Este es mi primer libro en wattpad :'D
Tengo pensado escribir una novela, saldrá con el tiempo, solo esperen 7(.__.7)
Por lo tanto, tengo algunas historias, relatos, poemas, etcétera! etcétera! Que quisiera compartirles
También publicare algunos d...
Esta noche está siendo muy complicada, tengo proyectos y ensayos que realizar, para mi primer semestre en la universidad me lo eh llevado muy bien, tengo buenas notas, excelentes profesores y dejando a un lado mis estudios académicos, ahora vivo de forma independiente. Me levanté del sofá para ir por una taza de café, casi era media noche, debía permanecer despierto, faltaba poco para terminar con mis deberes y deseaba con ansias recostarme en mi cama y dormir. Desde la cocina observé mi computador y las pilas de folios esparcidos por la mesa sin orden alguno, solté un suspiro mientras daba vueltas al café con una cucharita de plástico, bebí un sorbo y caminé de vuelta arrastrando los pies, dejé la taza sobre la mesa y continué escribiendo, estoy tan cansado. Bebí otro sorbo.
—Uff, terminé. —Agotado, estiré mis brazos hacia arriba, liberando mis músculos de la tensión.
Me levanté dispuesto a ir a dormir, cuando escuché el timbre de la puerta sonar a mis espaldas, confundido me tallé los ojos y miré la hora en mí móvil, pasa de la una de la madrugada. Enterado que es ya muy tarde como para llamar a la puerta de mi propiedad, tomé mi bate de beisbol y busqué por la mirilla de la puerta a la persona que había tocado el timbre. No había nadie. Molesto, abrí la puerta de golpe y miré de un lado a otro buscando a la persona.
— ¡No te escondas co...!
Quedé asombrado. No había sido una persona quien había tocado mi puerta, ¿o sí?, no estoy muy seguro, la cosa es que estaba este chico tirado en el suelo, tiritando, lloriqueando y solo llevaba un camisa que le quedaba grande, resaltaban unas orejas sobre su cabeza, suaves y peludas, su cola de gato se mecía de un lado a otro mientras este se tapaba el rostro.
—Escapé de casa...Mi amo...Es un hombre malo...Señor, por favor, ¿podría ayudarme? Tengo frio. —Dijo entre sollozos.
Sin importarme su peculiar aspecto, dejé el bate y lo levanté del suelo, para mi sorpresa el chico no pesaba más de 10 kilos, menos de hecho, lo acogí en mis brazos y lo escuché ronronear, frotó su oreja con su mano tal cual gato y bostezó, seguía meciendo su cola de un lado a otro y me golpeaba en la cara con ella, empujé la puerta con el talón y se activó el cerrojo automático.
—Gracias, señor.
—No me molesta, llámame Nathan.
—Nathan...¡Yo soy Pedazodebasura! O al menos, así me llamaba mi amo, ese no es un nombre, ¿verdad? —Fue tomando un tono triste, agachó la cabeza y comenzó a juguetear con su cola.
