Me desperté de nuevo en aquella cama. Sola, sin nadie a mi lado. La parte izquierda del colchón estaba fría, como siempre. Me levanté y fui hacia el espejo. Había perdido por lo menos tres kilos en estas dos semanas. Y yo no quería. Todo era culpa de mi falta de hambre. Había algo que no me dejaba comer. Tenía un nudo constante en la garganta.
Me peiné y fui a ducharme. Necesitaba aclarar todo lo que pasaba en mi cabeza. Calenté el agua y me quité la ropa. Me metí debajo de la ducha y me sentí libre por un simple segundo. Joder, deseaba ser libre. Lo ansiaba. Pero ella no me dejaba. Comencé a pensar demasiado, y acabé saliendo de la ducha más jodida de lo que ya había entrado.
Me vestí e intenté desayunar. Nada, tan solo media taza de café. Me levanté y me dirigí a la habitación. Cerré la ventana y bajé la persiana de nuevo. Necesitaba tranquilidad y dormir más. Solo durmiendo me sentía mejor. Intenté dormir pero no fui capaz de conciliar el sueño. Estar cansada y no poder descansar de ninguna forma era una mierda. Cogí el móvil y vi que tenía un mensaje de Danielle:
"Hey, ¿te apetece salir hoy? No tengo nada que hacer y hace días que no nos vemos. ¿Estás bien? Un beso." 10:38
"Vale, quedamos a las dos en mi casa y salimos a comer. ¿Te parece bien?" 10:57
Supongo que me vendría bien estar un rato con mi mejor amiga hablando de algo interesante o simplemente tomando un café.
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broken.
Teen FictionDicen que al final todo va a acabar, todo se termina en algún momento. En el segundo en el que finalmente te sientes bien, dices: "Ha acabado, estoy viva, al fin estoy bien." O eso tendemos a creer.