Verso disgustado

35 0 0
                                    


Hay algo que no quiere salir. Unas heridas abiertas se desplazan hacia mí. Siento ganas de deplorar pero no cae ni una gota. Siento angustia en el pecho que me ahorca. 

¿Qué de hacer con tanta insatisfacción? Ni el poder es capaz de corromperme ya, soy incorruptible alma de tránsito. Tanto dolor vacío de contenido, tanto acumulado¿Qué he de hacer?

Aun creía la esperanza de volver encontrar el camino pero, de verdad, creo que me he perdido. Nunca soy como los que se rinden fácil pero me planteo no seguir con nada. Ella me inspira, tengo miedo. Me asusta el vacío y la nada. Pronto me convertiré en un ser que no siente y no tiene ganas. Aunque estas me parecen perdidas ya. 

¿Por que la tristeza no se va? Si ya he perdido, déjame en paz. Tú has ganado, acepto mi derrota. Pero déjame ir aunque sea con la pata rota. Animal, herido de guerra, perdido en ausencias. Déjame estar, déjame oír mi voz, una vez más. Todo con sonrisas verdaderas, no infundadas. 

Falsedad y locura proporcionada, en este mundo de la desgracia. Reorganiza mi vida, yo ya no tengo ansia. Vivir con apetencia es un milagro, divino, entre los que yo ya no me encuentro.  Barroca vida, te doy mi templanza, a veces, desgastada.

Me muerdo, muchas veces, quiero saber si esto es real. Hielo, fuego, tormenta, relámpagos, te entiendo, Miguel Hernández, te entiendo perfectamente. No escribo como tú, ni lo pretendo, pero ojalá pudiera encontrar el sentido de mi vida como tú lo hiciste. Eres arma, destructor de aversiones, te respeto por esa misma razón. Me gustaría que por un momento pudiera tomar tu corazón y enfrentarme del mismo modo a la vida. Y con esto termino por decir, desgraciadamente, que una nunca olvida.

MeditaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora