Tal Vez Es Amor 2da Parte

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Darien soltó mi mano y avanzo de regreso a grandes zancadas pero Malachite se interpuso entre él y Seiya mientras este último sonreía cínicamente y se ocultaba tras Malachite.
-Señor por favor no caiga en su juego regresen a la casa yo me ocupo de todo.
-No lo quiero cerca de aquí y Seiya te lo advierto no te acerques a Serena porque te hago tragarte tus palabras
-¿Primo pero que hice? No tienes por qué molestarte, vamos toma la vida más ligera o terminarás mal, te veo en Tokio que lo disfrutes el lugar es –decia recorriendo con la mirada- hermoso y más con la compañía de Serena.
Y riendo camino por las calles, Malachite aun sostenía a Darien que al ver a Seiya alejarse lo suficiente regresó conmigo y me tomó de la mano llevándome casi a rastras de regreso a casa, durante el regreso guarde silencio se veía muy molesto y como no después de todo lo que pasó y yo que iba a imaginar que Seiya era su primo.
Preferí guardar silencio y esperar a que se calmara para explicarle todo, cuando entramos Zirconia nos esperaba se veía nerviosa.
-Mi niño mira yo le pedí que bajará al pueblo a conseguir...
-Está bien nos dejas solos
Zirconia camino a la cocina aun angustiada la pobre y si hubiera visto lo que sucedió estaría peor.
-Serena... ¿qué te dijo?
-Nada, Darien yo no pensé que se trataba de –camino quedando frente de mí y me tomo de los hombros
-¿Dime te hizo algo? ¿Dijo algo?
-No Darien apenas si cruzamos un par de palabras
-Perdón por reaccionar así –me apretaba a su pecho y yo rodee su cintura con mis brazos recargándome en su pecho, su corazón latía desbocado- Seiya es manipulador y no quiero que te haga daño, por favor no vuelvas a acercarte a él.
-No lo haré te lo prometo –nos quedamos así unos minutos, aunque si por mi fuera me gustaría estar así por siempre- ¿sigue en pie la visita a la cascada?
-Si –sonreía solo subo a darme un baño
-Yo prepararé algo con Zirconia anda ve no quiero que se haga más tarde
Me dio un dulce beso en los labios y subió las escaleras, fui a la cocina Zirconia debía estar nerviosa en cuanto entré camine hacia ella y la abrace
-Mi niña perdón no quise que se molestará contigo pero subió a buscarte y cuando no te encontró se puso muy nervioso...
-No te preocupes ya todo está bien, aquí está la cesta –decía dejándola en la mesa-
¿aún falta algo?
-Tengo todo listo sube a cambiarte mientras lo coloco todo ahí anda
Le di una sonrisa a Zirconia y fui a mi habitación apenas cerré la puerta a mis espaldas suspiré todo lo que pasa al lado de Darien es emoción tras emoción y Seiya aquí... seguramente mintió y si lo envió Michiru, ahora entiendo porque algo me ponía nerviosa con él siendo su hermano no debe ser de confiar y mucho menos con lo que pasó entre él y Saori suspiré y caminé hacia el lap que aún seguía encendido fui al correo pero no tenía respuesta de Mina, con un sin número de emociones fui al closet y vi ahí un vestido negro con motitas blancas con tirantes ese que me gusta tanto y el único que empaque fui a cambiarme y a cepillarme un poco el cabello, cuando Darien llamaba a mi puerta
-Serena ¿estas lista?
-Si ahora bajo
-No tardes – y escuche como bajaba por las escaleras, no sé si aún por todo lo que había pasado o no tener noticias de Mina me sentía tan nerviosa así que le envié un correo más
Mina por favor contéstame el correo dime que al menos estas bien, tengo mucho que contarte, ahora tengo que salir pero por favor conéctate más tarde para platicar.

Baje las escaleras y ya me esperaba Darien, Zirconia caminaba con la cesta hacia nosotros
-Mi niño hemos preparado esto para un picnic que disfruten el día y el hermoso paisaje
-Gracias Zirconia –tomaba la cesta, me extendía su mano y sonreía de regreso el Darien que tanto me gusta.
Caminamos por un sendero y todo era verde más de lo que podría imaginar las flores que habían eran hermosas y en ese momento recordé...
-Darien olvidé la cámara para las fotos de Mina.
-¿Quieres que regresemos?
-No... creo que podremos venir otro día y tomarlas
-¿estas segura podemos volver por ella?
-Si segura, se nos hará más tarde se tendrá que conformar con lo que le cuente –aunque conociendo mi hermana va a estar más concentrada en tener otro tipo de detalles que este paseo por la cascada, tomó de nuevo mi mano y seguimos caminando
Después de varios metros al dar vuelta en un pequeño sendero pudimos ver por fin la cascada la hermosa caída de 90 metros en medio de ese paisaje era simplemente maravilloso, habían algunas pocas personas que estaban disfrutando el día y nosotros buscamos un lugar para sentarnos, en la cesta encontré una manta que Darien inmediatamente la extendió a los pies de un gran árbol se sentó extendiendo sus piernas y recargándose en el tronco alzaba su brazo invitándome a ir con él me senté a su lado y el me atrajo a su pecho, así en silencio nos quedamos un rato observando.
-Ya tú me has contado tu historia y te dije que algún día correspondería a eso –sin separarme de él y abrazada a su pecho lo escuche, con voz calmada y seria comenzó su relato.
-Supongo que Rei ya te contó un poco de nuestra infancia, ella no recuerda nada era tan pequeña y eso siempre lo agradezco, aunque su mayor deseo será siempre haber conocido a nuestra madre al menos en alguna foto
-Tú no guardaste alguna
-No, tenía solo 6 años pero ella era hermosa muy parecida a Rei el mismo color cabello sus mismos ojos, su piel blanca sonreía exactamente igual que ella...
-Se lo has dicho a Rei
-Siempre pero ella quisiera verla, muchas veces me dice que fui afortunado de al menos haberla conocido, pero yo le digo que es mejor así
-¿Por qué?
-Mi madre... yo siempre lo he dicho debería haberse amado un poco y no permitir que ese hombre –vi que su puño se cerraba con coraje al recordarlo lo tomé entre mis manos y acaricie sus nudillos haciendo que lo abriera y entrelazara su mano con la mía
-Tal vez lo amaba demasiado
-No debió... siempre la veía golpeada sonreía pero tenía una gran tristeza en su mirada, cuando me dijo que tendría una hermanita, tuve miedo, ese hombre podría hacerles daño a las dos así que yo tenía que hacer algo
-Pero eras tan pequeño...
-Yo aun así quería intentarlo, un día llego ese hombre y quiso golpearla pero yo me atravesé y recibí esos golpes, no me importaba más que protegerlas, nunca lo había hecho y las veces que intentaba siempre mi madre recibía los golpes por mí pero eso jamás se repetiría mi madre pidió ayuda a unos vecinos y me lo quitaron de encima había descargado conmigo su furia guardada, escapo del lugar y yo estuve algunos dias en el hospital.
No tenía palabras, solo me abrace a él con fuerza y él hizo lo mismo depositaba besos en mi cabello mientras hacía círculos con sus manos en las mías, y unos minutos después siguió hablando.
-Al salir del hospital decidí trabajar y fui con un hombre a una tienda le pedí trabajo y yo creo más por lástima que por de verdad necesitarme me empleo, le ayudaba a cargar cajas a limpiar y aunque fuera pesado para mi edad lo hacía pensando en mi madre y mi hermana, cada tarde regresaba y me encontraba a mi madre con su vientre abultado y lavando ropa de vecinos que le daban para ayudarnos, sentía impotencia porque quería ayudarla más pero como....
Podía imaginar a un pequeño de apenas seis años cabello negro sus ojos zafiro angustiado y desesperado por ayudar a su madre y mis ojos se llenaban de lágrimas.
-Una noche ese hombre regreso a la casa bastante embriagado y gritando maldiciones yo estaba tan cansado que no lo escuche, mi madre trato de calmarlo pero recibió unos golpes no sé por cuanto tiempo pero cuando abrí los ojos y al verlo golpeándola me abalance a él tomándolo de los cabellos golpeándolo con los puños, mordiéndolo, era como una fiera llena de odio y furia al escuchar todo llegaron los vecinos y esta vez lo atraparon entregándolo a las autoridades pero mi madre estaba inconsciente, la llevaron al hospital... esa noche nació Rei.
-¿No tenían a nadie más con quién recurrir?
-No, mi madre estaba sola por eso él se aprovechó para hacerle daño por tanto tiempo, cuando ella salió del hospital regresamos a la casa pero aún tenía miedo de que cuando saliera de la cárcel ese hombre nos buscará, trabajo muy duro para sacarnos adelante, yo le ayudaba en cuidar de Rei y trabajar pero cada día los gastos aumentaban como su preocupación, un día sin esperarlo ese hombre salió de la cárcel y llego con nosotros.
Me apretó fuerte a su pecho y yo lo abrazaba igual sabía que venía lo más difícil para él, en este momento no había palabras para consolarlo sino solo estar así y escucharlo.
-Mi madre tomó un cuchillo de la mesa le dijo que nos defendería de él y no nos volvería a lastimar ellos dos forcejearon y en un momento vi sangre él se separó de ella y con las manos llenas de sangre se dejó caer en el suelo llorando, vi como mi madre caía al suelo sin vida con el cuchillo enterrado en su vientre, la había matado –su voz se entrecorto sentí sus lágrimas caer y yo lloraba con él no podía hacer más, cuando pudo siguió- estábamos solos, recuerdo que tomé en mis brazos a Rei y no dejaba que nadie me apartará de ella tenía que cuidarla sólo éramos ella y yo.
Todo esto era tan doloroso ahora entendía porque ese lazo entre Rei y él ambos solo se tenían entre sí y yo... al menos mi infancia fue hermosa, feliz con mis padres siempre tan contentos tan enamorados, mis hermanas y yo siempre unidas, todo era maravilloso comparado con lo que había sufrido Darien.
-Gea y Armando habían llegado apenas a Tokio y mi madre recorría orfanatos ayudando a todo el que lo necesitara conoció nuestro caso, ella fue la única que pudo consolarme y tomarnos entre sus brazos a Rei y a mí, desde ese día ambos lucharon hasta que por fin nos adoptaron a los dos, para no separarnos nunca.
-Darien, sé que por parte de tu madre no habían más familiares pero por parte de tu padre de él ¿no había más familia que los ayudará?
-Mi padre... Armando investigó al parecer ese sujeto tenía un abuelo y un hermano pero los buscaron por cielo mar y tierra, sin tener resultados, por eso tardo el proceso de adopción tenían que agotar todas las posibilidades de familiares que pudieran reclamarnos, cuando se agotaron los recursos por fin fuimos Shields desde ese día nuestras vidas cambiaron, no tengo más padre que Armando y una madre no biológica pero si de corazón Gea.
-Son unas personas tan excepcionales, los aman tanto a los tres.
-Lo sé nos dieron todo lo que en algún momento nos faltó y Rei ha sido más Shields que nadie, llego a brazos de mi madre siendo apenas una bebé de unos pocos meses, Lita ya tenía un poco más de un año, y yo siempre doy gracias a que Rei no vivió lo que vi.
-Pero Darien, no has querido investigar tal vez tu abuelo ya falleció pero tienes un tío.
-Que podría ser igual que ese hombre... no gracias, para mí no hay más familia que mis padres Lita y Rei solo ellos –me soltó y se acostó completamente en el suelo cerrando sus ojos y poniendo sus manos detrás de su cabeza.
No podía siquiera imaginar su sufrimiento siendo tan pequeño como mis bunnies, como mi querido Zafiro mi pequeñito había perdido a su madre pero tenía el amor y todo el cariño de su padre y él jamás le haría algo a su hijo, suspiré los extrañaba pero estar aquí y que Darien me abriera su corazón era algo que no tenía precio y todo valía la pena, me acerque despacio hasta él y estando cerca de sus labios cerré los ojos.
Apenas mis labios tocaron los suyos, giro haciéndome quedar debajo de él y me beso de una forma muy tierna haciéndome volar, con solo un beso hacía que miles de sensaciones recorrieran mi cuerpo, no quería que esto terminará jamás su corazón estaba en mil pedazos desde niño con todo lo que sufrió y luego con Saori, pero yo quería ayudarlo pegar con amor cada uno de ellos hacerlo volver a creer, confiar, amar.
-Serena –dijo separando sus labios de los míos- aún no puedo prometerte nada, no sé qué es amar, creí saberlo pero tú –acercaba su dedo a mis labios- me estás haciendo descubrir otras cosas y no quiero lastimarte, no puedo lastimarte quiero que sepas quien soy y que soy para que me digas si en algún momento puedes llegar a quererme un poco.
-Darien ya te quiero... anoche yo me entregue completamente a ti no solo en cuerpo también en alma porque sé que aunque somos diferentes podemos lograrlo, Mina me dijo algo que es muy cierto no debemos pensar en el pasado ya fue y no podemos hacer nada, tampoco que nos atormente el futuro es incierto y nunca sabemos que puede pasar, mejor disfrutemos el momento, yo estoy muy feliz aquí a tu lado no pido más.
-Sé de todo lo que hablan de mí y en parte lo he provocado no he actuado bien hay muchas cicatrices en mi alma, pero quiero que confíes en mí que me dejes mostrarte como soy realmente y entonces decidas si quieres estar a mi lado Serena
-Darien yo –silencio mis palabras con un beso
-No ahora, conóceme ve como soy déjame conocerte en todos tus momentos y tu haz lo mismo conóceme en todos mis momentos y entonces me respondes –y nuevamente nuestros labios se unieron en un beso lleno de promesas de pasión y de amor.
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El día fue sencillamente maravilloso pasamos riendo y disfrutando absolutamente todo lo que teníamos en ese momento después de contarme lo terrible que fue su infancia podía verlo más relajado, quería que al menos después de contarme lo que paso todo eso lo dejará atrás, para divertirlo le conté de mis bunnies y sus travesuras de mis pequeños de cómo es que Mina y yo somos tan unidas y las locuras de mi hermana, también como cuando niñas cambiábamos de ropa para confundir a Amy y papá, era tarde y decidimos comer las frutas quesos y unos emparedados que nos preparó Zirconia también descubrimos una botella de vino con dos copas ella piensa en todo, la tarde comenzaba a caer y subimos a una pequeña colina donde nos sentamos a ver la puesta de sol me recargue en su hombro y el rodeo con su brazo mis hombros así como el sol se ocultaba pedía que se llevará nuestros recuerdos dolorosos y que a la mañana siguiente nos invadiera con nuevos rayos de esperanza.
Emprendimos el viaje de regreso tomados de las manos sonriendo y aun hablando de muchas cosas tan tontas pero que nos hacían reír como nunca hasta que por fin llegamos a casa.
Encontramos a Zirconia dormitando en el sofá de la sala cerca de la chimenea y ambos sonreímos cuando Malachite salía del despacho y creo que por un momento apenas un pequeño momento una sonrisa se dibujó en su rostro al vernos felices.
-Señor Shields todo está en orden
-¿Y en Tokio?
-Es mejor que hablemos en el despacho tengo que comentarle varios asuntos de... la embajada
-Ve mientras yo subo y platico con Mina tengo que describirle la cascada y seguramente me regañara por las fotos.
-Prometo que antes de irnos te llevaré de nuevo para que las tomes para ella.
-Es una promesa arrogante, ahora ve y ponte al día que yo lo haré con Mina -le di un beso en la mejilla haciéndolo sonreír y subí a mi habitación... estoy feliz demasiado feliz –
Encendí el lap mientras me descalzaba los zapatos y me estiraba sonriendo seguramente Mina me regañaría por demorarme luego querría saber sobre lo de anoche de solo pensarlo me ponía roja no ni a ella se lo contaría solo le podría decir que fue maravilloso y esa palabra se quedaba corta con todo lo que había pasado.
En cuanto inicie sesión vi que Mina no estaba conectada pero que extraño, abrí el correo y no encontré ninguno de ella eso hizo que un frio recorriera mi cuerpo, no... Mina no debe estar bien, un correo llamo mi atención no conocía el remitente pero solo decía vestido amarillo, lo abrí en cuanto leí el correo, sentí que un gran hueco se abría a mis pies.
"Ese vestido amarillo jamás lo olvidaré con él te vi por primera vez, aunque a tu hermana se le ve fantástico también"
Con lágrimas en los ojos salí de la habitación para ir con Darien que me encontraba justo a la mitad de la escalera y me abrazaba al verme así apenas si entre sollozos pude decir
-Mina... la tiene él
-Serena lo siento tanto, no sé bien que pasó...
-Dime –me separé de él gritándole- que ha pasado, tú dijiste que no les pasaría nada, lo prometiste.
-Señorita Serena –decia Malachite que estaba ya tras de él- su hermana evadió nuestra seguridad, escapó de su escolta personal, ya hay gente buscándola por todos lados, créame que no dejaremos que le suceda nada.
-Pero es que... Darien recibí un correo tienes que verlo –y lo jale con rumbo a mi habitación en cuanto lo vieron Malachite y Darien se vieron atónitos- ya la tiene Darien por favor quiero regresar a Tokio ahora mismo.
-Señorita no podemos ya es muy tarde hay neblina es peligroso hacer el viaje en carretera con estas condiciones voy a preparar todo y salimos mañana temprano.
-No... le puede hacer daño y todo es mi culpa él me quiere a mí y no quiero... no quiero perderla como a mis padres –caí de rodillas llorando inmediatamente Darien me abrazo y yo me abrace a él me aferraba a su cuerpo porque si no lo hacía sentía romperme en mil pedazos- si le pasa algo...
-Te lo juro que no pasará nada. Malachite ve a preparar el viaje que este todo listo, y dile a Zirconia que suba por favor, toda la gente la necesito trabajando que la busquen por debajo de las piedras donde sea.
-Darien... ¿y Amy?
-Está bien ya está en tu casa acabo de llamarla, Rei y Lita irán por ella lo mejor es que no este sola, confía en mi por favor, te lo suplico.
No podía parar de llorar Malachite salió de la habitación aún me quedé varios minutos en el suelo abrazada de Darien poco después me levanto en brazos llevándome a la cama Zirconia entraba corriendo y quitaba las cobijas de la cama para que me recostará no quería separarme de él me abrazaba con fuerza para que no me soltará si lo hacía sentía que caería a un hoyo negro y profundo del cual no podría salir.
Unos minutos después Zirconia me acercaba un vaso y una pastilla
-No... no quiero
-Por favor mi amor hazlo te necesito tranquila, por favor –acercaba a mis labios la pastilla y la tomé unos minutos después mis ojos se cerraban con pesadez, y dormía solo escuchaba su voz calmarme sus manos acariciar mi espalda y en sus brazos me abandone debo confiar en él
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Desperté mi cabeza me dolía y aun me sentía mareada no quería moverme aun no recordaba nada todo eran brumas en mi mente, pero ahí estaba a mi lado abrazándome, protegiéndome, profundamente dormido, aun con la ropa de ayer no se había movido ni un poco no me dejo sola en toda la noche, me abrace a él hundí mi cara en su torso su delicioso aroma, apenas se movió un poco acaricio mi espalda su voz ronca retumbo en su pecho.
-Tranquila
-¿Qué paso?
-Zirconia empaco tus cosas y solo estábamos esperando a que despertarás, vamos de regreso a Tokio
-Mina...
-La siguen buscando
-¿Entonces sí la tiene?-se quedó en silencio y hacia círculos en mi espalda
-Yo mismo iré a buscarla pero necesito saber que estás tranquila te prometo que la traeré sana y salva
-Darien... por favor que no le haga daño...
-Te lo prometo vamos ve a la ducha tu ropa ya está en el baño yo también iré a cambiarme y nos vamos en cuanto estés lista.
Me ayudo a levantarme me dio un beso tierno en la frente mientras entre sus manos tomaba mi rostro
-Vamos date prisa...
Me bañe rápido y me vestí como pude vi mi maleta ya hecha y mis cosas guardadas empaque lo último y tome la maleta di un último vistazo era hermoso todo pero tenía que volver a la realidad por Mina, salí de la habitación en el pasillo esperaba Malachite en cuanto me vio salir se acercó a mi tomando la maleta evitaba mirarme a los ojos.
-¿Dime qué fue lo que paso? Por favor.... Malachite
-Su hermana fue con Armand su custodio a una prueba de vestuario, salieron del lugar y ella pidió que la llevará a comer, al parecer malentendió alguna situación con Armand aun así estamos investigando que él no diera pie a nada más...
-No entiendo Malachite ¿qué sucedió con él y Mina?
-Armand es casado y su hermana pensó que tal vez él estaba interesado en ella, al enterarse escapo de él le están buscando por todos lados, créame señorita Serena estamos haciendo todo para encontrarla, en cuanto lleguemos yo saldré a buscarla personalmente.
-Mina –mi corazón estaba en mil pedazos como el suyo se hizo ilusiones y al descubrir que no era soltero... - por favor Malachite cualquier cosa que pase promete que me lo dirás
-Si señorita
-No quiero que me oculten nada
-No lo haré
Darien salía de su habitación fue hasta nosotros me abrazo y así bajamos las escaleras al pie Zirconia nos esperaba con lágrimas en los ojos
-Serena se valiente, por favor avísame cuando lleguen y estés con tu hermana, yo sé que mi niño la va a encontrar
-Zirconia –la abrazaba sollozando – te voy a extrañar
-Pero puedes volver cuando quieras si tú se lo pides mi Darien te traerá sin pensarlo, vamos mi niña es hora de partir
Después de un último abrazo caminamos a la parte alta del pueblo donde se había quedado aparcada la camioneta, Darien me ayudo a subir y fue del otro lado ayudo aun a Malachite a guardar las cosas en la camioneta, yo me recargue en el vidrio sin poder evitar las lágrimas recorrían mi rostro, Darien subió a mi lado y me atrajo hacia él en sus brazos me abandone sólo él podía darme un poco de consuelo.
Llegamos directamente al aeropuerto y ya el avión nos esperaba en cuanto llegue a nuestros lugares me recargue en el asiento Darien hablaba con Malachite y alguien más cuando llego a nuestro lugar.
-Amy me pidió que tomaras la pastilla y durmieras, por favor hazlo el viaje es largo y necesitas estar bien, al parecer ya hay una pista de donde se encuentre Andrew he pedido que nos informen de todo con el capitán.
-Y tú me dirás ¿verdad? Me despertarás y me dirás lo que sea
-Lo haré si tomas la pastilla –decia extendiéndola mientras aparecía la azafata con el vaso de agua.
-Promételo arrogante
-Te lo prometo cabeza de chorlito -decia mientras alborotaba mi cabello con su mano- ahora tómala.
Tomé la pastilla Darien acomodo mi cinturón y luego hizo lo mismo con el suyo, me jalo hacia él, la pastilla hacia efecto y me quedé profundamente dormida en sus brazos, me despertó un par de veces una para obligarme a comer y después seguí durmiendo la segunda para decirme que estábamos por llegar y aún no había noticias de Mina.
Por fin llegamos al aeropuerto al bajar del avión Amy junto con Rei y Lita nos esperaban tras de ellas dos camionetas Lincoln negras escoltadas por cuatro hombres de traje y gafas, me lancé a los brazos de Amy y ambas lloramos Rei se acercó a nosotras abrazándome también,
-Serena es mejor que se queden con nosotras en casa estarán más seguras.
-Si Serena –decía Lita ya desde ayer Amy está con nosotras es lo mejor
El celular de Amy timbro y ella se apresuró a buscarlo en su bolso, contestó y sus ojos se abrieron como platos al escuchar la voz en el otro lado de la línea
-Amy ¿qué pasa?
Capítulo 11

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