Insomnio

La Luna

La Luna me recuerda mi soledad
en aquellas noches
en las que solo contaba con su presencia.
Y me enfadaba yo sola
porque me parecía injusto
que La Luna tuviese que depender del Sol
para brillar en la oscuridad.

No quería aceptar que todos necesitamos
la presencia de otro organismo
ya sea Vivo o Muerto
para Vivir.

Y es que todos somos como La Luna
lo queramos o no.
Sacamos lo mejor de nosotros
en presencia de otros
para que vean que somos mejores
de lo que parecemos.

Recuerdo esas noches con nostalgia.
En las que solo estábamos La Luna y Yo.

Por eso, ahora guardo lo mejor de mí para La Luna.

Porque parece ser que Ella es la única que sabe
como realmente me siento
y como realmente soy.

Por eso ahora paso todas las noches en vela
manchando el cuarto de rojo
y llorandole a La Luna.

Pero la gente se fija
saben lo que pasa.
Tienen constancia
de los demonios que me susurran al oído
constantemente.
Pero ellos no hacen nada.
Son cosas de la edad dicen.
Si ellos supieran...

Infinitas veces lo he pensado.
Infinitas veces he considerado la idea.
Infinitas veces he gritado a La Luna
Pidiéndola consejo.
Y Ella nunca respondía.

Pero nunca he reunido el valor suficiente.
Y me odio por ello.
Me odio por ser tan débil
y no ser capaz de acabar con esto de una vez por todas.