Mi nombre es Alan, mientras más amaba Ana más la olvidaba, el que ella estuviera a mi lado nunca fue difícil, desde que mis ideas son recordadas ella ha estado conmigo, la hermosa Ana estudio conmigo desde que nos mordíamos las manos hasta que soltamos al menos tres veces lo birretes al aire, nuestro amor se compartía hasta en la mirada de nuestros hijos... Lo trágico es dedicarle mi tiempo a lo que me hace olvidarla un poco más sin darme una buena explicación, a los 38 años empecé a notar signos de alzhéimer, dos años después ya no reconocía a muchas personas y mi rostro se me hacía familiar, después de tanto tiempo mi sombra dejo de llamarse sombra en mi mente y ya ni su seudónimo recuerdo...
Lleno de ilógicas conversaciones de lo que desconozco, salí a caminar un día solo con lo necesario para no morir de frio, mientras cruzaba una calle de un gran parque un chofer desconcentrado me postro en coma pero en una cómoda cama, mis lágrimas salen repentinas veces pero nadie puede oír mi llanto, solo ustedes, tal vez no muestre esto ser lo más lindo de mi vida pero después de dos años logre ver a mi amada Ana otra vez y saber que ella me amaba. Esto ya dejo de ser lo real, este sueño que se repite una vez más cuando resucito ya no cumple con mis expectativas, aunque en el mis pesadillas cantaron su canción favorita junto a mis amores, la armonía brillaba en cada esquina aunque la locura intentara opacarla todo, eso era falso, todo eso era amor, el amor ha mantenido mis ganas de seguir en esto, sé que ella esta haya, afuera de mi rezando todas las noches,como de costumbre, que vuelva a estar a un lado de su cama aunque su nombre en el vacío de mi memoria este guardado, lo real Ana...
Yo nunca despertare, aunque pudiera.
Un pequeño FIN.
