8/04/15

7 0 0
                                    

Aún me siento aturdido al leer. Los esfuerzos que hago por intentar recordar que ha pasado me agotan psicológicamente.
Estoy en casa, solo, esta mañana ha venido a verme mi madre y a traerme algo de comida.
Yo vivo solo en una casa a las afueras de Washington aunque mi familia vive en la ciudad.
Desde que he vuelto a casa viene todas las mañanas. Sé que está muy preocupada por mí. Lo ha pasado muy mal y tiene miedo de que esto aún no haya acabado.

Me gusta que se preocupe así, ahora me hace sentirme seguro, aunque hay veces que me agobia un poco. Tengo la sensación de que no pasaba mucho tiempo con ella por lo que cedo cuando hace todo esto. Además, sé que lo hace por mi bien.

Mientras me dirijo a la cocina a por un vaso de agua leo la segunda entrada del diario.

-

Querido Sam,

Aún no me puedo creer cuando te veo ahí tumbado, tan indefenso, tan vulnerable. El hombre más duro y valiente que jamás he conocido ahora necesita asistencia de una máquina para vivir.

Seguro que sales de esta, te estoy esperando puesto sabes que tenemos un asunto entre manos de vital importancia. He mejorado la seguridad de acceso a la habitación, los enfermeros ya saben qué tienen que hacer para controlar las visitas a la habitación. El equipo médico que tienes es muy bueno, hablé con ellos para ver tu evolución y me dijeron que estas primeras semanas son cruciales.

El hombre que te provocó esto se encuentra en custodia por la policía. No te preocupes, pronto averiguaremos qué pasó realmente. Además, ayer envié un sobre paralizándolo todo hasta nuevos acontecimientos, te he conseguido algo de tiempo. Espero que nos sea suficiente.

Antes de venir a la habitación me colé en la sala para revisar tus objetos personales del accidente. Está todo en orden aunque te falta un pendrive que tenías que hacerme llegar esa misma tarde. Me pongo en lo peor. Espero que haya sido un fallo humano y aparezca pronto porque sabes que es vital para nuestro trabajo.
Hoy me marcho ya, ha venido la enfermera a cambiarte el suero, ¡quién te iba a decir a ti que tu único alimento sería una disolución salina con lo que te gustaba ir a los mejores restaurantes! Todavía me acuerdo de las veces que viajabas al Riviera de Venecia solo porque tenían tu postre favorito, o de cómo te las ingeniaste para coger reserva en El Bulli de Barcelona el día de tu cumpleaños. Te prometo que cuando todo pase seré yo quien te invite. Será un magnífico momento para que por fin hablemos cara a cara.

Con amor,

Alistair.

-

¿Un pendrive? ¿Venecia? ¿Barcelona? ¿Cara a cara? ¿Entonces no conocía quien era esa mujer? estos datos los desconocía totalmente. Trato de recordar todo lo posible aunque solo tengo leves flashes del día del accidente.
Veo una calle con algo de gente. Coches en las dos direcciones pero rápido se me apaga la imagen.
Busqué por todos mis bolsos pero no encontré nada, ¿qué pendrive podría ser ese? Busqué archivos en mi ordenador, pero no tenía nada extraño. Aparte de unas fotos y algo de música no tenía nada más.

Sin embargo, creo que ya sé por dónde empezar. La tal Alistair dice que el hombre se lo llevó la policía, por lo que tiene que estar en los registros. Un nombre, una dirección. Necesitaba algo por donde comenzar.

Traté de recordar quien me podía echar un cable y recordé que un amigo del colegio era policía en la ciudad. Lo llamé por teléfono para intentar tomar algo con él al día siguiente y preguntarle por los archivos. Lo noté algo extrañado, pero supongo que será porque no le quise decir de qué se trataba. Por supuesto no podía pedírselo por teléfono, así que esperaría a encontrarme con él.

Ya está bien por hoy. Estoy agotado. Me voy a la cama aunque con algo más de esperanza que ayer. Espero que sea el comienzo de todo.

Atte: Sam

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 21, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Con amor, para SamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora