Fue entonces cuando tome la decisión mas difícil en la vida de una persona.
No mirar atrás, seguir caminando, sin levantar la mirada y con lágrimas en los ojos me aleje de lo que mas amaba.
Fui a vivir a casa de mi madre, reencontrarme después de tantos años con mis hermanos fue extraño pero a la vez confortante.
Viví mucho tiempo sufriendo si poder verte ya que no me lo permitían o según ellos tu no me lo permitias... Eso jamas lo sabré.
Pase noches y noche llorando al no verte, al no escuchar tu dulce voz, al no sentir tu aroma.
Soñé mil veces verte venir, abrazarme y decirme al menos te amo papá.
Fue duro pensar que te había perdido para siempre.
Empecé a salir con mis hermanos, conocí gente nueva, hice algunos amigos pero nada ni nadie podía sanar ese pedazo de mi corazón que estaba herido.
Nadie sabe lo duro que es amar tanto y sufrir tanto por amor.
Caí mil veces y mil veces me levante.
Llore mil veces y mil veces seque mis lágrimas, tome aire y seguí adelante.
Casi un año paso sin verte y desde aquel día que decidí dejar todo atrás.
Esa llamada tuya que me tomó por sorpresa.
Escuchar tu voz al teléfono, llorar de felicidad.
Me pedias que nos veamos, me dijiste que me extrañabas.
Fue un día mas que feliz, aun mas que cuando te tome por primera vez entre mis brazos.
Fue un nuevo nacer...