Entre nosotros

Capítulo 2:La huida

El fuerte ruido que provenía de la sirena que daba aviso al toque de queda, abrumaban las calles que  empezaban a quedarse vacía, bueno casi vacía, solamente con la compañía de los soldados que controlaban que todos se encontraran en sus hogares. Para muchos era la hora de dormir, para los más viejos contarles como fue una vez la superficie y vivir ahí, a los nacidos en el bunker, los que nunca han visto el sol ni saben cómo es la noche. Los soldados ya acomodados en el lugar asignado para su turno de guardia se fumaban un cigarrillo o alardeaban de haber  satisfecho a mujeres creadas de su imaginación asegurando que eran reales, ignorando que no todos estaban en sus casas. Dantes no yacía en la cama, bueno no en su cama sino en otra y no precisamente dormía, se deleitaba  del fogoso ambiente que creaba él y la chica más bella de su edad en el cuarto de ella. Ya llevaban 1 hora, esta mujer era difícil de complacer, de esto se dio cuenta Dantes al verla con tanta energía después de tanta pasión  en los 60 min que llevaban revolcándose en su cama. El pelo obscuro de la joven de buen largo tocando su trasero, que para nada era de los caídos, estaba bien firme  y redondo. Su cintura bien estrecha Dantes la agarraba por estas y casi los dedos de cada mano se rozaban entre sí. Sus pechos no eran de gran dimensión pero no eran de los chicos. Entre estos corría el sudor que provocaba el ardiente y duradero acto de sexo, pero no era cualquier chica, se trataba de la hija de Arnold, el capitán del jefe de turno de guardia, y acababa de entrar a la casa. Los jóvenes que estaban en plan Adán y Eva al sentir el portazo que dio el padre de la chica interrumpiendo el cálido ambiente se levantaron de un brinco y Dantes sin pensarlo tomó su pantalón, pero ya era demasiado tarde para huir, el capitán tocaba el cuarto de su santa hija. No tuvo más opción que esconderse debajo de la cama. Annette dio el permiso para que su padre entrara asegurándose primero que no hubiera rastro de un cuarto con hedor a sexo.

-hija solo pasaba para asegurarme que todo está bien, y darte la noticia que el convoy donde viene su madre viene en camino  así que póngase decente para recibirla.

- si padre lo hare.

El padre sin más que decir cerró la puerta del cuarto de su hija, la cual levantaba las sabanas que caían desde la cama al piso sirviendo de cortina al escondite de Dantes como señal para que saliera.

-vaya algo me dice que no soy el primero que se esconde ahí abajo-bromeo Dantes

-Dantes tu padre también debe estar ahí con mi madre ve y díselo a tu madre de seguro se pondrá muy feliz.

-Vaya yo creí que íbamos a terminar, este soldado ya había quitado el seguro del akm para empezar a disparar.- siguió bromeando señalando para sus genitales.

-pues que ahorre las municiones para la próxima guerra porque esta se acabó sin aviso-ahora bromeaba Annette.

Dantes salía por la ventana con sigilo pues sabía que había toque de queda y la pasaría mal si lo atrapaban. Llego en un santiamén a su casa, fue inmediatamente al cuarto de su madre y la despierta dándole un beso dulcemente en la frente y susurrándole que despertara, la madre despierta un poco desorientada y reclamando saber porque fue interrumpida de su sueño.

-Ma ha llegado el convoy de la capital.-dijo sobresaltado Dantes y su madre entendiendo lo que significaba esto se levantó con buena rapidez a cambiarse de ropa sabía que en cualquier momento llegarían los soldado a buscar a los familiares hasta la entrada principal del bunker. Muchos esposos, esposas, madres e hijos reían y se abrazaban de emoción, hacía ya 5 años desde que se despidieron de sus seres queridos.

Una fuerte sirena empezó  a retumbar por todo el bunker avisando que la puerta principal se estaba abriendo mientras se abría se podía ver unos Camiones blindados esperando del otro lado hasta que la entrada tuviera el ancho adecuado para pasar,  en el medio de estos pero unos metros atrás de ellos estaba el autobús donde se encontraban los esperados pasajeros, 5 minutos después ya se estaban bajando. Era una ola de abrazo y besos, llantos sin cesar, la emoción era intensa. Dantes y su madre miraban hacia el autobús esperando que su ser querido bajara, pero ya el vehículo se encontraba vacío entonces el rostro de la madre de Dantes tomo una expresión de preocupación y desesperación, sospechaba que algo iba mal miro a su hijo y este fue corriendo hacia Annette que se encontraba con su madre.

-Annette, por favor…-dijo exhausto-necesito hablar con tu mama-continuo.

-por supuesto ven, ¡mama!-le grito que ya se encontraba unos pasos de donde estaban-te acuerdas de Dantes? El hijo De Isaac.

La madre de Annette cambio por completamente la expresión del rostro al reconocer a Dantes, ella suelta su equipaje y se dirige suavemente hacia el chico, Dantes se dio cuenta del cambio en la madre de Annette, su pecho empezó a apretarse ya se imaginaba lo peor. 

-Dantes, ¿dónde está tu mamá?-pregunto la madre de Annette

-Ella está ahí-respondió el interrogado señalando hacia donde se encontraba su mamá.

-Dantes, por favor ven conmigo necesito hablar contigo y tu mamá-lo tomo por los hombros y dulcemente le dio la media vuelta y empezaron a caminar sin ella soltarlo. Dantes cogió de la mano a su madre y se dirigieron todos a casa de Dantes, Annette se dirigió para su casa, cumpliendo con la petición de su madre de dejarlos sola con Dantes y su madre.

-No sé cómo decirlo, es que soy portadora de una noticia trágica. Miren….

-¿Mi padre ha muerto?-la interrumpió Dantes con los ojos ahogado en lágrimas –La madre de Annette solo asintió con la cabeza. Dantes abrazo a su madre que estaba pálida y sin habla.

-¿y que paso?-pregunto de nuevo Dantes

-Fue asesinado-La madre de Dantes se desmalla y este  conmocionado por la respuesta no reacciona después de unos segundos para cargar a su madre y llevarla para su cuarto, cuando regresa a la sala la madre de Annette estaba en la puerta y había  dejado arriba de la mesa una caja y una carta.

-Esto me lo dejo tu padre escondido en mi escritorio, es para ti, su última voluntad era que te lo entregara.

Dantes se sienta en la mesa auto seguido que se cerrara la puerta, examina la caja y en la superficie tenía la cerradura más extraña que había visto, en la parte superior había una abertura no muy profunda en forma circular y dentro, por alrededor unos minúsculos agujeros. Sin soltar la caja toma la carta y la abre:

“Hijo mío nunca olvides, lo mucho que te quise. Hoy ya no estaré en este mundo, dentro de unos minutos vendrá mi asesino al que no conozco, mi único pecado fue obtener conocimiento  sobre lo que siempre ha estado oculto, sobre  lo que puede salvar este planeta, yo sabía el riesgo que corría pero lo hice por ti, por tu futuro, por la humanidad que se desvanece en las profundidades de este planeta envenenado. Ahora mi legado será tuyo, ahora las manos para salvar el planeta son las tuyas y la primera pieza del rompecabezas está dentro de esta caja que solo tú sabrás como abrirla.

Recuerda tu madre y tú fueron mi mayor tesoro, La llave del conocimiento están en las estrellas.”