Un Miembro Nuevo En La Familia

¡Un circo en Gótica!

Esa noche el murciélago de gótica había terminado de hacer su recorrido por la ciudad, venciendo algún que otro delincuente sin nada de especial. Al llegar a la mansión, dejó el Bati-movil en su lugar y fue a cambiarse, colocándose un traje de los más caros, lujos que podía darse el multimillonario Bruce Wayne. El superhéroe de Metrópolis, Superman, estuvo vigilando la ciudad, no había un solo día que no cuidara desde las alturas cada esquina y a cada habitante, así al terminar y vencer a unos delincuentes que robaron la bolsa de una anciana, fue a cambiarse a su departamento. Ser periodista en el Planet Diary no le dejaba mucho dinero y no era como si a Superman le llegarán cheques por cada asaltante capturado, así fue como Clark Kent se arregló con su mejor traje y tomó un auto hasta la mansión Wayne a las afueras de Gótica.

Al llegar su pareja ya lo estaba esperando, Bruce se acercó para abrirle la puerta, agradeció al conductor y entraron juntos a la mansión. Ambos vestían sus mejores trajes, y una vez que se aseguraron que nadie los observaba o al menos que Alfred no estaba cerca, Clark arrinconó a Bruce contra una pared comenzando a besarlo, los besos de ambos eran lentos y un poco demandantes, los brazos de Clark ya se habían introducido entre el sacó de su pareja y su chaleco, los de Bruce recorrían el cabello del otro, volviendo menos casto el beso, la voz de Alfred los interrumpió dejándolos con la sangre helada al ser descubiertos como si se tratará de dos adolescentes.

—El auto está listo, amo Wayne. Bienvenido, amo Kent; si no se apresuran llegarán tarde.

Ambos se separaron entre suspiros y algo de molestia, sin embargo, no dijeron nada más y agradecieron a Alfred por el aviso. Bruce había comprado hace unos días unas entradas para ir a un circo en Gótica, al parecer el circo era de lo más lujoso, además de que sus actos prometían bastante. Guardó las entradas entre su saco y caminaron juntos al auto; Bruce fue quien conducía mientras que Clark le contaba sobre su día. Fue así como llegaron hasta una gran carpa alumbrada con varios focos en su totalidad, en el lugar se encontraba la élite de la élite, fue entonces que Clark comenzó a cuestionarse sobre el precio de los boletos. Sin duda a Bruce le encantaba consentir a Clark con todo lo que podía, entre dudas y emoción entraron juntos al circo, observando el espectáculo una vez iniciado.

/ Tres meses antes /

La ropa de ambos estaba por el suelo tirada sin algún orden, la puerta tenía puesto el seguro, algunas sábanas se encontraban alrededor de la lujosa cama y los cuerpos cansados de Bruce y Clark eran apenas tapados con una fina sábana de seda, Bruce se abrazaba a una almohada mientras dormía de manera profunda, su respiración era lenta y silenciosa; a su alrededor se encontraban los brazos de Clark, pegado a él con sus piernas entrelazadas y su rostro colocado de forma cuidadosa entre el hombro y el cuello de Bruce. Ambos estaban dormidos hasta que los golpes en la puerta los despertó, era Alfred avisando sobre el desayunó. El mayordomo conocía todas las cerraduras de la mansión y un simple seguro no lo detendría para pasar. Una vez que entró, comenzó a levantar el desorden que la pareja había dejado en el suelo.

—Amo Wayne, el desayuno está listo. Les recomiendo que bajen ahora si no quieren comerlo frío. Amo Clark, esta vez no quiero que intenté calentarlo con su visión, la mesa tardó dos meses en ser reparada —Alfred conocía la identidad secreta de Clark Kent, así como que era la pareja de Bruce. Cuando el mayordomo abandono la habitación, ambos sólo se removieron para quedar de frente, Clark sin soltar el abrazo, le dio un pequeño beso en los labios.

—Buenos días, mí murciélago —mencionó el más alto con cierto nivel de ternura, mientras le sonreía y llenaba su rostro de besos.

—Buenos días, mí alíen —susurró de manera fría, aunque Clark juraba que había algo de ternura en sus palabras.

No se ponían apodos ni nada de eso, pero cuando Clark quería molestar a Bruce, el millonario le respondía de la misma manera. Ambos se levantaron y se arreglaron para bajar a desayunar, cuando estuvieron listos, bajaron al comedor y tomaron sus lugares asignados. Clark admiraba bastante la comida de Alfred, así que solía comer disfrutando lo que le habían preparado no sin antes agradecer por la comida y sin parar de alabar a Alfred cuando entraba al comedor. Por su parte, Bruce mantenía una postura seria, comiendo de forma silenciosa, admitía que la comida de Alfred era de primera clase, sin embargo, no se lo pasaba repitiéndolo, estaba seguro de que su mayordomo lo sabía.

Mientras comía, las palabras de Clark lo dejaron congelado, le pidió a Alfred que los dejara a solas y una vez que el mayordomo se retiró, Bruce observó de forma seria al más alto.

— ¿Un hijo? —preguntó Bruce sin creer del todo la frase de su pareja.

—Sí, Bruce. Quiero que tengamos un hijo —mencionó mientras observaba atento al otro, siendo enfático en movimiento de sus manos—. Piénsalo­, estaríamos dando el siguiente paso.

—Pero no creo que estemos listos para una responsabilidad de tal magnitud, entre las empresas Wayne y ser Batman, no dispongo del tiempo para cuidar a un niño, ni Alfred va a querer hacerse cargo de él.

— ¡Pero no te dejaré sólo con él! Alfred no va a hacerse responsable, sería nuestro hijo —intentaba animar a Bruce de todas las maneras que conocía— ¡Por favor, Bruce! ¿No quieres ir un poco más lejos?

—Anoche fuimos más lejos —dijo con un rubor en las mejillas.

— ¡No hablo de eso! —Clark se sonrojó aún más que Bruce, mientras intentaba evitar toser una parte del desayuno.

—No estoy listo para eso —Mencionó serio, su mirada era más dura que otras veces—. No es no, y no vuelvas a tocar el tema.

Con esa respuesta, la mesa de Bruce se ganó una nueva abolladura gracias a Clark, cosa que a Alfred no le hizo nada feliz.

/ Actualidad /

El espectáculo estaba en su mejor punto, con la presentación de Los Grayson Voladores, una familia de trapecistas que vivían en el circo, el menor de ellos, Richard Grayson de 12 años, era un prodigio para su familia. Durante el acto, Richard observó como la soga de sus padres se rompía, dejando a ambos caer al vacío, los gritos, la multitud y el desorden en el lugar cubrieron el pequeño grito de Richard, Bruce y Clark se quedaron congelados, había pasado muy rápido, sin darle posibilidades a Batman o Superman de hacer algo, bajaron al menor de donde estaba y comenzó la investigación sobre el accidente.

Algunas horas después, Richard ya se encontraba sentado en el asiento trasero del auto de Bruce Wayne, intentando contener sus sollozos. El mayor se había ofrecido a cuidar del niño por un tiempo, le recordaba cuando él había perdido a sus padres. Sin embargo, ambos mantenían una tensión muy fuerte y pesado dentro del auto, ninguno de los dos se atrevía a hablar. Mientras tanto Clark, quien aún se encontraba en Gótica, estaba cubriendo la escena del crimen, pues el diario, aprovechando que él ya se encontraba allá, decidieron darle la nota a él.

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Bueno espero que les guste ~ ヽ('▽｀)/ tratare de actualizar de forma rápida D: y asi <3 xD es la primera parte y bueno gracias por leer les pido que dejen comentario para saber sus opiniones (●'∀｀●)

Ando haciendo nuevos cambios, después de tantos años, creo que se merece una corrección. Y sobre todo que a ustedes les guste esta nueva perspectiva.