Llevame A Un Lugar Lejano

Capítulo 4

Besé sus labios que tenían un exquisito sabor a alcohol. Podía ver parte de su rostro, parecía ser alguien lindo, sin embargo no podía confirmarlo ya que tendría que ver su cara completa.

Me llevó a su departamento, primero entramos al ascensor, yo a su lado estaba mordiéndome el labio, ya sabia que pasaría esta noche. Cuando el apenas abre la puerta logré entrar y la cerré con seguro. Este pedía que le abriera pero era en vano, no lo haría.
Me quité mi vestido y mis zapatillas, busqué algo en su armario y agarré lo primero que vi, una camisa de botones, me la puse y me quedaba algo grande, pero no importaba. A los segundos de haberme cambiado fui a abrirle la puerta, este estaba recargado con los brazos cruzados.

-Lindas bragas...- dijo con una sonrisa coqueta a lo que yo correspondí. 

-Gracias.- caminé hacia su habitacion con movimientos de cadera haciendo que a este le provocara.

-No me provoques - se detuvo y se acercó para susurrarme al oído. - Te follaré aquí mismo.

Sonreí mordiendome el labio, él me hacía sentir algo dentro de mi, algo que se prendía en mi interior, me hacía sentir una sensación, me hacía sentir viva. 

El sujeto inmediatamente se quito su chaqueta y la dejó en el suelo, me acercó a él para besarme el cuello y apegarme a él. Me volteé lentamente mientras él tenía sus labios entreabiertos.

Extendió sus manos por mi espalda apregándome a él, alargué mis manos hacia su cuello, me miró suplicándome por un beso a lo que yo accedí, nuestras lenguas bailaron lentas y apasionadamente mientras el deslizaba sus manos por mis delgadas bragas, hasta bajarlas.

Me separé de el para quitarle la camisa, me tumbé sobre la cama junto con él, bajé sus boxers rápidamente, como si no soportara que los tuviera, pero no me dejaba de sonreír, lo que me hacía era desearlo más.

De pronto, el ya estaba entre mis piernas, y lentamente comenzó a hundirse en ellas. Cerré los ojos y gemí.

-Necesito - me dijo sin fuerzas.

-No... no te detentengas - interrumpí.

Se meció en mi por última vez y se tumbó a mi lado.

**

Me desperté e increíblemente, no recordaba nada, hacía ya bastante tiempo que no bebía alcohol, me di cuenta que estaba enredada en unas sábanas blancas, y además estaba completamente desnuda, lentamente, miré hacia mi lado y había un hombre.

Si era ese tipo con el que había estado jugando ayer en la noche, o hoy en la madrugada, me sorprendió ver que él aún tenía la máscara puesta y más aún que yo también la llevaba puesta.

Revisé mi celular, tenía mil llamadas perdidas de mi madre y de mi hermano, incluso de Cassandra.

¡Mierda, mis padres van a matarme! - dije en mi mente.

Me envolví en la sábana cubriendo mi cuerpo, me levanté lentamente alejándome de la cama, recogí mi ropa y entré al baño, no me quité mi máscara, por miedo a que supiera quien era yo.

Todo el apartamento era un completo desastre, no sé si él lo tenía así o nosotros lo dejamos así.

Abrí lentamente la puerta del baño para no despertarlo, pero él estaba ahí sentado encima de la cama completamente desnudo y despeinado mirándome con una sonrisa ladeada, se puso de pie y se empezó a acercar lentamente. Aún poco que alcanzaba a ver su rostro, podía notar que era hermoso.

Puso su mano contra la pared acorralándome poniéndome nerviosa. 

-No te vayas - susurró a mi oído bajando luego hacia mi cuello para besarlo. 

Levanté la mirada, lo miré y él me beso deslizando sus manos por mi espalda hasta hundirlas en mi trasero haciendo que yo recordara la noche anterior, lo cual me divirtió un poco.

-Lo hicimos en la cocina - dije divertida.

-En el suelo, en el armario, en el baño y en la cama - contestó sonriendo.

Extendí mis manos por su cuello, sus ojos eran calipso, me perdí en ellos, hasta que miré más allá de ellos y me encontré con el reloj.

-Mierda, mira la hora que es - le contesté recogiendo mis cosas apurada.

-¡Rayos, me van a correr del trabajo! - dijo vistiéndose rápidamente.

Rápidamente puse mi mano en la manija de la puerta, pero al abrirla, él puso su mano en la puerta, y la cerró bruscamente, volteé hacia él, nuevamente me tenía acorralada.

-¿Te vas así?

-¿Acaso quieres que me quede?

-Quiero volver a verte - dijo él.

-Cuando en el bar hagan otra fiesta con máscaras, estaré ahí - sonreí.

-No, yo quiero tenerte hoy.

-Hoy es imposible.

-¿Viernes?

-Haré lo que pueda.

-¿En el bar?

-En el bar... -asentí.

Me volteé para salir de ahí pero él me volteó hacia él nuevamente y me besó suavemente.