Capítulo 1: El único sobreviviente

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-Nos vamos ya, recojan, esto ya empezó a bombear de nuevo.-El ruido del agua atravesando la infinita tubería casi ahogaba la orden que dio Dantes a sus compañeros.-He dicho que recojan, terminamos ya en esta sección y la misión, nos vamos a casa.- ¡Hurraaaaa! -gritaron los camaradas de Dantes.

La brigada especial de mantenimiento de la cisterna que abastecía de agua al bunker antinuclear  de la ciudad Stronghold 13, situada  en el subsuelo de la antigua Sudáfrica, había pasado 3 semanas dentro del alcantarillado con la misión de descubrir y reparar el daño que mantenía a la ciudad sin el preciado líquido. Dantes fue asignado como jefe de la brigada compuesta solo por 5 mecánicos y 2 soldados bien armados.

-¿Alguien  me  puede  decir  que  día  es  hoy? –Preguntó  exaltado  Charlie. Conocía  a  Dantes  desde  los  5  años. Él  les  decía  a  todos  que  Dantes siempre fue el hermano menor que nunca tuvo.                                                                                                               

   – ¿Hoy? No estoy seguro, me parece llevar meses aquí jajaja.-contestó uno de los soldados-Hoy  tal vez es 20 de diciembre y si no me equivoco del 2066-Continuó haciendo una mueca burlona.                                                                                                 

-Cerca, pero no acertaste jajaja, hoy es 22 de diciembre, hoy cumple 25 años mi hermano menor jajaja.                                                                                                                         

-¿Nuestro jefe cumple hoy? Jajaja un viva para nuestro jefe.

¡Vivaaaaa! Gritaron todos a coro.

La humedad inmensa que estaba presente casi tenía congelada la tubería provocando frío a la brigada, exhaustos de las dos horas de caminatas que ya llevaban, pero ellos no estaban preocupados por el frio, solo pensaban  la mayoría en regresar a los brazos de sus esposas e hijos. El integrante más joven era Dantes,  el mejor mecánico de la ciudad. Podía valorar la rotura de un auto con solo la primera mirada, era bien parecido, ejemplo de juventud con cuerpo atlético y un rostro bien agraciado. No era tan serio como siempre intentaba aparentar, solo que si se tomaba bien en serio su trabajo, pero fuera de este, era un chico divertido  y junto con Charlie se pasaba la noche entera en el bar ligando chicas.

-¿Dantes no se piensa casar?- preguntó Vladimir. Fue el que le cedió el puesto a Dantes de jefe al darse cuenta que se encontraba en un nivel muy superior al de él. Era el más viejo de la brigada, tendría unos 32 años, amigo íntimo del padre  de Dantes y siempre ha velado por el chico desde niño. Cuando el padre tuvo que ir a la capital junto con otros científicos para trabajar en el laboratorio principal en una investigación acerca de cómo eliminar el envenenamiento radioactivo, le hizo prometer a Vladimir que él siempre estaría para Dantes.

–Es que ya es hora de que tengas hijos- Continuó Vladimir.

-No, jajaja  todavía me falta por vivir, ¿no es verdad Charlie?- contestó Dantes.                                                               

-Claro hermanito, si no qué se van hacer las chicas del bar sin nosotros- Ahora respondió el nuevo interrogado.

-¿Chicas? jajaja tú Charlie, si no fuera por Dantes, tuvieras  el récord  del hombre más viejo aún virgen.- Siguió Vladimir provocando carcajadas a todo el grupo.

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