-"No podemos" se repetía constantemente en la habitación de Ellos junto con movimientos nerviosos y crujidos de la madera.
-"La tenemos que matar"-se oía como dos personas intentaban tener un dialogo.
"¡Si no lo hacemos la matarán los de la deuda!"- gritaba una mujer desesperadamente.
"¡Pero no podemos!"- contestaba el hombre en forma violenta.
"Mamá,papá, me voy a hacer un café, no se preocupen por hacerme el desayuno"-decía la Adolescente con voz burlona.
"No podemos"-se seguía oyendo
Rechinaron los escalones de madera hasta que la Adolescente hizo contacto visual con sus padres, que eran el causante de tanto griterio.
Con una taza de café, la Adolescente rio sin parar al ver la cara de sus Ellos.
Se podían ver los rostros destruyendose por dentro y fuera.
La muerte ya se podía oler en esa casa, y no era olor a adolescente.
Ella si pudo.