-no puedo creerlo Tikki...salve a Adrien, oh Adrien! El es muy guapo- una peliazul miraba la pared asombrada, su nombre era Marinette.
-lo se Marinette estuve ahi ¿lo recuerdas? Hey! ¿Por que no lo invitas a salir?-
-pero no puedo hablarle...apenas y puedo decirle Hola sin ponerme a tartamudear...¿Qué hago Tikki?-
-vamos al patio a tomar aire fresco ¿si?-
-...mmm...el patio, pero no podemos ir...recuerda que no me dejan salir- Marinette dirigió su mirada a la ventana donde el son resplandecia.
-si es una día bonito...Hola Plagg- miró hacia la nada.
-¿Qué tal chicas? Hey Marinette tengo hambre, y no encuentro a Adrien...así que consigueme queso-
-vale bajemos al patio y pasare a la cocina por tú queso- la peliazul sonrio y salio de su cuarto asegurandose que nadie la vigilaba y al comprobarlo sin más se dirigió a la cocina.
-¡o si! Tendre mi preciado y hermoso queso...el nunca me abandona-
-Plagg no hagas tanto ruido o nos vana descubrir- La chica se colo dentro de la cocina buscando un pedazo de queso ni muy grande ni muy chico, despues de esi se dirijio al patio.
-hay mucha gente aquí...no me gusta- Marinette se puso tensa y aún más cuando escucho una voz muy peculiar.
-Ladybug por ¿que no nos divertimos un rato?-
-¡Papillon! ¡deja de convertir a los demas en Akumas! ¡ya es suficiente! ¡Tikki transformación!- la chica se lanzo sobre uno de los pacientes comenzando a golpearlo en el rostro una y otra vez, el pobre solo podia gritar desesperado por ayuda.
Marinette se auxilio de una piedra que estaba de su lado y la tomo comenzando a golpear al pobre chico con ella, luego lanzandola al aire grito -¡Lucky Charm!- y siguio con los suyo.
Para cuando los medicos llegaron al patio, Marinette estaba sentada en el pasto abrazo a sus piernas.
-no quise hacerlo...no quise hacerlo...era un akuma...yo no...-
-o pero lo hiciste Ladybug mataste a ese chico...un pobre e inocente muchacho...tu lo mataste-
-¡es mentira! ¡Yo no lo hice! ¡no queria hacerlo! ¡es culpa de Papillonno mia!- ella comenzo a llorar. -no quise hacerlo...no era mi intención...no quise hacerlo-
Los enfermeros se acercaron a ella con una jeringa en mano, Marinette grutaba cada vez más fuerte y se resistia a la inyeccion, entre 4 enfermeros la sujetaron y le inyectaron el liquido logrando que los segundos se fuera relajando y se quedara dormida.