Yr Face.

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Mismo fanfic que en fanfiction y de la misma autora :D

Inspirada en una canción de Oberhofer del mismo título y no, no está mal escrito.

Bleach no me pertenece, sólo soy dueña de una bola de libros groseramente complejos.

"Yr Face"

Ichigo Kurosaki de 21 años recién había conseguido un empleo de capturista de datos en una oficina de lunes a sábado en un cómodo horario de siete a dos cerca de su hogar en un pueblo llamado Karakura. Él vivía con sus dos hermanas pequeñas que estudiaban en la secundaria y su padre, quien era un médico con consultorio propio, por lo que Ichigo era el único que salía más allá de cinco cuadras de su casa.

El empleo quedaba realmente cerca de casa así que por eso decidía ir andando (eso y que no había autobús que lo dejara por allí), le tomaba alrededor de veinte minutos a pie llegar hasta el edificio.

Kurosaki era un hombre de costumbres, un obsesivo compulsivo dirían otros, y cada mañana se levantaba justo a las 6:10, tomaba una ducha de doce minutos, se cambiaba en diez, y empleaba siete en revisar que había dejado todo en orden, las llaves cerradas, su ropa acomodada sobre su cama o en el cesto; salía a las 6:39 y en su camino hacía una parada de exactamente un minuto y cuarenta segundos en la tienda de conveniencia 24/7 para comprar un vaso de café negro con dos sobres de azúcar que mezclaba exactamente doce veces, luego tomaba una servilleta para poder tomar un rol de canela del pequeño aparador que los exhibía y se dirigía a la caja a pagar con el cambio exacto, de ahí caminaba las cuadras que le faltaban para su empleo mientras degustaba su café y consumía el pan, al llegar al edificio depositaba la servilleta y el vaso vacío en un bote que había junto a la entrada. Ya llevaba un mes con esa rutina y se sentía genial con ella pero nunca le pasó por la mente que en algún momento se rompería.

El día lunes, a las 6:45 Ichigo se encontraba comprando su habitual vaso de café y se dirigió al aparador para tomar su panecillo pero ahí había alguien estorbándole para hacerlo. Era una chica vestida con un conjunto deportivo color rosa chillón que hacía una rara combinación con su larga cabellera anaranjada, casi como la propia, hecha una trenza, él habría visto más cosas de no ser porque estaba siguiendo su rutina.

- Permiso- murmuró él de mal humor puesto que aquella mujer le impedía tomar el rol.

- ¿Dona glaseada o rol?- se preguntaba ella en voz alta mientras miraba los panes.

- Permiso- repitió Ichigo ahora dejando salir la voz en tono irritado.

- Oh, disculpa- respondió la chica y se hizo a un lado algo apenada, miró como aquel hombre de cabellera anaranjada y un traje de color negro tomaba un rol de canela tan rápido como podía e iba corriendo a la caja.

- Gracias por su compra, vuelva pronto- dijo el cajero en turno mientras bostezaba.

Ichigo salió a paso apresurado y al estar fuera de la tienda, miró su reloj y pareció relajarse.

- No sabía que los "Hombres de negro" tuvieran horarios tan estrictos- se dijo la pelinaranja encogiéndose de hombros y decidió finalmente tomar ambos panes.

Kurosaki caminaba por la calle en dirección a su trabajo, se alegraba bastante de que aquel ligero retraso no interfiriera con su horario.

- Estoy enfermo- se dijo a sí mismo y le dio un sorbo a su café. Él estaba plenamente consciente de que el no cumplir los horarios lo angustiaba demasiado, tenía que saber a cada rato qué hora era y que aquello molestaba mucho a algunas personas, por ejemplo, su última cita con una chica terminó en una fuerte pelea entre ambos, él llamándola "irresponsable" y ella llamándolo "loco del tiempo. Cuando conocía personas era un poco complicado porque cada que conversaba con alguien (ya fuera viejo compañero o recién conocido) miraba constantemente el reloj, ésto era ya más por su propia obsesión que por impaciencia pero la gente "nueva" casi siempre lo interpretaba como signo de que él no quería charlar.

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