconocido parece estar dispuesto a conocerme sin o con él a su lado, ya que oí su suspiro de resignación y unos pasos acercándose a mi.

Lonely || ChenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora