Kuroshistuji: Vitam et Mortem [Concurso de One-shots]

"¿Quién realmente soy?" @Dreamsdeadx

dreamsdeadx quq QAQ (つд⊂) Ayyy todos lloraron en el final del primer fanfic, ¿por qué no echarle limón y sal a la herida? (つ﹏⊂)  En verdad supiste como moldear la historia tal y como yo la conozco, fantastico! ༼ಢ_ಢ༽

Precioso tu one-shot (Ｔ▽Ｔ) gracias por participar y creer en el fanfic  (っ'ω｀c)

Lloren. Aun más.

¿Donde estoy?

¿Quién soy?

Mis párpados se sentían pesados, no quería abrirlos.

—Vamos, despierta —susurró cerca de mi oído una fría voz.

Junto con aquellas palabras la extraña pesadez se fue con ellas. Por fin abrí los ojos para encontrarme en una cama raramente conocida.

—Veo que por fin despiertas —dijo una voz tomando me de sorpresa; confundida la observó. El cuarto esta muy oscuro y lo único que lograba ver de una persona fueron unos grandes ojos verdes.

— ¿Quien eres?—pregunté a la persona que estaba sentada a un lado de la cama.

Sólo le limitó a sonreír.

—Yo soy tú— respondí tomando algunos de mis cabellos.

Se acercó para por fin pude verle su rostro; tal como dijo soy yo pero tenía ambos ojos verdes. Observé ya mejor el lugar donde me encontraba acostada era una pequeña cama. Me levante de donde me encontraba para caminar por los pasillos; las ventanas estaban rotas y cubiertas por cortinas, camine hasta encontrarme con un sillón de piel negra.

—La cabaña...

Con razón se me hacia muy conocido, aquí fue donde me trajo Sebastian después de encontrarme en la aldea.
Ella sonrió con tristeza como si también tuviera el mismo pensamiento que yo.

—El cielo esta horrible —comento observando a través de la ventana rota.

Curiosa me asome para comprobar lo que ella dijo. El cielo era negro.

— ¿Porque está el cielo de esta manera?

—Están recolectando tus recuerdos... Para el Cinematic Record...

Me di la vuelta para encontrarme en el sillón de piel negra a una niña con un vestido blanco sus ojos eran marrones; era yo.

— ¿Recuerdos? ¿Porque quieren mis recuerdos?

—Es su trabajo — comentó la de ojos verdes.

Mi brazo me molestaba, levante la manga del vestido que llevaba para comprobar que tenía.
Una gran cortada que dividía mi brazo en dos era profunda muy profunda, con sangre seca en ella. Me observé en el espejo, mi clavícula estaba morada.

—Sabes que te paso?

—No...

La chica de ojos marrones me miraba triste.

—Aileen... Tu...

Justo en ese momento la puerta se abrió interrumpiéndola.

—Joven Amo.

Me di la vuelta para ahora encontrarme a otra persona sentada en el sillón.

—Ciel...—Sonreí.

— ¿Como te llamas?-preguntó.

—Me llamó Aileen — Dijo una persona extra.

Me quede parada observando como Ciel me hacia preguntas.

—Es un recuerdo — susurro una voz cerca de mi oído haciéndome recordar de que esto no era más que eso pero... ¿Donde estarán ellos?

—Ellos están vivos — dijo la de ojos verdes.

Me sentí en poco mejor al saber eso pero otra duda invadió toda mi cabeza. Me siento mal.

— ¿Donde esta Julianne?— preguntó a las dos pero sólo se mantienen en silencio.

—El ángel te engaño —dice la de ojos marrones.

A que se refiere...

Lo siento, Aileen, ella también era sucia...

Tal y como hice esa vez me sentí desmoronada, rota, incluso vacía.
Mis lágrimas no eran cálidas eran frías. Quería gritar, pero no lo hice.

— ¿No te sientes mal? Digo no pudiste hacer por ella, incluso ella murió por tu culpa.

Claro que me siento mal... Es mi culpa, además jamás la podre volver a ver.

—Vamos Aileen ¿no te gustaría volver a verla?

Fije mi vista a mis pies donde el piso de madera se deformaba y entre estos salían pequeñas flores amarillas. Escuche las olas golpeando con las rocas del acantilado. El aire hacia volar los pequeños pétalos de la flor.

— ¿No quieres ver a Ciel? ¿A todas esas personas que conociste?

Claro que quiero verlos a todos, incluyendo al Sepulturero.

—Quiero verlos... quiero a mi hermana...

La de ojos verdes con una sonrisa se acercó a mí y me susurro.

—Nos vemos luego — dijo antes de empujarme para caer al mar.

Mientras caía observé la sonrisa de aquella persona que decía ser yo. No sentí ahogarme, mi mente se volvía oscura.

Me hundía cada vez más y más...

Aunque...

¿Cual es mi nombre?