-¿Falta mucho para llegar a Londres?- pregunto mirando por la ventana.
-No, en media hora estamos allí- respondió mirando fijo el camino.
Suena mi celular. Número desconocido, extrañada atiendo. Tenía un mal presentimiento.
-¿Hola?
-Hola, usted es Jade Thirlwall?
-Si, ella habla.
-Lamento informarle que su madre ha fallecido- quedé en shock- tiene que venir a hacer algunos trámites a Argentina y lo más probable es que se quede a vivir por un tiempo, su trabajo ha sido transferido, solo tiene que venir aquí mañana o mas tardar pasado mañana. Lo siento.
Cortó el teléfono y comienzo a llorar, Perrie frena el auto y sin decir nada me abraza. Justo lo que necesito.
-Pezz, me tengo que ir - digo limpiando mis lágrimas - mamá murió y tengo que hacer cosas.
-Lo siento cariño. Te vas por unos días, ¿no?
Eso era lo peor, no sabia cuando iba a volver.
-Perrie, no se cuando voy a volver...
-No, no, no te vayas
-Lo siento... créeme lo sufro más yo
-Me dejarás!
-Nunca, estaremos en contacto.
Llegue a casa , ordene mis cosas y Perrie se ofreció para llevarme al aeropuerto.
Cuando llegamos compre mi boleto y el vuelo salía en 15 minutos.
-Te voy a extrañar mucho- dice Perrie abrazandome. La mire y tenía los ojos llorosos. Me rompió el corazón esa imagen.
-No llores, si? Tu eres fuerte. También te voy a extrañar- luego de decir eso la besé, fue increíble, nos besamos con desesperación.
Anunciaron mi vuelo y arruinó el momento.
-Adiós Pezz. Te llamaré.- dije mientras nos abrazábamos.
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(Imaginen un aeropuerto atrás ).
-Te quiero- dice Perrie.
Y me fui derramando unas cuantas lágrimas. Llegue al avión, me senté, me puse mis auriculares, y me dormí.
