La vida de un Vice-Capitán

Caso 4

Kimura Shinsuke, un chico que se unió al club de baloncesto Shutoku por su gran amor y afición a ese deporte, un chico con ideales puros y pacíficos.

Un chico, que no merece todo esto.

Me lamenté de mí mismo, tapando mis oídos con las almohadas.

Habíamos ido a un campamento de entrenamiento durante una semana, y el entrenador Nakatani, había tenido la GENIAL idea de poner las habitaciones de hotel de los titulares conjuntas.

Y por mi mala suerte, las paredes, eran muy, muy finas. Así que ahora, a las doce de la noche, tenía que aguantar "eso" por un lado.

-Mm... S-Shin-Chan espera... Nos oirán...- Se oía la voz Takao más aguda de lo normal, y con la respiración entrecortada.

-Tranquilo... Son habitaciones separadas, es imposible que nos oigan.- Se oyó el sonido de un beso.

-Ah... No puedo resistirme a mi tsundere...- Después de eso, sonó un ruido demasiado obsceno que no voy a describir.

Y por otro lado, tenía esto al otro lado.

-¡O-Otsubo m-maldita sea!- Sonido obsceno.-¡P-Para o yo voy a acabar... AH~!- Un sonido MUCHO más obsceno.

-Sigues sabiendo tan dulce como siempre, Kiyoshi.- Una risa por parte de Otsubo.

Mi rostro ardió, eso había colmado la gota del vaso.

-¡PARAD DE UNA MALDITA VEZ INTENTO DORMIR!- Di un golpe en ambas paredes donde al otro lado se encontraban sus habitaciones.

-¡AMARGADO!- Gritaron Miyaji y Takao a la vez.

Gruñí con fuerza, tumbándome de nuevo en mi cama, encendí la televisión para intentar relajarme, poniendo una de esas series anime que tanto éxito tenga últimamente.

-Nunca había odio de esta...- Dije para mí mismo mirando la pantalla.

-Sono te hanasanaide hanasanaide...-La canción del anime empezó a sonar.

-¿Junjou Romantica? Parece bue...- La serie avanzó un poco, dejándome ver de que era.

-¿Mundo, debo tomarme esto como una señal?- Gimoteé con falsas lágrimas en mis ojos.