Florencia, Italia. Junio de 2005.
Stefan acababa de llegar a Florencia con Elena. El avión se había retrasado lo suficiente como para haber llegado a la ciudad italiana tan tarde como para no poder encontrar habitaciones libres.
-Y, ¿ahora qué hacemos, Stefan?
-No nos queda otra que ir a la casa de Damon -respondió él con cara triste-. Si es que no está habitada ya.
-¿Está muy lejos?
-Lo suficiente como para necesitar un taxi.
-Y, ¿cómo es que Damon tenía una casa aquí? En Fell's Church vivía en el bosque.
-Créeme, mi hermano nunca ha vivido en un bosque en toda su vida. Le gustan... gustaban demasiado los lujos. Cuando tú moriste y vine aquí con él, fue no sé a dónde y volvió con el Ferrari y las llaves a la habitación en la que estábamos. Me dijo que si quería dormir en una cama decente que le acompañase. Lo hice, Damon estaba fatal esos días, hacía siglos que no le había visto así, así que le acompañé.
-Damon era una caja de sorpresas.
-Sí, lo era. ¡Taxi!
El taxi que Stefan había visto acercarse paró delante de ellos y el coductor se bajó para ayudarles con el equipaje. Elena y Stefan se sentaron en la parte de atrás del coche y, cuando el conductor entró, les preguntó:
-Dove posso portare? (¿a dónde os llevo?)
-Dobbiamo andare alla Via Salvatore, numero tredici, per favore. (Tenemos que ir a la Via Salvatore, número 13, por favor)
-La Via Salvatore? Sicurezza?(¿la Via Salvatore? ¿Seguro?)
-Sì, perché?(sí, ¿por qué?)
-Perché nessuno vive in questa villa.(porque ya no vive nadie en esa villa)
-Bene, non importa. E la casa de mio fratello, e abbiamo un posto dove stare. No i non abbiamo altro.(bueno, no importa. Es la casa de mi hermano y no tenemos dónde quedarnos, no nos queda otra).
-Va bene, ti porterò li (está bien, os llevaré allí).
El taxista les llevó y en media hora ya estaban entrando por la puerta de la casa. Eleba se sentó en el sofá, se descalzó y se acomodó. Enseguida estaba dormida. Stefan la cogió en brazos y la subió a la habitación que había ocupado él la vez que había estado ahí con su hermano. Dejó a Elena metida en la cama y salió al pasillo. Una cez fuera, miró a la puerta de la habitación que había pertenecido a su hermano. Se acercó y la abrió, era increíble, pero aún olía a él. Puede que los humanos no llegasen a notarlo, pero para él era como si aún estuviese ahí con él. Le echaba de menos, tanto que dolía. Dejando escapar un profundo suspiro, se dio la vuelta y cerró la puerta tras de sí. Dormiría en el sofá. Después de lo que había visto en la Dimensión Oscura al morir Damon, no quería presionar a Elena y tampoco tenía fuerzas como para poder dormir en la cama en la que su hermano se había acostado no hacía ni un año.
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Glasgow, Virginia, Estados Unidos. Junio de 2000.
John Winchester estaba sentado mirando a sus hijos dormir. Hacía ya dos horas que había regresado al motel con Dean y Sam. No era la primera vez que Dean acababa en un hospital, y mucho se temía que no sería la última. Por suerte, esta vez sólo había sido un razo roto, aunque eso le apartaba de la caza durante una buena temporada. Se fijó en el ceño fruncido de su hijo mayor, sin duda alguna le dolía el brazo lo suficiente como para meterse en sus sueños. Hasta en eso se parecía a Mary. No cabía la menor duda de que el caracter lo había sacado de su padre, pero el físico... sus ojos, su pelo, Dios, hasta las pecas que cubrían sus mejillas y esos graciosos hoyuelos que le salían cuando sonreía, pertenecían claramente a su madre.
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Herencia Cazadora
RandomDamon murió en la Dimensión Oscura y su hermano y Elena viajan a Florencia. Mientras tanto, los Winchester van a Lawrence por unos asesinatos que les hacen creer que tienen un caso. ¿Que tendrán que ver los Winchester con los Salvatore?