Una noche más lloro y no quiero ir a dormir, no quiero dormir por no tener que despertarme. Por cobardía no quiero enfrentarme a la crudeza de un nuevo día en el que todo sea igual. Llevo un tiempo estancada, con los mismos sueños pero perdiendo ilusión, pese a mi corta vida hay días en los que siento que lo único que me queda es tirar la toalla. No he tenido una vida para nada fácil, aunque me guste ver lo bueno, la gente que me rodea, lo mucho que me he esforzado, que nadie me ha regalado nada, todo lo que tengo es porque yo me lo he ganado, por haber luchado... aunque me guste ver todo eso los días se hacen difíciles. Pues nadie parece creer en mí, busco una oportunidad, tan sólo una que me ayude a seguir adelante. No quiero que nadie me regale nada pido poco, sólo una oportunidad y se hace difícil; desespero y vuelvo a empezar. Con cada arañazo en mí alma me debilito un poco y vuelvo a empezar; me busco a mí misma y pienso que cada batacazo es una lección de la vida que me enseña a ser más fuerte y madurar.
Pero estoy cansada de pelear.
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Reflexiones en voz alta.
Non-FictionObra en la que compartiré mis reflexiones sobre mi propia vida, divagaciones sobre la vida en general... un rinconcito al que venir a desahogarme y crecer.