Capitulo 1: Los anhelos no devolveré

41 3 0
                                    

Si los sueños se escribieran en un papel al instante después de tenerlos, podríamos comprender más lo que nos inquieta de ellos. Su cara, su tristes pero aun hermosa cara, solo eso espanta a mis demás sueños. Habrá pasado una semana tal vez dos, pero de lo que si seguro estoy es que su rostro sigue en mi mente. Si soñar con ella de nuevo podría ser la solución para poder dormir tranquilo, ¿por qué ni siquiera eso permite que lo haga?
Frustra mi mente el no poder sacarla de ella, más los días sin dormir me hacen observar su delineada silueta en donde me detenga a descansar. ¿Qué pasa conmigo?, ¿será que ese bello momento se convierta en una pesadilla eterna o tal vez podré superarlo?, será ella más que solamente un sueño.
Hoy desperté, eso quiere decir que después de tanto dilema he podido respetar el sueño, por primera vez desde hace tanto tiempo me siento vivo. Sera un día normal y eso me alegra, sentado en una banca disfruto lo que nunca había observado, ni aun antes de la hermosa historia de ensueños, observo la felicidad que se transmite como un virus, pero al cual nadie busca una cura sino de alguna forma acelerar sus síntomas. Sin saber por qué, me siento inmune, la delicadez del viento no hace sonreír a mi conciencia y menos esperará una respuesta física, Siento falta algo esencial aunque mi corazón no se detenga, creo falta algo.

Despierto, rodeado del dulce aroma de la tierra húmeda, llovió toda la noche y prolongo mucho más mí tiempo de descanso, aunque no me molesta descansar más de lo adecuado, se suponía visitaría a mis padres temprano y pasar todo el día junto a ellos, por Dios, mamá se enojará igual que la última vez y por supuesto papá se burlara hasta faltarle el aire o hasta botar su dentadura, también aprovechare y en el silencio del lugar preguntare como cuando niño, ¿qué es lo que me hace tanta falta?. Falta poco camino para llegar es casi medio día y si quiero pasar más tiempo con ellos tendré que pasar la noche en la casa. He llegado y como si fuera una obra de teatro mi madre da un discurso para hijos que olvidan a sus adorables padres, papá soporta la risa igual sé que el ayudo a mamá a elaborarlo. Al fondo del escenario de mis padres se encontraba...

Ella. ¡He!, al igual que todos o tal vez la mayoría, escuchado sobre la fama de los dejabú, aunque esto no se parezca nada a mi antiguo sueño, prefiero no despertar de este si es uno. No pudiendo ocultar mi repentina felicidad y mi miedo, camufle el motivo de mi sonrisa con el discurso sobreactuado de mamá. Evitando que ella observe que la veo dirijo la mirada hacia papá, quien sonrío para tranquilizarme y me invito a pasar, que temor no saber que articular mientras la ocasión merece un despliegue de certeza en palabras, aunque mi mayor temor y es parecer cualquier individuo enfrente de tan bello rostro. ¿Cómo se llama?, espere a que captara con más dificultada papá sobre a quién me refería, pero sin dudar dijo "Ana". Lo que parece coincidencia me aterra, pues desde que termine mis estudios en la universidad solo he compartido mis emociones y sentimientos con dos bellas mujeres, las cuales tienen ese mismo y vetado para mí de mala suerte, nombre de Ana. Estará de más agregar que estoy soltero desde hace mucho tiempo.

Entré a la casa rezando no tener que encontrarme de nuevo con su sombra, será amargo no aprovechar mi oportunidad pero tengo miedo de ella, como es capaz mi mente en torturarme tanto ahora después de robarme por semanas el tan valioso sueño, no puedo llevar la situación al extremo de contarle a ella sobre que paso porque seguro creerá que intento seducir su inocencia, no sé cómo son sus ideas y para comprenderla pasara mucho tiempo, el cual me agobia desde ahora. En búsqueda de mi antigua habitación en la cual solía componer y dibujar los más profundos rincones en mi corazón, encontré en el mismo sitio donde debía estar mi infancia y parte de la adolescencia, un rincón de triste felicidad en la paredes, las cuales ella estaba retocando con sus delicadas manos las cuales observe sin desviarme por minutos hasta escuchar como gritaba mi corazón, al oír salir de su bella boca un simple hola. Para intentar no incomodar su apreciada cortesía respondí de igual forma mientras intentaba observar algún sitio cómodo para no golpearme fuerte si me desmayara. Después del saludo seguro y ella espera un ¡te amo! O ¿tal vez no?, seguro y no, intenté ignorar su voz pero no funciona él "mi nombre es Ana" rodeo todo mi cuerpo en segundo como si fuse bombeado por el corazón a través de las arterias, intentando evitar mi respuesta pregunte "¿qué haces?", después de sonreír sorprendida, seguro por no responder antes, dijo arreglar mi desastre, cosa que no parecía cierta entre tanta muestra de depresión en sus retratos de niñas que seguro me darían pesadillas, sin embargo expresaban seguro su profunda madures según mis ojos. Observarla no es divertido si ella sabe que lo hago así que evitare hacerlo mientras a mi lado este y menos si sonríe, ofrecerme ayudarla no parece mala idea si no fuera porque no quiero dañar sus fantasías, con mis realidades, con mis tristes pero ciertas realidades.

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora