El Primer Arcángel Universal

Capítulo 1: La Catástrofe De La Vida.

Un estruendo se oía tan fuerte que parecía provenir de todos lados, el frio penetraba hasta el rincón más profundo de los huesos, el agua y el viento hacían que el huracán más fuerte del planeta pareciera una simple brisa, la cantidad de humedad era capaz de hacer sofocar a cualquiera.

- ¡Asuna!

- ¡Zaito! ¡¿Qué está pasando?!

- ¡no estoy seguro!

- ¡vamos a morir!

- ¡no mientras estés conmigo Asuna!

- ¡ha!

Después de ese grito de terror todo era oscuridad ¿cómo llegue aquí? ¿Quién es esta chica? ¿Quién soy yo? Sé que es eso lo que te preguntas, yo también me lo pregunto.

Mi nombre es Zaito, nací en Yosobia, más específicamente en la ciudad de Serrioko, crecí de una manera poco común debido a un gran secreto que tengo que esconder, al parecer de alguna manera desarrolle lo que las personas comunes nombrarían como súper poderes.

Desgraciadamente esto mismo provoco que yo tuviera que mudarme a Rikomura.

Por si lo preguntabas, sí, Vivo en una isla volcánica de proporciones grandes, de echo el volcán que la formo es el más grande del planeta y aunque también sea el más peligroso es inactivo a día de hoy.

En esa ciudad comencé mi vida como chico de 15 independiente, durante un año trabaje y estudie, hasta el día que conocí a un magnate de muchas riquezas llamado Lean François, el señor me contrato como guarda espaldas de su hija cuya edad eran 15 años, si, Ella era Asuna.

El día de hoy había un festival de primavera, pero incluso al levantarme sentí algo raro, seguido de un impulso furtivo por llevarme mi chamarra más gruesa.

Tras el impulso y llevar una chamarra en mi mochila fui a mi colegio el festival comenzaba y Asuna estaba hermosa usando una falda corta y una blusa, los colores los dejo a imaginación, así como los acabados.

Si esa chica algo alta, blanca, de cabello castaño y ojos Color dorado con un aro Morado alrededor de todo ese color es la chica a la que tengo que proteger.

Todo iba bien en el festival, los arboles de la escuela con sus peculiares hojas color rosa estaban dejándolas caer para deleite de su belleza, la reina de la primavera arriba de su carrosa de colores llamativos y todos los puestos de estudiantes estaban a rebosar de gente.

Sí, todo "iba" bien.

Asuna me convenció de ir a uno de los salones pues quería hablar de algo conmigo, así fue como subimos al segundo piso, pero antes de entrar en algún salón vimos como todos comenzaban a divisar algo en el horizonte, caminamos un poco más para lograr verlo, era una especie de bola obscura que estaba comenzando a jalar todo el aire haciendo que este se arremolinara tan fuerte y rápido a su alrededor que la gente se comenzaba a preocupar, hasta que lo vi, aquel vórtice se convertía poco a poco en el tornado más inmenso que cualquier persona viva pudiera haber visto.

¿Sabías que el preciso momento en el que un tornado toca tierra el choque es como si fuera un taladro?

Bueno esto no me lo esperaba ni yo.

Cuando me percaté de que Asuna se había separado de mí y estaba más enfrente en el pasillo con otra chica fue cuando sentí un escalofrió enorme.

Antes de que siquiera pudiera decir algo y justo en el momento en el que ese extraño tornado toco tierra una onda expansiva comparable con la de una bomba nuclear sacudió los edificios muchos de estos no resistieron, pero el de la escuela fue la excepción, cuando logré reincorporarme lo vi todo en cámara lenta, una roca del tamaño del pasillo se acercaba en compañía de muchísimas mas, el tiempo era muy poco, Asuna estaba tirada muy lejos de la otra chica y solo podía intentar salvar a una sin poder evitar la muerte de la otra.

Si dudarlo salve a Asuna, de aquí en adelante me preguntaría, porque no dude en salvar a Asuna, durante el impulso logre meternos en un salón sacando mi chamarra de mi mochila y poniéndosela a ella.

Un estruendo se oía tan fuerte que parecía provenir de todos lados, el frio penetraba hasta el rincón más profundo de los huesos, el agua y el viento hacían que el huracán más fuerte del planeta pareciera una simple brisa, la cantidad de humedad era capaz de hacer sofocar a cualquiera.

- ¡Asuna!

- ¡Zaito! ¡¿Qué está pasando?!

- ¡no estoy seguro!

- ¡vamos a morir!

- ¡no mientras estés conmigo Asuna!

- ¡ha!

El muro y techo que nos protegían cayeron encima nuestro provocando mi desmayo.

¿es el fin?